Diversas publicaciones abordan la influencia de la dieta sobre la fertilidad. Una de las más conocidas es un libro escrito por expertos de la Universidad de Harvard (EE.UU.), que señala cómo reducir las probabilidades de padecer infertilidad ovulatoria y aporta recomendaciones que tienen muchos puntos en común con la dieta mediterránea. A continuación se brindan detalles acerca de la dieta y su influencia sobre la fertilidad, los consejos de la llamada dieta de la fertilidad y la alternativa eficiente, y saludable, que constituye la dieta mediterránea.
¿Existe la dieta de la fertilidad?
‘La dieta de la fertilidad’ es el título de un libro escrito por tres investigadores de la prestigiosa Universidad de Harvard que, en 2007, cuando se publicó, tuvo mucha repercusión. ¿Es posible que la dieta ayudara a las mujeres a quedar embarazadas?
Los autores del trabajo planteaban que sí, aunque con limitaciones. Y es que, como afirma Jokin de Irala, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, en este ámbito «todo hay que decirlo con mucha prudencia, porque es realmente difícil comprobar con estudios que una u otra cosa funcionan». Y eso que los científicos se basaron en la información obtenida en una investigación de gran magnitud, ‘Enfermeras: Estudio de Salud‘, que incluyó a unas 18.000 mujeres.
En todo caso, las pautas ofrecidas por Jorge Chavarro, Walter Willet y Patrick Skerrett, los creadores del libro, coinciden en buena medida con las de la dieta mediterránea. «Probablemente sí se puede decir con cierta seguridad que la dieta mediterránea es beneficiosa para lograr una gestación«, en palabras de Jokin de Irala, autor también de un extenso trabajo al respecto.
La dieta de la fertilidad: recomendaciones
Entre esas recomendaciones que apuntan los distintos expertos en alimentación y fertilidad se encuentran las siguientes:
- Evitar las grasas trans. Si el 2% del total de calorías ingeridas corresponde a grasas trans, el riesgo de infertilidad ovulatoria es un 73% superior al de una mujer que no las toma. Estos datos aparecen en un artículo en el que trabajaron dos de los tres autores del libro y que fue publicado en la revista especializada The American Journal of Clinical Nutrition.
- Consumir hidratos de carbono sin refinar. Según ‘La dieta de la fertilidad’, las mujeres con más alta carga glucémica tienen un 92% más de probabilidades de padecer infertilidad ovulatoria. Por ello, la sugerencia es evitar el pan blanco y las pastas, pero aumentar el consumo de pan y pasta integral, además de otros productos como cebada, judías, alubias, verduras y frutas.
- Obtener más proteínas de vegetales. Si bien el estudio halló un 39% más de probabilidades de sufrir infertilidad ovulatoria en mujeres con una alta ingesta de proteínas, en general, tal porcentaje fue menor cuando esas proteínas provenían más de vegetales (como alubias, frutos secos, soja y guisantes) que de animales.
- Ingerir alimentos que incluyan ácido fólico. Los expertos recomiendan un suplemento de ácido fólico -algo que ya es normal para casi todos los embarazos-, pero también tomar alimentos que contengan esa sustancia de manera natural, como verduras de hojas verdes, tomate, remolacha, brócoli, frutas cítricas, cereales, salvado de trigo, hígado y levadura.
- Comer productos con hierro. Algunos de los productos incluidos en los puntos anteriores también aportan buenas cantidades de hierro, como el tomate, la remolacha, la calabaza, las alubias, las espinacas y el hígado.
- Tomar ácidos grasos monoinsaturados. Entre estos, el más importante -una de las estrellas de la dieta mediterránea- es el aceite de oliva. También lo son el aceite de maní y el de canola, además de los pescados grasos, como el atún y el salmón.
- Leche entera todos los días. La dieta de la fertilidad aconseja consumir todos los días una ración de leche entera o productos lácteos, como helados o quesos, elaborados a partir de esa clase de leche. Según sus autores, la leche desnatada y los productos bajos en grasas contribuirían con la posibilidad de sufrir infertilidad ovulatoria.
La dieta mediterránea, una alternativa eficiente y saludable
El último consejo -el de tomar leche entera- aparece como el más endeble del libro. Si bien los científicos aclaran que esta no sería una práctica recomendable a largo plazo, sino solo para esta etapa, también admiten que lo afirman basados en unos pocos estudios. La dieta mediterránea sugiere lo contrario: un consumo bajo o moderado de productos lácteos, sobre todo queso o yogur, y con preferencia desnatados de forma parcial o total.
En todo caso, el consejo más aceptado radica en llevar una dieta equilibrada, para lo cual puede resultar de gran ayuda la guía de EROSKI CONSUMER destinada a mujeres que se preparan para el embarazo. También hay que tener en cuenta que se necesitan más estudios para analizar el alcance de la influencia de la alimentación sobre esta cuestión, aunque la dieta mediterránea, según afirma el catedrático de la Universidad de Navarra, «pareciera ser una alternativa eficiente y saludable para aumentar la fertilidad».