Manualidades de verano sencillas para niños

Las horas en la playa pasan más rápidas saltando olas, haciendo castillos de arena, pescando peces, buscando cangrejos… y recogiendo conchas marinas y piedras que servirán para realizar distintas manualidades con los niños, como un marco de fotos. Además de conchitas y caracolas, los menores necesitarán los siguientes materiales: marco de fotos de plástico o madera sin decorar, pegamento y tijeras. Por su dificultad, puede ser adecuado para escolares de los últimos cursos de Primaria.

• Si el marco es de madera, hay que lijarlo y pintarlo de color con pintura acrílica o darle solo barniz para proteger su color natural. Pero para los más peques, es preferible elegir un marco de plástico.
• Después, toca seleccionar las cochas que quieran utilizar y pegarlas a su gusto.
• Solo queda cortar con cuidado las puntitas que sobresalgan y dejar secar.

Además de conchas variadas, caracolas y piedras, para esta botella sensorial casera los niños deben hacerse con estos materiales: botella de plástico lisa y transparente con su tapón, arena, agua con colorante, dos globos de agua, un pompón rojo y estrellitas de brillantina azul o verde. Hay que procurar sellar el tapón con silicona al terminar la manualidad, que tiene dos versiones:

• Botella sensorial sencilla. Basta meter en el recipiente solo conchas (a modo de sonajero para un bebé) o conchas y arena.
• El mar en una botella. Se deben introducir en el envase transparente las conchas y piedritas que no pesen apenas, las estrellitas y el pompón (erizo de mar); después, llenar los globos con un poco de agua, atarlos y pintarles unos ojos (pececitos). Por último, queda añadir el agua donde casi todo flotará. ¡Listo!

¿A tus hijos les han sobrado conchas que no pesen mucho? Los adolescentes pueden usarlas para esta manualidad que requiere de estos otros materiales: tronco de madera (a modo soporte), hilo de pescar (o cuerda resistente) y tijeras (o punzón). ¿Cómo hacer un móvil con conchas de mar? Mirad.

• Si las conchitas y caracolas no tienen un agujero por el que meter el hilo, hay que hacerlo con unas tijeras. Esta es la parte más delicada, pues los niños podrían romper la cáscara. Así que, un consejo: deben contar con bastantes conchas, por si acaso. Y un truco: poner debajo algo mullido sobre el que apoyar las conchas al intentar hacer los agujeros.
• Hay que hacer un nudito en un extremo del hilo y meter una concha. Después, a la distancia que quieran, se debe llevar a cabo lo mismo con el número de conchas elegido para hacer el móvil.
• Una vez terminado el hilo, basta con anudarlo al tronco de madera.
• ¿Aún quedan más conchas e hilo y caben más filas en el tronco? ¿Sí? Pues, hay que añadir las que se quieran, y se puedan.

El verano y sus diversas olas de calor pueden ser menos sofocantes para las aves que visitan nuestros jardines y terrazas. ¿Cómo? Los niños pueden hacer una casa para pájaros o, sencillamente, ¡fabricar un bebedero! Solo necesitan estos materiales: botella de refresco, tijeras, cuerda y pintura en espray. Y seguir estas pautas:

• Cortar un rectángulo a la botella, como si fuesen a hacer una pequeña barca con ella.
• Pintar la botella con el espray del color que se quiera.
• Atar una cuerda en la zona del tapón y colgar el bebedero de un árbol.
• Rellenar la base de la botella con un poco de agua, pero que no sea demasiado hondo: lo justo para que puedan beber e incluso bañarse.
• Solo queda cambiar el agua a menudo, pues se puede calentar o evaporar, y lavar el recipiente al menos una vez a la semana para así evitar el traspaso de enfermedades entre aves.

En julio, los campos de lavanda están preciosos y muchas flores están en su máximo esplendor. Por tanto, los peques pueden aprovechar las flores y hierbas aromáticas (lavanda, rosa, jazmín, romero…) que crezcan en su entorno para hacer una manualidad que todo niño o niña debe intentar hacer alguna vez en la vida: perfume casero.

Además de las flores, deben reunir los siguientes materiales: mortero, 25 ml agua destilada, 75 ml de alcohol etílico (con niños peques mejor agua), frasco de cristal con su tapa, pequeños recipientes de cristal con su tapón y colador. Estos son los pasos para hacer un perfume casero con flores.

• Colocar un puñado de lavanda en un mortero y machacarlo bien.
• Echar la lavanda en un frasco de cristal y cubrirlo con alcohol.
• Dejar reposar 10 minutos y mezclar bien con el agua.
• Dejar en reposo durante 10 días, agitando de vez en cuando.
• Colar la mezcla, verterla en los tarritos y taparlos.

Al pintar mandalas, se logra que los niños trabajen la paciencia, la concentración, la psicomotricidad y la creatividad. Y están muy entretenidos. Más lo estarán con un mandala creado por ellos mismos con elementos naturales que podrán ir poniendo en una hoja de papel de gran tamaño (DIN A3), una sábana blanca o el suelo. Para ello, antes han de buscar en la naturaleza (o por casa) estos materiales: hojas, flores, piñas, ramas, piedras, cortezas, semillas, conchas, legumbres, pinzas…

Para crear uno de estos mandalas solo hay una regla: se debe empezar a realizarlo del centro hacia fuera de forma simétrica. ¡A ver qué bonito les queda!

El postre del verano por antonomasia es el helado, sin menospreciar a la refrescante fruta. Y entre los preferidos de los peques están los polos. Con sus palos se pueden hacer multitud de manualidades, y de ellas la más sencilla es un marcapáginas para libros, que seguro ayudará a fomentar la lectura entre los niños. Es preciso tener estos materiales: palitos de helado, cola, goma EVA, lápiz, rotuladores y tijeras. Así pueden construirlo los niños de 3 a 5 años.

• Pintar el palo de helado como se quiera: un color, piezas de puzle, flores, formas geométricas…
• Cortar una figura de goma EVA: una estrella, una flor, una letra, el sol, un corazón…
• Pegar la figura en el palo con ayuda de la cola.

Adornan las terrazas, dan más color a un jardín y alegran las fiestas de cumpleaños, sobre todo, los días en lo que sopla algo de aire. Estos son los materiales que necesitan los niños de los primeros cursos de Primaria para hacer un molinillo de viento: cartulinas o folios de colores, un lápiz, una regla, unas tijeras, pegamento, rotuladores, una pajita, una chincheta y un poco de plastilina. Y, estos, los pasos:

• Con la ayuda de la regla dibujar y recortar un cuadrado de 15 centímetros de lado.
• Trazar dos diagonales, uniendo de extremo a extremo.
• Marcar el centro del cuadrado y recortar cada línea marcada, pero sin llegar al centro. Así se consiguen las ocho puntas del molinillo (dos por cada vértice).
• Doblar la cartulina por la línea cortada hasta el medio, alternándolas y unirlas con un poco de pegamento en el centro.
• Pintar las caras que se desee del molinillo.
• Fijar el punto central con una chincheta, uniendo el molinillo a la pajita.

Los chavales preadolescentes pueden construir esta lámpara quitamiedos para sus hermanos más pequeños que tienen miedo a la oscuridad u otro típico miedo infantil de verano. Tendrán que hacerse con los materiales (lata, vela a pila, clavos pequeños y un martillo) y seguir estas pautas:

• Limpiar bien la lata de papeles, restos de comida o bebida y secarla.
• Meter tierra en la lata para poder hacer el siguiente paso sin problemas.
• Hacer agujeros con los clavos y el martillo formando un dibujo que deje pasar la luz y sea del gusto del niño.
• Quitar la tierra y limpiar bien la lata.
• Meter la vela a pila.

Pintar piedras y jugar con ellas está de moda, pero ¿y hacer imanes con ellas? Pues también. Tus hijos pueden convertir las piedras que recojan en su destino de vacaciones en un souvenir para la nevera. Para ello, necesitan estos materiales: pinturas acrílicas, témperas o rotuladores, barniz transparente, cola y un imán. ¿Cómo lo pueden hacer?

• Coger piedras lo más planas posible en la playa, ciudad, campo, campamento… donde pasen las vacaciones.
• Pintar el monumento más característico del lugar y escribir su nombre en la piedra.
• Emplear barniz transparente para proteger el dibujo.
• Pegar con cola el imán. ¡Ya está listo para colgarlo en el frontal del frigorífico!