Los preparativos para la llegada de un hijo suelen exigir dos recursos: tiempo y dinero. Cuanto más podamos economizarlos, tanto mejor. Uno de los asuntos que mayor gasto puede demandar es la preparación de la habitación del bebé. ¿Es necesario renovarla por completo, haciendo grandes inversiones en decoración y muebles nuevos? Probablemente no. Lo ideal es apelar a la imaginación y la creatividad para conseguir un ambiente funcional y divertido sin caer en excesos.
Paso a paso
Antes que nada, conviene tener en cuenta algunas recomendaciones generales:
- Asegurarse de que el suelo sea antideslizante, para evitar en lo posible caídas y accidentes domésticos.
- Prescindir de moquetas, alfombras y peluches: acumulan polvo y pueden provocar alergias en el recién nacido.
- Preferiblemente, que la habitación tenga una buena iluminación natural y también buena ventilación.
Una vez resueltas esas cuestiones, ya es posible centrarse en cómo acondicionarla: en los muebles y la decoración.
Los muebles
Los padres y madres primerizos, en su afán por ser precavidos, suelen comprar todo lo que creen que será necesario, lo cual los lleva a hacerse con piezas que luego resultan de escasa utilidad. Lo que no puede faltar es lo siguiente:
- El cambiador: puede comprarse con o sin bañera. Lo más baratos superan por poco los 100 euros.
- La cuna: hay muchísimos modelos, pero también se pueden conseguir económicas, por unos 100 euros.
- Armarios y estanterías: su tamaño podrá variar mucho en función del espacio con el que se cuenta en casa, y su valor dependerá de ese factor y del material. Una buena alternativa son las cestas y cajas organizadoras: con precios desde 5 euros, no sólo permiten ahorrar gastos en muebles, sino también jugar con la creatividad al momento de organizarlas. Si la elección sí son los armarios, la recomendación es elegir aquellos que continuarán siendo útiles a medida que el niño crezca.
- Los interfonos: si bien no son imprescindibles (nuestros padres no necesitaron de interfonos para criarnos) pueden ser aliados importantes en la vida cotidiana. Y se consiguen, los más económicos, por 30 euros.
Como recomendación general, es importante que todos los armarios, baldas y el resto del mobiliario tengan bordes redondeados. Nada que ayude a evitar accidentes hogareños estará de más.
La decoración
Si se dispone de tiempo libre, no solo se puede gastar menos encargándose uno mismo de la decoración, sino que además se puede sentir luego la satisfacción de haber dispuesto la habitación según los propios deseos. ¿Algunos trabajos manuales que no exigen ningún conocimiento específico? Coser cortinas y almohadones, comprar muebles de segunda mano y revestirlos del color deseado, montar colgantes con estrellitas o lámparas en el techo…
Si hace falta renovar las paredes, pintarlas es mucho menos costoso que empapelarlas. Por dos razones: una, que la pintura es más barata que el papel, y dos, que uno mismo puede hacerlo. Eso sí, esto hay que acometerlo con tiempo para ventilar adecuadamente la habitación antes de la llegada del niño.
La suma de todas estas tareas puede dar como resultado una habitación especial para el bebé. Y así debe serlo, ya que la mayor parte del tiempo en sus primeros meses de vida estará allí, y es importante que el ambiente sea cálido y que tenga a su vez atractivos que le entretengan y que estimulen sus sentidos desde los primeros días.
- Las tiendas especializadas y los portales de compras en Internet son lugares en donde se pueden conseguir excelentes ofertas. Puede tratarse de objetos de segunda mano pero que estén prácticamente nuevos, ya que en muchos casos el desgaste al que se los somete es mínimo.
- Otra opción es beneficiarse -en especial en outlets o grandes superficies- de artículos nuevos que se ofertan con importantes descuentos debido a que han salido de fábrica con alguna pequeña tara, que en la mayoría de los casos representa un defecto estético casi imperceptible y que no afecta en absoluto su funcionamiento ni su seguridad.
- Los amigos y familiares pueden tener muchos artículos que ya no necesiten y que pueden resultar valiosos para el bebé recién llegado. También es bueno hacer una lista de productos realmente necesarios, para facilitar la tarea de quienes deseen hacer algún regalo y este resulte útil y efectivo.
- No hay que dejar la decoración para el final, en especial porque en el último período del embarazo la madre no tendrá toda la energía ni la agilidad necesarias para llevar a cabo algunas tareas.
- Siempre que se pueda, lo mejor es optar por objetos que cumplen varias funciones, para ahorrar espacio y dinero. Y también evaluar, antes de comprar, cuánto tiempo será útil un producto, para valorar si se llegará a amortizarlo o no.