Para desayunar o para merendar. Las magdalenas son uno de los dulces de repostería preferidos por los más pequeños y las apreciarán aún más si participan en su elaboración. La receta de las magdalenas caseras es sencilla y prepararla con los niños es fácil y divertido. Después de hornearlas, solo hay que dar rienda suelta a la creatividad y decorarlas con algunas de las ideas que se proponen en este artículo. Se apuntan, además, detalles imprescindibles para disfrutar con seguridad de la cocina con los niños.
Receta de magdalenas caseras con niños
¿Y hoy qué merendamos? Cuando se acerca la tarde, la eterna pregunta ronda en la cabeza de los más pequeños. A esas horas los dulces son sus preferidos. En vez de recurrir a la bollería industrial, muy calórica y elaborada -en general- con grasas trans, una opción más saludable, y a la vez económica, es apostar por la repostería casera.
El proceso de elaboración de unas sabrosas y esponjosas magdalenas es rápido y sencilloUnas sabrosas y esponjosas magdalenas resultarán deliciosas para los niños. Su proceso de elaboración es rápido y, además, sencillo. Los pequeños pueden participar en la preparación y pasar una alegre y entretenida jornada pastelera con los mayores.
Antes de empezar será preciso que se laven bien sus manos y se coloquen un pequeño delantal, para evitar manchar sus ropas durante el proceso.
Paso 1: reunir los ingredientes
Se pueden hacer unas ricas magdalenas caseras con los siguientes ingredientes: tres huevos, 200 gramos de harina de trigo de repostería, 200 gramos de azúcar, 200 mililitros de aceite (oliva suave o girasol), 80 mililitros de leche, un sobre de levadura y ralladura de un limón. Con estas cantidades saldrán entre 12 y 18 magdalenas de tamaño mediano.
Los pequeños disfrutarán, y aprenderán a su vez, si les dejamos que pesen ellos mismos los ingredientes con una pequeña balanza de cocina. A los de menos edad se les puede señalar la cantidad necesaria con una marca en el peso.
Paso 2: preparar la mezcla con niños
Los niños se lo pasarán en grande durante la mezcla de ingredientes. En primer lugar, se deben batir los huevos junto con el azúcar. Los adultos deben ayudar en este paso y batir la masa al final de forma enérgica, para conseguir una mezcla espumosa.
Los pequeños pueden colaborar como perfectos pinches e incorporar poco a poco los demás ingredientes: primero, la ralladura de limón y la leche; después -despacio- el aceite; y en último lugar, se añadirán la harina y la levadura ya mezcladas. Para evitar grumos, es aconsejable tamizar estos últimos ingredientes. Los niños se divertirán mucho con este último paso.
Paso 3: llenar los moldes de las magdalena
Para que las magdalenas queden esponjosas, es recomendable dejar reposar la masa, al menos una hora, dentro de la nevera.
Los niños pueden rellenar las cápsulas de las magdalenas con la masa
Después, los niños pueden colocar de forma ordenada los moldes en una bandeja del horno. Con ayuda de una manga pastelera o una jarra, los pequeños pueden rellenar las cápsulas con la masa. Esta tarea habrá que supervisarla y no dejar que llenen los moldes más de dos tercios de su capacidad.
El último paso, en el que por seguridad no deben intervenir los niños, es meter las magdalenas en el horno (ya calentado) durante 15-20 minutos.
Paso 4: ideas para decorar las magdalenas con los pequeños
El paso más entretenido para los pequeños llega ahora. Las magdalenas son una base perfecta para dar rienda suelta a su creatividad y decorarlas del modo que más les gusten.
Una opción es endulzar las magdalenas con una capa de fondant que se puede teñir con colorante alimenticio. Los niños pueden darle forma a su gusto. En este vídeo se explican algunas ideas divertidas.
Para añadir nuevos sabores a las magdalenas, también pueden recurrir al chocolate o al merengue. Los más chocolateros pueden optar por cubrir sus magdalenas con una generosa capa de chocolate fundido. Los que prefieren los sabores más suaves encontrarán en el merengue un delicioso ingrediente para añadir a su dulce con ayuda de una manga pastelera.
Si las magdalenas se utilizarán para una merienda de cumpleaños de los niños, se pueden decorar de forma divertida con unos sencillos cartelitos pinchados en la parte superior. Con palillos y un poco de cola se pueden etiquetar las magdalenas con los motivos que más les gusten. Pueden ser sus dibujos, cartelitos con pegatinas de sus personajes favoritos e incluso se pueden usar fotografías o los nombres de sus invitados.
Tiempo de cocción: hay que tener en cuenta que los tiempos de cocción en el horno de las magdalenas pueden variar en función del tamaño de los moldes que se utilicen. Los más grandes necesitarán algo más de tiempo, y los pequeños, menos.
Magdalenas de sabores: para cambiar el sabor de las magdalenas, tan solo hay que añadir a la mezcla el que más guste al pequeño. Con dos o tres cucharadas de cacao, tendrá unas ricas magdalenas de chocolate; si se sustituye la ralladura de limón por una cucharilla de aroma de vainilla o de avellana, se obtendrá un dulce con un gusto muy diferente.
Moldes firmes: en ocasiones, las magdalenas no suben tanto como gustaría. Una de las razones es que si se usan cápsulas de papel, estas tienden a abrirse con la masa e impiden que suba en el horneado. Una solución práctica a este problema es introducir los moldes de papel en otros moldes más firmes, como los de silicona, para que de ese modo la masa no se extienda.
Medidas de precaución: en la cocina se debe estar atento en todo momento a los movimientos del niño y evitar, sobre todo, que toque los aparatos electrónicos que se pueden emplear para elaborar la receta de magdalenas (batidora o varillas eléctricas). También hay que vigilar que no se acerque más de la cuenta al horno mientras permanece encendido.