Los gastos de los hijos parecen no tener fin. Si de pequeños los copaban los pañales, las vacunas o la leche de fórmula, a partir de los seis la suma sigue: el capricho goloso de la semana, la camiseta de su club deportivo favorito, la tarifa de datos del móvil, el cine del sábado… ¿Y si a partir de cierta edad los afrontaran ellos? En estas líneas abordamos si es necesario que los niños tengan paga y, si lo es, desde cuándo hacerlo y cuánto darles.
Los españoles estamos entre los progenitores europeos, por detrás de los italianos y franceses, que más dinero damos a nuestros hijos de entre 5 y 15 años para sus gastos: más de 1.700 millones de euros al año. El dato impresiona. Lo da la agencia de comunicación y márketing infantil y adolescente The Modern Kids & Family (TMKF) en su informe ‘La infancia en España’, en base a una paga de 7,5 euros a la semana.
Pero esta cuantía baila según los estudios y la edad. En la encuesta ‘Financial Empowerment in the Digital Age 2014’ realizada por el Grupo ING, aparece que el 41 % de los niños españoles de entre 5 y 15 años recibe de 5 a 10 euros de paga por semana, una cantidad que llega a aumentar hasta los más de 50 que percibe un 13,8 % de los mayores de 15 años. Y el sondeo de la Fundación Junior Achievement España y MetLife para su estudio ‘Educación financiera: ¿qué debemos saber?‘, la cifra en 25 euros semanales para los adolescentes a partir de los 11 años y en los 12 para los menores de esta edad.
Independientemente de los euros, no todos los padres la dan. «Nunca hemos sido de paga», reconoce Ana Cía, quien hasta este año era la presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Navarra. Con seis hijos y un sueldo lo veían complicado. Como ella la mitad de los progenitores con hijos en Primaria y en torno al 38 % en Secundaria, según el último estudio citado. Muchos padres lo consideran un gasto más, algo de lo que, sin embargo, discrepa Juana León, la fundadora y directora de Aprender Cuenta, un proyecto de educación financiera para niños de 5-16 años: «No se trata de dar dinero a un niño sin más, ni tampoco de un gasto extra para las familias, sino de transferir ciertos gastos que ahora asumen los padres y que, cuando dan la paga, la pasan a asumir sus hijos».
Una paga con propósito formativo
Porque dar la paga tiene, ante todo, un fin educativo. «Lo importante no es estar a favor o no de darla, sino de enseñar a nuestros hijos el valor del dinero. Debemos hacerles ver que no todo lo que quieren lo pueden tener. No podemos ser consumistas irreflexivos que compran y gastan sin límite», resume Alberto Carretero, psicólogo infanto-juvenil del IMQ AMSA de Bilbao. Según los expertos, es conveniente que se acostumbren a esforzarse para conseguir las cosas que desean, y que sean una consecuencia de su conducta, esfuerzo, responsabilidad y cumplimiento de las normas. Con la paga aprenden a manejar cantidades reales que pueden ayudarles a identificar el valor material de las cosas, aprenden a controlar los gastos, administrar su pequeña economía… Pero ¿no serán más consumistas? «Existen otros muchos condicionantes. Debe ayudarles a valorar más lo que tienen, a conocer que todo lo que les compramos supone un esfuerzo y, en un futuro, a ahorrar y gestionar mejor sus gastos», sostiene el psicólogo.
Sin ese objetivo educativo, poco avanzamos. De hecho, nuestros hijos suspenden en finanzas. El último informe PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) al respecto pone de manifiesto que uno de cada cuatro niños de 15 años no es capaz de tomar decisiones sobre el gasto financiero ni de resolver asuntos sencillos de economía como entender una factura.
Cómo dar la paga
La educación financiera ya comienza a introducirse en las aulas. Desde 2014 forma parte del temario de los estudiantes de Primaria a través de la asigantura de Ciencias de Sociales y, en 4 de ESO, dentro de la optativa de Economía. Pero ¿en casa? Según el informe PISA, casi ocho de cada diez chavales (el 79 %) consiguen dinero por regalos de familiares o amigos y el 32 % tiene una asignación sin hacer tareas domésticas mientras el 36 %, tras hacerlas. Darles la paga puede servir para iniciarles desde pequeños en esta materia. ¿Cómo hacerlo?
- La mejor edad para empezar. Para Juana León, los padres podrían empezar a hacerlo «simbólicamente» a los 5-6 años, mientras que ya es «necesario» a los 9. Carretero baja la edad a los 8, cuando los niños ya pueden ayudarse del conocimiento matemático (sumar y restar) que aprenden en la escuela.
- La frecuencia. Lo idóneo es semanal. «A los pequeños les resulta mucho más fácil manejar cantidades menores en varias veces que una gran cantidad a la vez. Y, por supuesto, se corre el riesgo de que se lo gasten todo en la primera semana», apunta la experta financiera.
- Si el dinero se agota. Prestarle es una solución, pero hay que poderlo por escrito, fijar un plazo de devolución y asegurarse de cobrarlo.
- Un consejo para ahorrar. Una vez determinada la cuantía de la paga y los gastos que cubrirá, habría que hacerse con dos huchas transparentes: una para sus objetivos de ahorro, sus metas… y la otra para sus gastos. De ahí que se les dé un poco más de dinero para poder ahorrar. Los más pequeños deben tener el objetivo de ahorro claro, a la vista, para que no se olviden y estén motivados y a cumplir en un breve espacio de tiempo, no dentro de un año. «Tienen que disfrutar de su recompensa pronto, para que vean el ahorro como algo motivador y positivo», señala León.
Cuánta paga al mes
Como recuerda el psicólogo Alberto Carretero, «cada familia deberá establecer la cantidad económica y la periodicidad, teniendo en cuenta tanto las circunstancias personales de sus hijos como las posibilidades económicas familiares». Puedes estimar una paga semanal, recomiendan los expertos, según los gastos reales de tu hijo y que ahora afrontas tú. Haz una lista de todos ellos y decide de cuáles se responsabilizará a partir de este momento, según su edad y madurez: chucherías, cómics, juguetes, videojuegos, DVD, helados, entradas de cine, libros, móvil, ropa, el abono de transporte… La cuantía debe cubrir esos gastos más algo para ahorrar y actualizarla cada año para compensar el incremento del coste de la vida. Desde Finanzas para todos aconsejan empezar con poquito dinero y luego subir la cantidad para que coja confianza y se responsabilice de más gastos.