Una de cada diez españolas sufren depresión después del nacimiento de su hijo. Es lo que se denomina depresión posparto, un trastorno mental que afecta de forma significativa al estado emocional de la madre y que, incluso, puede repercutir en el desarrollo del bebé. Las últimas investigaciones apuntan que una alteración genética durante el embarazo puede estar relacionada con la aparición de esta enfermedad. En este artículo se explica cuál es el componente genético de la depresión posparto y cómo prevenir su aparición con ayuda de una aplicación informática.
Irritabilidad, tristeza y ansiedad tras dar a luz. Aunque estos sentimientos parecen incompatibles con la alegría y la ilusión que suele acompañar al nacimiento de un hijo, la depresión posparto es experimentada por el 10,15% de las nuevas madres en España, tal como estima un estudio de la Universidad de Barcelona.
Este trastorno psiquiátrico tras la llegada del bebé puede estar originada por factores hormonales y circunstancias del entorno, pero, según nuevas investigaciones, también existe un componente genético que predispone a padecerlo.
La depresión posparto se lleva en los genes
Un reciente trabajo del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Universidad estadounidense John Hopkins apunta las posibles causas biológicas de la depresión posparto. Tras realizar un ensayo con 52 mujeres durante el embarazo y después de dar a luz, el grupo de investigación liderado por Zachary Kaminsky detectó que las madres que desarrollaron una depresión posparto habían sufrido antes del nacimiento de sus hijos una alteración en dos genes específicos.
La depresión posparto tiene un componente genético, afirman nuevas investigaciones
Este hallazgo, según los científicos, supone una buena noticia para las mujeres, ya que «se puede convertir en una importante herramienta para detectar la depresión posparto antes de tiempo y tomar así medidas preventivas contra su aparición». El estudio revela que con un sencillo análisis de sangre se puede determinar con una fiabilidad del 85% qué mujeres son más susceptibles de padecer una depresión después del nacimiento de sus bebés.
Una conclusión similar obtuvo un equipo formado por especialistas de siete hospitales españoles en una investigación publicada en la prestigiosa revista ‘British Journal of Psychiatry’. Tras analizar a más de 1.800 mujeres en distintos periodos después el parto, los expertos hallaron una alteración genética que incrementa la vulnerabilidad a padecer una depresión tras el nacimiento de un hijo. «Este hallazgo genético abre una vía al diagnóstico precoz en el reconocimiento del riesgo de sufrir este tipo de depresión», señalan los autores de este estudio.
Prevenir la depresión posparto
Los resultados de distintos ensayos han demostrado asimismo que la intervención psicológica resulta de utilidad para prevenir la aparición de la depresión posparto en mujeres. Las visitas domiciliarias de matronas después del parto, la asistencia telefónica y la psicoterapia son algunas de las medidas que pueden reducir la sintomatología de este trastorno.
Pero para aplicar estas medidas, es preciso antes identificar a las madres con riesgo de padecer la depresión. Los test de sangre que permitan detectar las alteraciones genéticas que predisponen a esta enfermedad mental serán probablemente una realidad en un futuro próximo, pero mientras tanto, otros especialistas apuestan por novedosos instrumentos de detección.
La intervención de matronas y psicólogos puede prevenir la depresión posparto en las mujeres
Una de ellas es la aplicación informática MamáFeliz, desarrollada por investigadores de la Universidad Jaume I de Alicante y la Universidad de Zaragoza. Esta herramienta de evaluación psicológica on line está diseñada para «detectar y prevenir el desarrollo de alteraciones emocionales a lo largo del embarazo y después del parto«, apuntan sus creadores.
El programa evalúa los factores de riesgo, tanto psicológicos como sociodemográficos o clínicos, asociados a la depresión posparto, como la falta de apoyo social, problemas con la pareja, historia previa de depresión o ansiedad y baja autoestima.
«La detección temprana podría reducir el impacto de la enfermedad mental en la madre y las consecuencias negativas en el desarrollo físico y emocional del feto», explican los especialistas de Creos, centro de psicoterapia y formación, que también participa en el desarrollo de esta aplicación.