Compras de última hora, continuas comidas y reuniones familiares, viajes, desplazamientos, etc. La Navidad llega y, con ella, situaciones de estrés que pueden generar en la mujer embarazada ansiedad, lo que perjudica, según diversos estudios, la salud del futuro bebé. En este artículo se ofrecen seis consejos para evitar los agobios de Navidad, imprescindibles durante la gestación: planificar las fiestas con tiempo, prescindir de los excesos, reservar momentos para el relax, dejarse ayudar y no ser demasiado exigente.
El peligro del estrés durante el embarazo
El estrés durante el embarazo puede afectar el desarrollo de la inteligencia del bebé
La Navidad, a pesar de ser una época del año entrañable y propicia para disfrutar en familia, conlleva el riesgo de elevar el nivel de estrés. Encontrar los regalos apropiados, preparar las reuniones familiares y los continuos desplazamientos son algunos de los factores que pueden disparar la ansiedad en la mujer embarazada. Y ello supone un peligro para la mujer y su futuro bebé.
Vivir situaciones de estrés durante el embarazo puede repercutir sobre el buen estado de la madre y del feto. Según un estudio realizado por el departamento de Obstetricia y Pediatría del Hospital Universitario de Aarhus (Dinamarca), el estrés hace que el riesgo de parto prematuro se incremente un 80%.
Otra investigación publicada en la revista científica ‘Pediatric Research‘ advierte de que el estrés durante la gestación puede afectar al desarrollo de la inteligencia en el niño, así como a su aprendizaje lingüístico.
Pero alejar el estrés y la ansiedad en el embarazo es posible. Para ello, hay que atender a varias pautas y consejos que ayudan a estar más relajadas.
1. Planificar los regalos y comidas de Navidad
En Navidad, las prisas de última hora están entre los factores que más pueden afectar al estado de ansiedad de las gestantes. Para escapar del estrés, planificar las fiestas con antelación ayuda. Estas son algunas de las pautas que favorecen que se logre.
Hacer una lista con los regalos. Escribir los regalos que se pretende comprar y adquirirlos poco a poco.
Si hay que organizar comidas familiares o de amigos, es aconsejable planear con tiempo los menús de Navidad y no elegir recetas muy complicadas que requieran estar hasta el último momento en la cocina. Es mejor seleccionar platos que puedan prepararse con antelación.
2. Vestirse de fiesta durante el embarazo
En Navidad, la embarazada debe reservarse momentos de descansoLas reuniones navideñas pueden exigir ir algo más arreglada que de costumbre, pero el armario de la embarazada no siempre está preparado para ello. Para evitar los nervios de último momento, es recomendable probarse y seleccionar con antelación las prendas que pueden ser más adecuadas.
No hay que olvidar que unos buenos complementos (fular, collares, bolso y pendientes) pueden transformar una indumentaria sencilla en el conjunto perfecto para una ocasión especial.
3. Reservar momentos para el descando
Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo, Reyes, etc. Las celebraciones parecen no tener fin. Sin embargo, es preciso que entre una y otra, la mujer embarazada se reserve momentos para ella, que le permitan relajarse, descansar y calmar la inquietud que reina en estos días.
Durante las horas previas a la reunión o comida navideña, es aconsejable estar tranquila y buscar actividades que serenen el ánimo, como un masaje o un buen baño de espuma, escuchar música relajante o reservarse un rato para la lectura.
4. Prescindir de los excesos durante la gestación
Las embarazadas deben estar más alerta que otras personas ante los excesos navideños. En las comidas, además de evitar la ingesta de cualquier alimento que pueda resultar perjudicial en su estado, es preciso evitar los platos muy copiosos. Hay que moderar, también, el consumo de productos pesados o indigestos, si se comen en exceso, como los fritos o los dulces.
Salir de la fiesta la primera no es siempre agradable. Pero, para evitar el cansancio y el estrés, es necesario no prolongar las reuniones más allá de lo necesario. Los demás asistentes a la celebración lo entenderán.
5. Dejarse ayudar y no ser exigente en Navidad
La comida más elaborada, la casa mejor decorada o los regalos más originales pueden esperar para el próximo año. Mientras se está embarazada es mejor no ser tan exigente. No querer alcanzar la perfección impide que el estrés llame a la puerta.
En todo caso, antes de embarcarse en grandes preparativos, es mejor pedir ayuda. La pareja, los familiares e, incluso, los amigos pueden ser grandes aliados para organizar las fiestas. Hay que aprovechar cualquier ocasión para solicitar su colaboración.
Viajar embarazada no está, en principio, contraindicado. Pero sí es preciso que los desplazamientos que tenga que realizar en Navidad los organice con antelación, para que resulten lo más cómodos y menos estresantes posible. En casos especiales, es aconsejable consultar antes con el especialista.
Planificar los viajes permite a la embarazada reservar la plaza adecuada
Una planificación previa le permitirá reservar plaza en el medio de transporte que resulte más adecuado para ella y evitará permanencias prolongadas en aeropuertos, estaciones y otros puntos de salida para viajar.
Las líneas aéreas de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional recomiendan no viajar durante el último mes de embarazo. Si opta por viajar en coche, es recomendable hacer una puesta a punto antes de la salida para evitar imprevistos, además de adoptar las medidas de seguridad recomendadas para conducir embarazada.