Finlandia es el mejor lugar del mundo para ser madre y su tasa de mortalidad infantil es una de las más bajas del planeta. Uno de los factores que ayudan a que esto sea posible es una caja de cartón con ropa, juguetes y otros artículos para el bebé que, desde 1938, reciben todas las mujeres durante el embarazo. En los últimos años, varios países han lanzado iniciativas similares. Este artículo brinda más detalles sobre esta ayuda, cómo se han lanzado programas parecidos en otros países y sobre las ayudas por maternidad vigentes en España.
Cajas de maternidad: ayuda clave en el mejor lugar para ser madre
Finlandia es en la actualidad uno de los países con mayor calidad de vida en todo el mundo. De hecho, es el mejor lugar para convertirse en madre, según una clasificación elaborada por la ONG Save the Children en 2014. Por eso, puede parecer extraño que el Estado finlandés entregue a todas las mujeres embarazadas una caja de cartón que contiene ropa, juguetes y otros productos para el bebé, una práctica que podría ser más característica de países con altos niveles de pobreza y desigualdad. Sin embargo, se trata de una tradición que se remonta a hace casi ocho décadas y cuya influencia se hace sentir ahora en muchos otros lugares del planeta.
La historia de la caja finlandesa comenzó en 1938, cuando la situación económica de ese país era diferente a la actual. La tasa de mortalidad infantil era de 65 casos por cada 1.000 nacimientos. En principio, la ayuda se destinó a la gente de más bajos recursos. Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, el contenido de la caja de cartón se convirtió en una contribución vital para muchas familias.
La caja de maternidad es una forma de garantizar que todos los bebés finlandeses cuentan con unas condiciones iniciales de vida equitativas
A partir de 1949 la entrega se universalizó, como una forma de garantizar que todos los bebés finlandeses, sin importar la condición social en que le tocara nacer, contarían con unas condiciones iniciales de vida equitativas. Pero existe un requisito para que la mujer embarazada se convierta en beneficiaria del plan: acudir a la consulta del médico antes de los cuatro meses de gestación. En su momento, esto supuso una ayuda muy importante para el cuidado y la salud de las futuras madres.
En la actualidad, además de ropa y pañales, se incluyen libros, parches para los pechos y condones, como se puede apreciar en la web del Instituto de la Seguridad Social de Finlandia (Kela). Y, por si fuera poco, la propia caja recibe una utilidad: sirve como una primera cuna para el niño. Como en la parte inferior tiene un pequeño colchón, los bebés pueden dormir allí. Y de hecho es una costumbre bastante arraigada en el país nórdico, que hoy en día cuenta con uno de los índices de mortalidad infantil (2 por cada 1.000) más bajos en todo el mundo.
Cajas para bebés en otros países
Pese a la larga historia de esta iniciativa, era muy poco conocida fuera de las fronteras finesas. Hasta que, en 2013, un artículo publicado por la web de la BBC (la cadena informativa estatal de Reino Unido) hizo que la idea comenzara a copiarse, a través de una suerte de «contagio positivo», en otros lugares. En cada sitio, la caja se adapta a las condiciones y necesidades propias de cada región.
Sudáfrica es uno de los países donde la idea encontró terreno fértil. El proyecto, llamado Thula Baba Box (‘Thula Baba’ es una canción de cuna tradicional de ese país), no surgió desde el Gobierno sino de dos emprendedores. Dada la situación de su país, pensaron que era más apropiado que allí las cajas no fueran de cartón sino de plástico, para que las madres las usaran como bañeras para sus hijos. Además de la ayuda que estas cajas implican por sí mismas, el objetivo es que el incentivo de recibirlas anime a muchas madres a acudir a los controles médicos con mayor rigurosidad, lo cual tiene un valor fundamental en una región donde el porcentaje de mujeres con VIH es elevado.
A India, por otro lado, las cajas llegaron a partir de la idea de Karima Ladhani, una estudiante de doctorado en Harvard (EE.UU.) con raíces en ese país asiático. El proyecto fue denominado «Barakat Bundle» (bundle es una palabra inglesa que significa «paquete» y barakat es «bendición» en varios idiomas locales). La particularidad de las cajas es que vienen con una tela mosquitero para proteger al bebé. Y es que la malaria y otros males transmitidos por los insectos son algunos de los problemas más graves que afectan a los recién nacidos en esa región.
El Gobierno del Distrito Federal de México también decidió aplicar la idea para los sectores de más bajos recursos de su población, en un proyecto llamado «Cunas CDMX» (acrónimo de Ciudad de México). Incluso en Londres, una de las ciudades más ricas del mundo, hay una iniciativa para entregar cajas como las finlandesas en el Hospital Queen Charlotte’s and Chelsea, una de las maternidades más antiguas de Europa. Y la idea también cobra fuerza en otros países desarrollados, como Estados Unidos y Canadá.
De todos modos, en cualquier parte del mundo está la posibilidad de acceder a una caja finlandesa. Pero hay que comprarla, por supuesto. La empresa Finnish Baby Box comercializa estas cajas, cuyo contenido se puede personalizar dentro de una serie de opciones, por 399 euros. El precio del envío está incluido.
Aun después de la eliminación del llamado “cheque bebé” (la ayuda de 2.500 euros por nacimiento que benefició a las familias de los niños nacidos entre el 1 de julio de 2007 y el 31 de diciembre de 2010), en España siguen vigentes algunos beneficios para las mujeres que han sido madres: cheques familiares, ayudas por nacimiento o adopción, prestación por maternidad y otras. Pero no es lo mismo, porque la caja tiene un valor y un efecto simbólico que va más allá de su coste monetario. Las madres en Finlandia también tienen la posibilidad de recibir 140 euros en efectivo, en lugar de la caja; sin embargo, el 95% de las primerizas opta por la caja, dado que su valor es mayor.