Relacionar los problemas de fertilidad con la edad de la mujer es de lo más común. Sin embargo, investigaciones recientes confirman que también para los hombres el paso de los años es fundamental. El reloj biológico de los hombres también corre. De hecho, la calidad del semen desciende en torno a los 30 años, según señalan investigaciones recientes que se detallan a continuación.
El reloj biológico de los hombres
La edad y el reloj biológico de las mujeres se señalan de forma habitual al hablar de los problemas para lograr un embarazo. Esta creencia supone que el paso del tiempo apenas afecta a los hombres. Si bien es cierto que la fertilidad masculina es más duradera que en el caso de las mujeres, eso no quiere decir que con los años no la altere. El reloj biológico también corre cuando se trata del varón. De hecho, diversos estudios recientes demuestran que el rango de edad más adecuado (o fértil) para que los hombres tengan hijos es prácticamente el mismo que para las mujeres.
La calidad del semen del hombre empeora un 20% cada año a partir de los 35 años de edad
A partir de los 35 años de edad, la fertilidad masculina disminuye entre un 21 y un 23% cada año, como consecuencia de la caída de la calidad del semen. Así lo asegura una investigación realizada por científicos del Hospital Universitario Cruces (Vizcaya) junto con el Instituto de Física de la Universidad de Cantabria. El informe, difundido en 2011, señala que esta caída de la capacidad de procrear en los hombres es «muy similar a la que se observa en las mujeres«, aunque con un descenso «más suave y mantenido», puntualiza el estudio.
La calidad del semen desciende incluso antes de los 30 años
Ya en 2003, científicos de la Universidad de California, en Estados Unidos, demostraron que la calidad del semen disminuye con el paso del tiempo. Este trabajo estudió la motilidad de los espermatozoides, es decir, su capacidad para recorrer, por sí mismos, el camino hasta las trompas de Falopio, donde deben fecundar al óvulo.
Los espermatozoides cada vez son menos eficaces en su viaje hacia el óvulo de la mujer
Los investigadores descubrieron que la motilidad desciende un 0,7% cada año y, además, lo hace desde muy temprano. Según estos resultados, ya a los 22 años existe un 25% de probabilidades de que la movilidad de los espermatozoides sea inferior a la normal. Esa probabilidad aumenta hasta el 40% a los 30 años; a un 60% a los 40 años y hasta a un 85% cuando el hombre alcanza los 60 años de edad.
En cualquier caso, los datos acerca de la calidad del semen en España no son alentadores: el 57,8% de los jóvenes posee un semen cuya calidad está por debajo de lo que la Organización Mundial de la Salud señala como normal. Es lo que concluye el ‘Estudio Nacional del Semen en Jóvenes ‘, del Institut Marquès, de Barcelona, en 2008. Según este organismo, además, la edad media de los hombres que se someten a tratamientos de fertilización in vitro es de 41,8 años.
Sin embargo, el problema no es solo la fertilidad. Al bajar la calidad del semen del hombre, también se incrementan los riesgos de anormalidades genéticas en el bebé. En este sentido, en declaraciones al periódico ‘The New York Times’, el presidente del Instituto Americano de Medicina Genética, Joe Leigh Simpson, apuntó que los genes de hombres mayores de 45 años tienen cuatro o cinco veces más riesgos de sufrir mutaciones esporádicas.
La edad no es, por supuesto, el único factor que determina la infertilidad masculina. Se trata, más bien, de una variable que agrava otros problemas, bien heredados a través de la genética, bien relacionados con el estilo de vida (mala alimentación, consumo de tabaco y alcohol, obesidad o estrés, entre otros).
El reloj biológico del hombre también corre cuando se trata de participar en un tratamiento de reproducción asistida. Un proceso de inseminación artificial necesita que el semen apruebe el llamado test de recuperación de espermatozoides móviles.
Para ello, el hombre debe contar con “un mínimo de cinco millones de espermatozoides móviles”, explica Isidoro Bruna, jefe de la Unidad de Medicina de la Reproducción del Hospital Universitario Montepríncipe, de Madrid. Esta cifra es la recomendada por la Sociedad Europea de Reproducción Humana, aunque ciertas instituciones de reproducción asistida aceptan menos.
Puesto que la cantidad de espermatozoides dispuestos a alcanzar el óvulo de la mujer decrece con la edad, el reloj biológico del hombre también es un factor que merece la pena tener en cuenta a la hora someterse a un tratamiento de reproducción asistida.