Ir a la escuela en bicicleta: beneficios que aporta, edad para empezar y consejos para el primer día

Más de la mitad de los ciudadanos de entre 14 y 70 años (57,1 %) utiliza la bicicleta con cierta frecuencia en sus desplazamientos, según el último ‘Barómetro de la Bicicleta en España’ (2022). De esos 20 millones de personas, alrededor de un 30 % la emplea cada día para ir a estudiar o trabajar.

En solo tres años (de 2019 a 2022), el uso de la bicicleta para ir a la escuela o la universidad creció un 10 %. Antes, estos estudiantes se desplazaban a pie, autobús o coche, sobre todo. Y ahora lo hacen en este transporte activo para recorrer principalmente distancias menores de 5 kilómetros.

Esta forma de desplazarse hasta el centro de estudios es rápida, divertida, sostenible y muy saludable. Ir en bici al cole aporta diversos beneficios personales (para el peque y la familia), además de sociales y ecológicos.

Porque queda claro que su práctica mejora la movilidad urbana, descongestiona el tráfico y reduce la doble fila en la entrada de los centros escolares, como también disminuye la contaminación atmosférica y acústica en su entorno.

Además, para las familias supone un ahorro considerable de tiempo, combustible, mantenimiento del vehículo o abonos de transporte público. También implica menos estrés para quien se encarga de llevar al menor al cole, ya que no tendrá que conducir, ni aparcar en las horas punta de entrada y salida.

Asimismo, montarse en bicicleta cada día y pedalear con ella hasta la escuela es muy positivo para los niños, niñas y adolescentes.

Estos son los beneficios más destacados:

• Ayuda a avanzar en el cumplimiento de las recomendaciones de actividad física que hace la Organización Mundial de la Salud (OMS) para los menores (al menos 60 minutos al día).
• Previene el sobrepeso y la obesidad infantil, una verdadera epidemia en nuestro siglo, como analizamos en nuestro monográfico sobre obesidad infantil (2021).
• Mejora la condición física. Pedalear fomenta la función cardiorrespiratoria, la fuerza muscular y la masa ósea.
• Refuerza el sistema inmunitario y la visión.
• Mejora el rendimiento escolar, al aumentar la concentración, la creatividad y la capacidad para resolver problemas.
• Alivia el estrés y mejora el ánimo.
• Como es una actividad que se suele hacer en grupo, contribuye a la convivencia y las habilidades sociales.
• Fomenta la autonomía del menor, la confianza en sí mismo y la responsabilidad.
• Proporciona conocimientos de seguridad vial.
• Crea hábitos saludables. Es posible que también recurran a la bicicleta para desplazarse a otros lugares, como el polideportivo municipal o la biblioteca.

¿Cuándo puede ir un niño en bici al cole? Todo dependerá del desarrollo individual y la habilidad de cada menor, y también del camino que deba recorrer para ir a la escuela (¿es todo carril-bici?, ¿hay que pasar a otra localidad?). Y, también, si va solo al colegio o no.

Con tres años ya pueden usar una bicicleta sin pedales y poco después montarse en una bici con ruedines o pasar a una con pedales, en torno a los cinco años de edad. Pero lo más importante es que sepan andar en bici por carretera con seguridad, una destreza que los expertos consideran que se adquiere con ocho años de edad.

¿Tu hijo sabe cómo desenvolverse con la bicicleta de forma segura? Antes de proponerle ir a clase en la bici, los especialistas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) insisten en que debes cerciorarte de que utilice casco en todo momento, independientemente de lo largo que sea el recorrido, y de que respete las reglas de circulación. Para ello:

Procura que domine las principales leyes de tráfico y seguridad vial y las señales y sus significados (semáforos, pasos de cebra, límites de velocidad…). Explícale la importancia de cumplirlas y procura que las siga. Insístele de manera especial en lo que apuntan los expertos de la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil (AESVI):

• Señalizar las maniobras y tener cuidado con los peatones, ajustando la velocidad y circulando con precaución.
• Ir por carril-bici, si lo hay. No circular por la acera, a no ser que esté señalizado como carril-bici de uso compartido con peatones.
• Para cruzar un paso de peatones, hay que bajar de la bicicleta y cruzarlo andando, empujando la bici; de lo contrario no se tendrá preferencia de paso.
• En carretera, solo se puede circular en paralelo en tramos con buena visibilidad y sin aglomeraciones de tráfico. Debe ir todo lo posible por el extremo derecho de la vía.
• Siempre que las condiciones de luminosidad sean bajas, utilizar elementos de iluminación y prendas reflectantes, especialmente en otoño y en invierno. 

Cuida que se fije en cómo se comportan otros ciclistas, peatones o conductores. Así aprenderá a ver qué hay que hacer y qué no.

Da ejemplo y practicad juntos las normas durante los paseos en familia para ver que no se las salta. Asegúrate de que en los cruces se para a mirar a todos lados antes de continuar la marcha.

Por otro lado, adviértele de cómo debe actuar ante personas que no conoce.

Si tu hijo no ha usado la bici estas vacaciones, llega el momento de mirar que todos sus componentes están bien y funcionan. Cerciórate de que las ruedas están bien hinchadas, los frenos funcionan a la perfección, las luces están cargadas, el manillar está centrado y a su altura, el timbre no está roto… Lo idóneo es que él mismo pruebe cada elemento de su bici.

Si te parece que puede cargar la mochila escolar a la espalda durante unos minutos mientras que pedalea al cole, estupendo. AESVI recuerda que una cartera sobrecargada podría desestabilizar al niño. Pero si consideras que lleva mucho peso o debe llevar otra bolsa para las actividades extraescolares o para la asignatura de educación física, lo conveniente es colocar una cesta o portaequipaje.

No es lo mismo ir caminando al cole, que ir en coche o en bici. Ten en cuenta que subidos en la bicicleta no se puede circular por la acera, que habrá rotondas e intersecciones que será mejor evitar… Lo más recomendable es hacer el recorrido un domingo en familia, que habrá menos tráfico, y definir juntos por dónde es más seguro ir al cole en bici. Los expertos señalan que es fundamental identificar los puntos peligrosos, los cruces y pasos de peatones (y la forma de cruzar).

Para crear el hábito, lo aconsejable al principio es ir poco a poco y, en este caso, esto se traduce en ir al centro escolar en bicicleta un día a la semana. ¿Cuál? El día que menos clases tenga (y menos peso), cuando no tenga educación física, el lunes para empezar bien la semana o el viernes para acabarla mejor… Habla con la escuela para determinar cuál puede ser el día de la semana más idóneo —igual se puede hacer un grupo de ciclistas por zonas—, pero ten en cuenta que debes ir tú (no olvides tus preferencias).

Elegida la ruta y con la bici a punto, solo queda ver que está el botellín de agua listo —por si acaso—, el candado con su llave y el casco en el manillar. Por supuesto, la bicicleta debe queda limpia cada día.

Olvídate de las prisas. No insistas en que vaya rápido. Lo importante es que circule de forma segura y con tranquilidad. Salid de casa con tiempo adelantándote al tráfico, los atascos de coches, las aglomeraciones de estudiantes de todas las edades y las concentraciones de bicis y patinetes en las proximidades de los centros educativos. Vete siempre detrás para no perderte ni un movimiento y poder dirigirle.

Para poder mantener este hábito tan saludable entre los peques, aumentar el número de estos ciclistas escolares durante la infancia y conseguir que los adolescentes no abandonen esta actividad física, sino que se aficionen a su práctica, hay distintas formas de promocionar el uso de la bicicleta para ir al colegio.

Así como hay centros educativos que celebran un día a la semana el día de la fruta o el día del pan para promocionar su consumo, ¿por qué no instaurar una jornada a la semana en la que todos acudan a la escuela en bici? Por ejemplo, en el colegio público Nuestra Señora del Carmen (Murcia) ya lo hacen desde hace varios años: los viernes, alumnos y profesores van al cole en bicicleta y el centro habilita un aparcamiento especial para facilitar la iniciativa.

Desde 2020, en Barcelona los viernes también es el día preferido para usar la bici de camino al colegio. Para muchos estudiantes de la Ciudad Condal y alrededores, el último día de la jornada escolar semanal es “biciviernes”, ya que pueden ir al cole pedaleando en grupo, acompañados de sus padres, escoltados por agentes de tráfico de la guardia urbana y recogiendo a otros compañeros en diferentes paradas —como un bus—. Y desde hace dos años, en algunos distritos lo hacen cada día.

Estos grupos de niños son bicibuses, y son parte del movimiento BiciBús, que surgió en Bélgica en 1998 y hoy en día aglutina a cerca de 500 bicibuses en todo el mundo y mueven a 32.000 niños cada semana. «Inicialmente concebidos para proteger a los niños del tráfico, han evolucionado hacia una celebración de la bicicleta y una reivindicación a favor de ciudades más acogedoras para la infancia. Han demostrado ser una forma efectiva para promover la visibilidad de los ciclistas en las calles y fomentar un sentido de comunidad», explica Jordi Honey-Rosés, investigador y responsable de un informe sobre bicibuses realizado por el grupo BCN City Lab del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB).

Como se apunta en la Estrategia Estatal por la Bicicleta (2021), una estrategia efectiva en los centros educativos pasa por el fomento de actividades escolares con bicicleta, dentro de la educación física curricular, o de otras actividades relacionadas con la naturaleza y la concienciación medioambiental.

De eso saben mucho en el colegio Maristas-Nuestra Señora de la Salud de Algemesí (Valencia), que ha sido reconocido por los Premios Internacionales de Movilidad de 2024 por su proyecto para promover el uso de la bicicleta como principal medio de transporte en sus alumnos. De hecho, desde 2021 ha conseguido un aumento del 8 % de la movilidad en bici y que se reduzca en un 11 % el empleo del coche con varias ideaas, y entre ellas destaca programar actividades en bici con los estudiantes.

• Otras iniciativas para organizar en los colegios: programa europeo Stars y ‘Guía PACO y PACA (Pedalea y Anda al COle y Pedalea y Anda a CAsa)’.

Los propios gobiernos municipales también deben incentivar el empleo de la bicicleta en los colegios. ¿Cómo? Mediante la promoción del camino escolar seguro a los centros que incluya:

• proporcionar seguridad en los desplazamientos.
• habilitar infraestructuras adecuadas que prioricen la movilidad peatonal y ciclista en las vías del entorno escolar.
• crear corredores de acceso libres de coches (carril-bicis).
• instaurar el modelo de “zonas 30” o “ciudad 30” para reducir la velocidad a 30 km/h.

En ese sentido, como recuerda el Comité de Salud Medioambiental de la Asociación Española de Pediatría (AEP) en este documento (2019), se puede incrementar el uso de la bici hasta “un 26 % fácilmente” con medidas como: guardias municipales de cruces, más aparcabicis en los aledaños de los centros o el desarrollo de programas o materiales promocionales. Así lo llevan adelante en localidades como Hoyo de Manzanares (Madrid). Allí, con el buen tiempo tras la Semana Santa el Ayuntamiento y asociaciones de familias organizan rutas seguras para ir en grupo en bici también los viernes.