Por qué los bebés tienen las manos y los pies fríos
No te asustes. Durante los tres primeros meses de vida, los bebés suelen tener las manos y los pies más fríos que el resto del cuerpo. Es normal. ¿Por qué? Son varias las razones:
🖐️ Sistema circulatorio inmaduro
En esta etapa, la circulación sanguínea periférica no es muy eficiente, por lo que hay menos sangre en pies y manos (al corazón le cuesta llevar la sangre a las zonas más alejadas). Incluso puede ocurrir que los recién nacidos tengan estas extremidades de color azul (acrocianosis). Pero no te preocupes, esta condición se va resolviendo a medida que el peque va creciendo y su sistema cardiovascular va madurando.
🖐️ Falta de regulación de la temperatura corporal
Los bebés tienen una temperatura un poco más alta que los adultos, entre 36,5 y 37,5 ºC, pero sus extremidades (brazos, manos, piernas y pies) siempre están más frías que las de sus padres. De ahí que en los niños pequeños se mida mejor la fiebre con toma rectal. Su piel es tan fina (20-30 % más que la nuestra) y con tan poca grasa que no tiene desarrollados los mecanismos que regulan tanto las pérdidas como la producción de calor: no sudan tanto como respuesta al calor, porque sus glándulas sudoríparas son inmaduras, y puede que el calor les adormezca —y no se quejen con lloros—. Ten en cuenta que son mucho más sensibles a los cambios de temperatura.
🖐️ Los bebés apenas se mueven
Como los recién nacidos casi no se mueven, no estimulan la circulación en sus extremidades. Además, esta falta de actividad tampoco ayuda a mantener los pies y las manos calientes. Todo cambiará cuando empiecen a gatear.
➡️ Pero si la temperatura exterior es baja, como sucede en invierno, y el bebé está con poca ropa, ¿tendrá frío? No te fíes de sus manos y pies. Toca con tu mano su nuca o cuello. Ahí notarás si, en realidad, tiene calor o no. Los peques sudan si los abrigamos mucho, así que con una capa más de lo que tenemos nosotros, bastará para abrigarlo. Si está frío (las manitas las tendrá azules) o caliente, mira la fiebre del bebé, fíjate en si está tranquilo o llora, el color de sus mejillas… y consulta con tu pediatra.
Uso de manoplas, calcetines y gorros en bebés
Por estos motivos, muchos padres y madres tienden a poner a sus hijos recién nacidos manoplas y calcetines, además de un gorrito para la cabeza. Arropar a los bebés favorece la termorregulación, cuando no estén en contacto piel con piel, tal y como recoge la ‘Guía de Cuidados del Recién Nacido en las plantas de Maternidad’ (Hospital Universitario 12 de Octubre, en Madrid). “Inicialmente conviene cubrir los brazos con mangas largas, los pies con calcetines y la cabeza con un gorro de algodón, independientemente de la época del año que sea”, apunta la ‘Guía práctica para padres. Desde el nacimiento hasta los 3 años’, de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
En el caso del gorro, esté en los protocolos ponerlos nada más nacer en todos los hospitales, con el fin de que el bebé no pierda calor a través de la cabeza. Pero esta práctica empieza a ser cuestionada, como señala este estudio (2020), pues podría aumentar el riesgo de sofocación.
En su primer día de vida, si no hace mucho calor en la habitación es aconsejable vestir al bebé, además con un mono o bodi con pantalón y calcetines, según reza la guía madrileña. En las jornadas siguientes, el gorro se mantendrá, si hay riesgo de hipotermia o la temperatura de la habitación es baja, pero, en cualquier caso, sí se recomienda utilizar calcetines, patucos o cubrir sus pies con polainas.
En cambio, ambas guían no recomiendan el uso de manoplas, guantes o mitones (o calcetines pequeños) en las manos. Los expertos o ni nombran esta prenda o claramente la descartan: “No deben ponerse guantes”. Y es que poner manoplas a los bebés tiene ventajas, pero aún más desventajas.
Beneficios e inconvenientes de usar manoplas
✅ Beneficios de utilizar manoplas
¿Por qué usar manoplas con los bebés? Además de dar calor a sus manitas y evitar que pierdan su calor corporal, los progenitores las utilizan con sus hijos buscando otro beneficio más: evitar que se arañen la cara con sus uñitas, aunque estas lesiones no son profundas ni graves.
Y es que a muchos padres y madres les da cierto reparo cortar las uñas a sus bebés, pues piensan que, como son muy blanditas y aún están pegadas a su piel, podrían hacerles daño. Hasta hay quienes prefieren morder o pelar con la mano las uñas de su recién nacido, en lugar de usar tijeras o cortaúñas, y arriesgarse a provocarles una infección.
❌ Inconvenientes de usar manoplas
“No deben ponerse guantes, que dificultan la exploración táctil, el contacto con la boca y con la piel de la madre”. Así de tajante se muestran los especialistas neonatos del hospital madrileño citado.
El tacto es el sentido más importante para los bebés y el que más pronto desarrollan. Incluso antes de nacer ya exploran con sus manitas el líquido amniótico, su cara y manos y el vientre de la madre. Y, ya en el exterior, una vez ha nacido, el contacto piel con piel de las primeras horas con sus padres, esos mismos arañazos y la lactancia materna activan sus receptores táctiles necesarios para conocer el mundo nuevo en el que se inicia. El tacto resulta fundamental mientras que el peque es amamantado: al tocar con sus manitas el pecho de la madre, se estimula la producción de oxitocina y, así, la salida de la leche.
Entonces, ¿le pongo manoplas al bebé?
Si le pusieras manoplas, tu hijo se perdería todas estas experiencias. Así que no te preocupes. Durante los primeros meses, las manoplas no son necesarias.
Y, si tu hijo tiene las uñas largas, lo conveniente es limarlas durante los primeros días para evitar arañazos. Dos o tres semanas después, ya puedes cortárselas con un cortaúñas o una tijera de puta redonda. ¿No te atreves? Un consejo: hazlo cuando esté dormido y siguiendo estos cinco pasos para cortar las uñas del bebé.
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