La mañana, el momento más estresante del día
Por las mañanas estamos más estresados, y a las 7:23 horas lo estamos mucho más. Lo dice un estudio reciente realizado con 2.000 británicos, quienes aseguraban estar estresados nada más despertarse al coincidir esa hora con el momento crítico en el que tienen que llevar a sus hijos al colegio para después ellos marcharse a trabajar.
Además, según la misma encuesta, entre los cinco acontecimientos más estresantes de un día cualquiera figuran, además de los atascos de tráfico, situaciones muy comunes en una casa… y sobre todo con niños:
- despertarse tarde.
- mancharse la ropa con comida bebida, maquillaje o pasta de dientes.
- derramar algo sobre una alfombra.
- romper o dejar caer algo por accidente, como un vaso o un tazón.
Y si a estos pequeños dramas matutinos, le sumamos que no hemos planificado ese primer momento del día, ni hemos descansado lo suficiente, porque no nos hemos acostado pronto, algún hijo no ha dormido bien o la calidad del sueño no ha sido buena por preocupaciones, por ejemplo, el estrés está asegurado y el conflicto familiar casi que también. Y se paga.
➡️ Preparar a los niños por las mañanas: diez horas de trabajo
De hecho, otro estudio estadounidense de 2018 apunta que preparar a los niños para ir al colegio equivale a un día extra de trabajo a la semana (unas diez horas). Además, muchos progenitores acaban agotados y sin tiempo ni para desayunar afeitarse o maquillarse. Y no solo por las tareas que realizan en casa durante esas primeras horas del día (vestir a sus hijos, hacerles el desayuno, revisar la mochila…), sino también por el control constante y la carga mental que llevan a cabo sobre los menores para intentar no llegar tarde al cole y, por tanto, al trabajo.
Son muy ilustrativos los siguientes datos que aporta esta misma encuesta en la que participaron 2.000 padres y madres:
- Al menos dos veces cada mañana recuerdan a sus hijos que deben vestirse solos, cepillarse los dientes o ponerse los zapatos.
- En un curso escolar, casi 540 veces piden a sus retoños que se den prisa por la mañana.
- Más de la mitad promete algo para conseguir que sus peques aligeren y faciliten la mañana: tiempos con la consola, el móvil o la tableta (39 %), un nuevo juguete o juego (38 %) o tiempo extra viendo la televisión (33 %).
- De media, se saltan dos desayunos a la semana porque sus hijos los hacen llegar tarde.
- Parte del aseo personal queda relegado al camino al trabajo, debido a la falta de tiempo por la mañana: el 43 % de las mujeres confesó que se maquilla y el 52 % de los hombres, que se afeita, durante el viaje.
- Y, por si fuera poco, de media los niños derraman algo en su ropa dos veces a la semana, mientras se preparan.
Consejos para que las mañanas sean menos estresantes
No hay duda de que muchas familias comienzan su jornada muy estresadas. “Ese estrés tiene mucho que ver con que no nos paramos a reflexionar en cómo queremos empezar el día. Hay poca cultura de ver cómo arrancar el día para hacerlo de forma más amable y positiva, de ver la importancia de organizar ese espacio y momento para contagiar emocionalmente el inicio de las actividades escolares y profesionales con una mejor actitud emocional”, afirma la psicóloga Bárbara Tovar, experta en ansiedad y estrés. “Se trata de cuidar el ‘cómo’ para poder habitar la calma, el silencio, el cariño y la sonrisa, en lugar de la irritabilidad, el estrés, la tensión y los enfados”, resume.
¿Y cómo lo hacemos en las primeras horas del día? Tovar, autora del libro ‘Mi mundo en calma’, da algunas claves para hacer que las mañanas en los hogares con hijos sean menos estresantes.
✔️ Despertarse con tiempo suficiente para todos
Es de cajón, pero a veces preferimos dormir cinco minutos más que desayunar, y creemos que nos da tiempo. Y, en realidad, cada uno tiene su ritmo, y no llegamos a todo. Esto es más patente con los peques que ya son casi autónomos. Hay muchos a los que les cuesta seguir el ritmo rápido de los mayores y, además, no tienen asumido todavía el sentimiento de responsabilidad de no llegar tarde.
“Es importante ser honestos con el tiempo que necesitamos para poder levantarnos y hacer las cosas a un ritmo que proponga un clima amable y agradable en el hogar. Debe haber espacio para poder hacer las cosas al ritmo de cada miembro de la familia. Debemos modificar el tiempo real que cada uno necesita para desperezarse, levantarse de la cama, desayunar sin engullir, ducharse —si es lo que uno prefiere por las mañanas—, siendo conscientes del momento”, comenta la experta.
✔️ Tomar conciencia de las propias emociones
Además de levantarse antes y con planificación, para Bárbara Tovar es igual de importante que los padres y madres tomen conciencia y se comprometan con el estado emocional o el clima que aportan a la mañana. “Podemos levantarnos con energía, música, cariñosos o, en silencio, pero de forma amable, tranquila, positiva… Esto se educa y vamos contagiando de hábitos más saludables a los hijos para que los vayan adquiriendo”, propone.
✔️ Poner música
Si eres de los que ponen música relajante para dormir, puedes poner música que invite a la motivación, a arrancar con energía o a calmarte, según lo que necesite la familia en cada momento.
Para intentar que los madrugones fueran más llevaderos, en 2015 Spotify ya elaboró junto a un psicólogo de música de la Universidad de Cambridge (EE. UU.) llamado David M. Greenberg esta lista con las 20 mejores canciones para empezar el día. Los temas seleccionados para el listado ‘Wake UP’ cumplen con las tres reglas de oro de toda música perfecta para despertarse con energía: sonido gradual, letras positivas y ritmo fuerte (con un tempo de entre 100 y 130 pulsaciones por minuto).
¿Y escuchar la radio o ver la televisión para ponerse al día de las noticias? “Hay quien se relaja viendo la tele y la radio. Pero no suelen generar mucha calma o armonía, que es lo importante para sembrar en las mañanas”, puntualiza Tovar, quien anima a probar otras fórmulas que provoquen un estado de ánimo más amable y positivo.
✔️ Hacer meditación
Entre los ejercicios más básicos para hacer en familia a estas horas, la psicóloga destaca la meditación: “Su práctica a primera hora de la mañana es la más potente y sana que existe. Es una de las estrategias más poderosas para provocar ese estado mental que nos ayuda a enfocar el día”.
Pero también reconoce que requiere mucha disciplina y fuerza de voluntad. “Hoy en día, educar en parar, en contemplar la respiración o el espacio de la mente o en estar en silencio consigo mismo es muy complicado, porque resulta muy incómodo. No estamos acostumbrados a estar en el ‘no hacer‘, y más por la mañana que queda tanto por hacer. Tener ese autocontrol de poder parar y sentarnos para meditar requiere intencionalidad y compromiso”.
¿Cómo hacer atractiva a los niños y niñas la meditación? Además de practicarla en los centros escolares, Tovar cree que la mejor manera de enganchar a los hijos a la meditación es a través de la propia práctica de los padres y madres comprometida y sostenida en el tiempo. “Si hay un hábito, los niños se van dando cuenta de que hay unas herramientas, unos recursos, un estilo de vida que, cuando lo necesite, podrá imitar y adquirir. Ofrecemos, no imponemos”, señala.
✔️ Dejar todo preparado el día anterior
Desde la tarde-noche anterior, pueden estar preparadas en la entrada de casa la mochila del cole y la bolsa de deporte o en las sillas de cada dormitorio la ropa. También se gana tiempo teniendo listos la mesa del desayuno y los almuerzos para el recreo o las comidas de táper. ¿Y qué tal si todos nos duchamos por la noche?
Porque puede ser que nos levantemos pronto, pero la mañana se complique, porque el adolescente no dé con el look para ir al instituto o el peque no encuentre un cuaderno determinado, por ejemplo. Ante estas situaciones “es lógico que volvamos a la tensión, al conflicto o al enfado y es fácil entrar en un tono de reproche, pero debemos tratar de evitar que se establezca como una dinámica y rutina de funcionamiento familiar”, sostiene Tovar.
Dejar hecho parte del trabajo de la mañana el día anterior evita muchos conflictos matutinos. Es conveniente que cada miembro de la familia tenga asignada una labor (que puede rotar según el día o la semana) y siempre responsabilizarse de ella. Esta lista de tareas del hogar por edades puede ayudarte.
✔️ Desayunar juntos
A veces por las mañanas no hay espacios para vernos ni tiempo para mirarnos, hablar o conectar. Sin embargo, la especialista recuerda que hay hábitos que podemos introducir de la mejor manera posible para que nuestros hijos los adquieran y, a la vez, crear ese ambiente positivo, de estar a gusto. Uno de ellos es desayunar en familia.
“Es un momento maravilloso e interesante para tener en cuenta como espacio de reunión y conexión, ya que los horarios de trabajos y extraescolares no permiten comer o cenar en familia. Al estar todavía algo dormidos, estamos más en conexión con el otro, y no con las redes sociales y los móviles”, añade. Para ello, recomienda dedicarle tiempo y hacer un desayuno elaborado, pero fácil y saludable, para compartir en la mesa.
✔️ ¿Recompensas?
Para conseguir que cada mañana tu hijo se dé prisa, no derrame la leche, salga de casa como una vela… ¿le prometes una recompensa? Según Bárbara Tovar, a veces ayuda marcar consecuencias, pero es la última de las herramientas y estrategias a las que debemos recurrir, aunque, desafortunadamente, es la primera que utilizamos “porque pensamos que con el tiempo, la paciencia y la armonía no va a ser suficiente, y nos equivocamos”.
Como recuerda la psicóloga, “para poder regular una conducta desregulada de un niño (pereza, rabieta, que se resiste ir al cole…), necesitamos cariño, paciencia y tiempo. Pero si vamos con el reloj apretado y tenemos poco tiempo, nos impacientamos y nos damos cuenta de que no tenemos tiempo suficiente para poder hacernos cargo del berrinche. De nuevo, solo cabe la sensatez a la hora de planificar con cuánto tiempo me tengo que levantar. Es importante crear un espacio de clama y armonía para poder bregar con estas resistencias”.