La enseñanza de la música en los niños se produce casi como un juego. Sin embargo, representa un gran estímulo para desarrollar sus habilidades y afinar sus capacidades y sensibilidad. Es decir, tocar un instrumento musical tiene muchos beneficios para los pequeños. Pero, ¿cómo elegir los más apropiados para comenzar? Este artículo ofrece algunas claves: la guitarra es atractiva para el niño y no es costosa; la batería ofrece más probabilidades de juego; la flauta es de un tamaño manejable; y el piano, aunque complicado, tiene ventajas para el aprendizaje en la escuela.
La música es una herramienta muy enriquecedora en la formación de los niños. Pero, además, puede contribuir con el buen desarrollo y crecimiento de los pequeños.
La pedagoga musical Annely Keller, autora del blog ‘Donde aprender es una experiencia feliz’, destaca la importancia que tiene para el niño introducir la creación musical en su formación. De esta forma, la música sirve como «una herramienta que permite potenciar su capacidad de movimiento», entre otras capacidades, explica Keller.
Instrumentos apropiados para comenzar
Sin embargo, no todos los instrumentos son iguales cuando se trata de fomentar en el niño el amor por la música.
El tamaño del instrumento musical conviene que sea proporcional a la envergadura del niñoEn primer lugar, se debe tener en cuenta el tamaño del aparato, que conviene que sea proporcional a la envergadura del menor. Conviene recordar que, cuando el niño es muy pequeño, casi todos los instrumentos le resultarán demasiado grandes. Incluso cuando tenga ya una cierta edad, es posible que no se sienta muy cómodo con un violonchelo o un arpa.
Pero, además, hay algunos instrumentos musicales que, por sus características, sus posibilidades de juego o por la facilidad para su aprendizaje, resultan más aptos para los niños. Las opciones son extensas, pero a continuación se recogen cuatro propuestas para que el pequeño se inicie en el fascinante mundo de la música.
1. La guitarra: atractiva y no costosa
La guitarra tiene la ventaja de ser muy popular: muchos de los cantantes y líderes de las bandas de rock y pop más conocidas tocan la guitarra. Además, no es muy costosa.El lado negativo es que puede ser difícil para un niño, sobre todo al principio. Alcanzar las cuerdas y presionarlas con la suficiente fuerza no suelen ser tareas sencillas para el pequeño.
2. La batería: más probabilidades de juego
La batería puede parecer difícil de enseñar a los niños. Sin embargo, se trata de un instrumento musical que puede comenzar a aprenderse desde que el pequeño tiene cerca de cinco años.
La batería permite más juegos y experimentar más sonidos que otros instrumentos musicales
Permite más juegos y experimentar más sonidos que otros instrumentos musicales. Por supuesto, no es necesario que el niño empiece a practicar con una batería grande, con muchos platillos y tambores: las adaptadas para la edad infantil incluyen menos piezas.
Este instrumento es un poco caro y difícil de transportar, aunque como se desarma lo es mucho menos que el piano.
3. Flauta: un tamaño manejable para el niño
Hay muchos tipos de flauta, desde la dulce hasta la travesera, de distintos precios y niveles de dificultad para su aprendizaje. En cualquier caso, una cualidad las hace muy convenientes: su tamaño. No ocupan mucho espacio y son ligeras y fáciles de transportar.Como se trata de un instrumento de viento, ayuda al niño a aprender a controlar su respiración y la forma de expeler el aire.
4. El piano: complicado pero con ventajas para el aprendizaje
El piano es uno de los instrumentos musicales que más tiempo lleva dominar. Otro aspectos en contra de su elección para los niños es el elevado precio del instrumento y el gran espacio que ocupa. Una alternativa es optar por un órgano, mucho más pequeño y transportable (aunque no es un piano).
Las escuelas de música enseñan a tocar el piano a partir de los tres años y con ejercicios simples. Con el paso del tiempo, ya habrá tiempo de hacerlos más complejos.
Existen estudios que aseguran que aprender a tocar el piano en edad preescolar ayuda al niño a obtener buenos resultados académicos. Sin embargo, otros científicos sostienen que hacen falta más estudios al respecto.
Cuando se trata de optar por uno u otro instrumento musical para el niño, lo importante es, en cualquier caso, dejar que el pequeño los pruebe y experimente con ellos. La afición por un instrumento (y con ella, por la creación musical) puede surgir por un determinado sonido especial.
En otros casos, el pequeño puede descubrir que tiene mayor facilidad para manejar un determinado aparato. Pero el amor por la armonía puede surgir, asimismo, como respuesta a la fascinación del pequeño hacia un determinado artista.
Dentro de lo posible, conviene darle la libertad de elegir el instrumento que prefiera, sin tener en cuenta el aspecto económico. Y, por supuesto, que ningún mayor pretenda imponerle sus propios gustos o expectativas o anhelos propios frustrados.