Una tarde de cine con niños puede ser un verdadero placer, o un desastre total. La clave para que acudir a una sala cinematográfica con los pequeños sea una experiencia agradable está en una buena elección del momento y, por supuesto, del filme. En este artículo se detallan algunas pistas sobre la mejor edad para ir al cine con los niños por primera vez, cómo elegir bien la película, las alternativas para ahorrar en las entradas e incluso las opciones para acudir a las salas también con un bebé.
Ir al cine, con una tasa del 54%, es la tercera actividad cultural más frecuente entre los españoles, tal y como lo refleja la Encuesta de hábitos y prácticas culturales del Ministerio de Cultura, Educación y Deporte. Dentro del público que opta por esta propuesta lúdica, destaca un grupo específico: los padres con hijos menores. Según el mismo sondeo, el 60,9% de ellos acudió en el último periodo registrado (2014-15) a alguna de las 3.492 salas cinematográficas que se reparten por el territorio español.
Y es que ir al cine es una alternativa de ocio con los niños muy recurrente para muchos padres. De hecho, casi el 13% de la población elige películas infantiles o de dibujos animados. Estas producciones cuentan con una gran aceptación y se convierten en grandes éxitos de taquilla, por lo que no sorprende que la segunda (‘Los Minions’) y la tercera (‘Del Revés’) película con más espectadores y con mayor recaudación en el año 2015 estuvieran dirigidas al público infantil y fueran visionadas por más de ocho millones de personas. Así lo recoge el ‘Anuario SGAE de las Artes escénicas, Musicales y Audiovisuales 2016‘.
La mejor edad para ir al cine por primera vez
Es aconsejable observar cómo se comporta el pequeño en casa mientras ve un título infantil en la televisión
La pregunta que se plantean la mayoría de los progenitores al iniciar a sus hijos en las artes cinematográficas es a qué edad están los pequeños preparados para ir al cine. Y la respuesta es difusa: depende. Algunos estarán listos a los 3 o 4 años, otros a lo mejor tienen que esperar a los 5 o 6. Y es que cada niño es diferente y reacciona de distinta manera al contexto en el que se desarrolla la proyección, es decir, una sala a oscuras, en la que debe estar relativamente quieto y en la que el sonido se transmite a un volumen superior al que está acostumbrado.
Lo más aconsejable es observar cómo se comporta el pequeño en casa mientras ve un título infantil en la televisión. Si es capaz de mantener su atención durante casi toda la película y no se distrae o aburre a cada minuto, es probable que esté preparado.
No obstante, no están de más algunos consejos para que «su primera vez» en el cine sea un éxito:
Elegir bien la película
Para elegir un largometraje para ver con los niños el primer paso es tomar como referente la calificación de recomendación por edad que otorga la Comisión de Calificación de Películas Cinematográficas, órgano dependiente del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), y optar por una producción con calificación «apta para todos los públicos» o «no recomendada para menores de 7 años», para el caso de los que estén en el tramo de 7-11 años.
Sin embargo, estas calificaciones no garantizan que la película resulte entretenida para el niño. Tan solo señalan que su contenido no resulta perjudicial para él y no contiene escenas inadecuadas para su edad. Por eso, lo aconsejable es elegir títulos que incluyan además la calificación «especialmente recomendada para la infancia». Esta categoría, junto a una de las anteriores, indica que el filme tiene una narración atractiva y comprensible para los niños, además de transmitir valores educativos, estimular la imaginación y entretener a los más pequeños.
Ahorrar en las entradas
Un plan de cine con los hijos puede ser una actividad fuera de presupuesto o muy limitada por su elevado coste, sobre todo cuando las familias acuden con dos o más niños. Por eso, antes de ir a la sala, es recomendable consultar antes los precios, promociones u ofertas especiales para el público infantil que ofrecen la mayoría de cines.
Es recomendable consultar antes los precios, promociones u ofertas especiales para el público infantil
En general, el importe de la entrada para los menores (hasta 10 o 13 años, según el caso) es más reducido que el de adultos, pero además, muchas salas ofrecen paquetes familiares que incluyen entradas a un precio menor para dos adultos y un niño o un adulto y dos o más niños. Asimismo, en algunos cines se organizan sesiones matinales de producciones infantiles a un coste incluso un 50% más económico que las vespertinas.
Madre lactante, dando el pecho a demanda en una sala de cine. A priori parece una escena imposible, pero es una alternativa real disponible hoy en día en nuestro país. Un buen ejemplo son las denominadas “sesión teta”, implantadas ya en 14 cines de ciudades como Madrid, Salamanca, Valencia o Toledo. “La idea de “sesión teta” nace para que las mujeres en la etapa de lactancia de sus hijos, sobre todo los primeros meses en los que el bebé demanda mamar cada poco, puedan acudir a un cine y ver una película”, explica Alicia García, coordinadora de esta iniciativa.
En estas sesiones periódicas de cine se dan cita un grupo de madres lactantes con sus bebés, y con su pareja u otro acompañante si lo desean. “Las sesiones están pensadas para las madres, pero sin olvidar a los niños”, comenta García. “Las salas están acondicionadas para que se encuentren en el mejor entorno”, señala. El sonido se limita a 65 decibelios y la temperatura a 22 grados. Espacio para calmar al pequeño cuando llora, luces tenues, un lugar para dejar los carritos y un precio especial de grupo son otras de las ventajas de estas sesiones.
Cinebebes en Mallorca, Malda Nins en Barcelona y Cinema amb nadons en Sabadell son más iniciativas similares que ofrecen otras salas.