Las familias con hijos pequeños y adolescentes son las que más alimentos desperdician

En los hogares españoles con hijos se desperdician, sobre todo, alimentos perecederos como verduras frutas y productos a base de cereales
Por María Huidobro González 9 de agosto de 2024
desperdicio en familias
“Aquí no se tira comida”. Esta frase suena —y se practica— en cada vez más hogares de nuestro país. Y si bien arrojamos menos alimentos y bebidas al cubo de la basura que hace unos años, el desperdicio alimentario sigue siendo un grave problema social: cada hogar desaprovecha una media de 65,5 kilos de estos productos cada temporada, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Para reducirlo, el MAPA pone el foco en los hogares pequeños, sin hijos, y compuestos por personas de más de 50 años. En cambio, un estudio reciente prefiere fijarse en las familias con hijos, que son en conjunto las que más despilfarro hacen. Ahondamos en sus conclusiones y sus propuestas para disminuir el desperdicio en estas familias.

El 29,2 % de las familias españolas no desperdicia ningún alimento: todo lo que compra para cocinar lo consume, y si hay sobras lo reutiliza. Estos datos del ‘Panel de cuantificación del desperdicio alimentario en hogares’ coinciden con los de una investigación reciente llevada a cabo por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB), donde analiza la cantidad de productos que desechan las familias que tienen hijos: el 31 % no desaprovecha alimento o bebida alguna.

Y esto quiere decir que, a pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años para disminuir el despilfarro alimentario, aún el 70 % de los hogares y, en especial, de las familias con hijos desperdicia estos productos habitualmente.

¿Qué tipo de familias con hijos desperdicia más alimentos?

No solo concuerdan esas cifras. También sucede así cuando se refiere al tipo de familia con hijos que más despilfarro alimentario genera. Y en ello las características socioeconómicas de la unidad familiar son la clave.

Según el estudio publicado en la revista Frontiers in Nutrition, entre las familias con hijos, las que tienen niños pequeños y adolescentes son las que más viandas tiran la basura, mientras que las monoparentales y las que ya los tienen mayores, las que menos.

Así lo vemos también en el informe del MAPA, donde se aprecia una mejora en los últimos años en este tipo de familias: desperdician muchas menos toneladas de comida.

Hogares en España20212022
Jóvenes independientes4937
Parejas jóvenes sin hijos159179
Parejas con hijos pequeños149115
Parejas con hijos edad mediana156137
Parejas con hijos mayores10796
Hogares monoparentales9386
Parejas adultas sin hijos103108
Adultos independientes 6852
Retirados120106
Panel de cuantificación del desperdicio alimentario en los hogares españoles

¿Qué alimentos más desperdician las familias con hijos?

Como detalla la investigación catalana realizada con 800 encuestas a hogares españoles con hijos, estas familias desperdician, sobre todo, los alimentos perecederos: verduras (80 %), frutas (78 %) y productos a base de cereales (63 %). También destacan los lácteos (25 %), que se desechan en mayor medida en las casas con niños pequeños.

Sin embargo, productos de origen animal, como carne, pescado y huevos, apenas acaban en el cubo de la basura; poco lo hacen también los productos precocinados listos para comer.

Para entender mejor esta conducta, es interesante saber que en la encuesta el 84 % de estas familias reconoce que no cocina todos los días y que solo el 66 % toma alimentos frescos a diario, mientras que casi todas consumen productos de origen animal más de cuatro días a la semana.

Además, es importante ver quién los compra y cómo lo hace. Para conseguir esos alimentos, en estas familias quien se encarga de hacer la compra es una mujer (en el 70 % de los casos), menor de 54 años (79 %) y que trabaja a tiempo completo o parcial (78 %). Dos de cada tres hogares realizan una compra principal a la semana y la complementan con pequeñas compras. En total, gastan una media de 537 euros mensuales en comida.

¿Por qué este despilfarro alimentario?

Como apunta el estudio, la principal causa de este desperdicio en las familias está en el deterioro de los alimentos: dos de cada tres tira los productos sin haberlos utilizado. Este desperdicio se debe a una mala gestión, lo que obliga a tirar pequeñas cantidades con frecuencia, y a la compra excesiva de productos perecederos.

En concreto, los hogares con niños de menor edad presentan una mayor probabilidad de desperdiciar alimentos. Y lo achacan a la preparación de demasiada comida; es decir, hay dificultades para satisfacer sus necesidades alimentarias, así como de gestionar de modo adecuado las cantidades y porciones de comida.

verduras desperdicio familias
Imagen: cottonbro studio

Mientras, en el caso de las familias con hijos mayores y en los hogares monoparentales, se tiran alimentos porque se les caducan. ¿La culpa? Compran demasiada cantidad y, en muchas ocasiones, por hacerlo de productos en tamaños de envases excesivamente grandes.  

Pero también los autores del estudio consideran que el tipo de tienda en la que se hace la compra y el marketing que se desarrolla en ellas tienen mucho que ver en este despilfarro. Así, observan que los hogares que adquieren sus alimentos en tiendas pequeñas y mercados municipales suelen desechar menos comida. En cambio, los propios envases, los descuentos y ofertas agresivas llevan a adquirir más de lo necesario. “La presencia de alimentos ultraprocesados, como aperitivos poco saludables, pizzas congeladas, helados y yogures de sabores inducen a la compra innecesaria”, comenta Pietro Tonini, investigador de la UAB y autor principal del trabajo.

Cómo reducir el desperdicio alimentario en las familias

Con el objetivo de reducir la cantidad de comida que acaba en la basura, los investigadores insisten en que los planes que se lleven a cabo deben centrarse en las familias jóvenes con niños pequeños y adolescentes. “Colocar al niño en el centro de las políticas para crear conciencia sobre el desperdicio de alimentos es crucial, dada su capacidad de influir directa e indirectamente en los residuos”, sostienen.

👉​ Concienciar en los centros escolares

Por eso reclaman acciones educativas dirigidas a las familias que aboguen por la reducción del desperdicio. Para ello, creen necesarias campañas escolares de concienciación sobre el impacto social y ambiental del despilfarro alimentario, además del fomento de hábitos y dietas saludables basadas en productos vegetales locales y de temporada.

👉​ Planificar las compras con los niños

Planificar detalladamente las comidas previstas, revisar los productos que ya tenemos en casa y elaborar una lista de los alimentos necesarios antes de ir a la compra es fundamental. Según afirman los autores, el 70 % de las familias ya ha integrado esta pauta su vida diaria, por lo que sería necesario algo más.

Involucrar a los niños en la planificación y preparación de comidas también puede tener un impacto positivo”, comenta Tonini. También destaca que algunas herramientas y apps ayudan a gestionar la lista de los alimentos más consumidos y planificar las compras de manera más eficiente.

niños en la cocina despilfarro alimentario
Imagen: Kampus Production

👉​ Reutilizar las sobras

Otras buenas prácticas como congelar los alimentos (y saber descongelarlos) para prolongar su vida o aprovechar las sobras permiten desperdiciar menos productos. Recetas con productos perecederos para reutilizar las sobras pueden resultar muy útiles para estas familias con hijos.

👉​ Comprar más productos a granel, y menos ultraprocesados

Entre las iniciativas más útiles en la lucha contra el desperdicio alimentario para implantar en los comercios está incentivar la venta de productos a granel. “Ayuda al comprador a comprar la cantidad exacta de productos necesarios para el hogar limitando la sobrecompra y reduciendo la generación de otros residuos de envases”, apuntan los investigadores, quienes también creen que desarrollar envases personalizados para productos como frutas y verduras dirigidos a familias con hijos podría aliviar en parte los problemas relacionados con la cantidad en la compra.

Asimismo, consideran que limitar la promoción de productos ultraprocesados dirigida a adolescentes y niños pequeños también contribuye a reducir su consumo y las posibles distracciones causadas a la hora de comprar otros productos.

👉​ Usar el contenedor marrón

Por último, proponen implementar la recogida separada de residuos orgánicos (contenedor marrón) en las localidades, distritos y barrios con altos porcentajes de hogares con niños, ya que podría mejorar la gestión de los residuos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

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