Jugar es la actividad favorita de los más pequeños y, si se lleva a cabo con más niños, la disfrutan aún más. El juego en grupo de los niños les ayuda a socializarse y a adquirir numerosas aptitudes básicas para su vida de adultos. Pero no es lo mismo jugar para superar desafíos en común que jugar y competir por ser el mejor del equipo. A continuación se apuntan las bondades de los juegos en grupo y algunos de los más entretenidos para los pequeños.
El juego en grupo de los niños
La Asociación Internacional por el derecho de los niños a jugar aclara que jugar no es solo una forma de pasar el tiempo, sino que significa «aprender a vivir». Dentro de este aprendizaje, uno de los aspectos fundamentales que aporta el juego a los más pequeños es abrirles el camino hacia la socialización e interacción con los demás. El juego en grupo es divertido para el menor, pero no todos enseñan al niño a trabajar en equipo. Las actividades cooperativas ayudan al pequeño a aceptar las desigualdades, mientras que la competición prima el éxito de unos frente a otros.
El juego en grupo aparece en los primeros puestos de las preferencias infantilesSegún el estudio ‘El juego en la Educación Social y Emocional’, elaborado por Petra María Pérez, catedrática de Teoría de la Educación de la Universidad de Valencia y miembro del Observatorio del Juego Infantil, a través del juego «los niños se socializan en la cultura del grupo». Pérez destaca que en los primeros años, el juego «es un entorno ideal para comprender y aceptar como semejantes a otros sin importar sus características diferentes». De hecho, el juego en grupo, frente al individual, aparece en los primeros puestos de las preferencias infantiles en el ‘Estudio sobre niños españoles’, llevado a cabo también por esta especialista. Los pequeños reconocen la importancia de jugar con otros menores.
Pero, ¿son igual de socializadores todos los juegos en grupo? Cuando en la acción de jugar participa más de un niño siempre se experimenta una interacción entre ellos. La diferencia radica en las competencias sociales que se pueden adquirir con cada uno de ellos.
Juegos cooperativos para superar desafíos en común
El juego cooperativo propone al niño retos que vencer de manera colectiva
Los juegos colaborativos, a diferencia de los que proponen la competición, no tienen como meta ganar o perder. El objetivo principal de todos los niños es común y la idea es superar de manera colectiva los retos que propone el juego. No hay necesidad de superarse unos a otros, sino de jugar juntos alcanzar la meta.
Un estudio de la profesora de Psicología de la Universidad del País Vasco Maite Garaigordobil, sobre los efectos del juego, destaca que con los juegos cooperativos se consigue un descenso de las conductas agresivas, se incrementan los mensajes positivos hacia los demás y se mejora las conductas sociales altruistas.
El corro de la patata, pasar la pelota y construir entre todos un tren humano, son sencillos ejemplos de juegos para los más pequeños que necesitan de la colaboración de todos los miembros para desarrollarse con éxito. En general son muy divertidos para todos y favorecen la participación y la integración de los más tímidos o los menos habilidosos, de modo que mejoran sus niveles de confianza. El resultado del trabajo en equipo que se realiza con el juego colaborativo permite reafirmar su sentimiento de pertenencia a un grupo; no porque sea un grupo fuerte capaz de vencer a otro, sino por ser un grupo efectivo.
Competir para ser el mejor
Los juegos competitivos también se desarrollan en grupo, pero con objetivos muy diferentes a los que persigue una actividad de cooperación. En un juego competitivo los participantes intervienen para lograr un objetivo individual, y existen siempre ganadores y perdedores.Este tipo de juegos, sin embargo, también son motivadores para muchos niños: les enseñan a ganar, perder, participar y desarrollar el sentimiento de pertenencia a un grupo. Sin embargo, tal como revela el estudio de la profesora Garaigordobil, la competición también genera conductas de rechazo hacia los contrarios; mientras que comportamientos como el compañerismo o la solidaridad se pierden por el afán de victoria.
Jugar es un derecho fundamental de todos los niños. Así lo reconoce la Convención sobre los Derechos del Niño, de Naciones Unidas. En su artículo 31 manifiesta el derecho del niño “al descanso y al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad”.
En la Red se pueden encontrar numerosas propuestas de juegos colaborativos para poner en práctica con los más pequeños. Estos son algunos de los enlaces más destacados:
Educarueca: esta web, pionera en el ámbito de la educación en valores, recoge un extenso catálogo de juegos cooperativos, con una descripción detallada, para niños a partir de dos años.
Educastur: once propuestas de juegos colaborativos del departamento de Educación del Principado de Asturias, dirigidas a niños y niñas de diferentes edades. Incluye el enredo, la isla u orden en las sillas.
Kometa: el Centro de Recursos en juegos cooperativos Kometa ofrece una amplio catálogo de materiales y juegos destinados a niños a partir de dos años de edad, que fomentan la cooperación y colaboración entre los más pequeños.
YouTube: a través de YouTube se puede acceder a diferentes grabaciones de juegos cooperativos desarrollados por niños de educación infantil.