Los abrazos y las caricias para los niños forman parte ineludible de la manera de expresar el amor. Los padres saben que estos mimos son uno de los mejores métodos para reconfortar a sus hijos. Pero se puede ir más allá y utilizar el sentido del tacto de un modo más técnico. Y es que, como lo corrobora un estudio reciente, el masaje infantil ayuda a controlar las emociones y el estrés de los pequeños, contribuye a calmar a los que lloran, además de aliviar problemas de estreñimiento y respiratorios. A continuación se proporcionan siete recomendaciones para aplicarlos en casa. También se explica dónde aprender a dar un masaje infantil más profesional.
Masajes y caricias para calmar al bebé que llora
«El masaje infantil es uno de los métodos más agradables, fáciles y efectivos para establecer un contacto afectivo con el bebé», señala la Asociación Española de Masaje Infantil (AEMI). Según estos expertos, la experiencia resulta muy gratificante para el pequeño. Para los niños, el momento del masaje representa una forma de compartir un rato de especial unión con sus padres.
El masaje de los padres relaja a los niños y reduce su estrés
Pero no se trata solo de compañía: con esta práctica, los progenitores hacen que se sientan «más felices y seguros de sí mismos, porque les transmiten con sus caricias ternura, respeto y amor», apunta Sandra Peña, enfermera responsable del curso de masaje infantil que se imparte en la Fundación Hospital de Nens de Barcelona.
Pero el masaje también es una forma eficaz de relajar a los pequeños, confirma un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Warwick (Reino Unido). Los científicos concluyen que los niños que reciben masajes lloran menos, duermen mejor y están menos estresados que los que no reciben estas caricias. «Con el masaje se libera una hormona que regula el ciclo del sueño infantil, la melatonina», señala Ángela Underdown, conductora del estudio, y esto les ayuda «a crear un patrón para dormir». Además, se reduce el nivel de cortisol, otra hormona relacionada con el estrés.
Masajes que alivian problemas de estreñimiento y respiratorios
El masaje infantil no es solo una manera de comunicarse con el bebé a través del tacto. También es un «método terapéutico que conlleva numerosos beneficios para el pequeño», señala Sandra Peña. Con sencillos movimientos de amasamiento, tracciones, fricciones, percusiones y caricias, los padres pueden demostrar afecto al niño mientras que le ayudan a regular su organismo.
Uno de los aspectos más valorados del masaje infantil es su papel para reducir y «aliviar las molestias gastrointestinales de los bebés», apunta Luisa González, educadora de masaje infantil. Un ligero masaje en su vientre o empujar suavemente sus rodillas contra el abdomen son dos sencillas técnicas «que ayudan al pequeño a liberar los gases, reducir el dolor de los cólicos y aliviar el estreñimiento«, añade González.
Por otra parte, esta técnica también se recomienda para regular el sistema respiratorio del niño. Los masajes en el pecho ayudan a «drenar las secreciones y movilizar las mucosidades«, dice. Por su parte, un leve masaje en la nariz y en los senos nasales suele ser una medida eficaz para descongestionarla.
Siete pasos para dar el masaje al niño
Los masajes infantiles pueden ayudar a reducir y aliviar las molestias gastrointestinales
1. Desde el primer día. Los masajes infantiles se pueden dar desde el primer día. Al principio, serán leves caricias y, poco a poco, se eleva la presión y firmeza, a medida que el bebé se hace más mayor. Los expertos aconsejan empezar antes de los ocho o diez meses, para que se acostumbre y no lo rechace. Además, es importante no masajear el vientre hasta que no se haya desprendido el cordón umbilical.
2. Padres relajados. Los especialistas aconsejan elegir un momento en el que los progenitores estén relajados y no tengan prisa por terminar. «Si estamos nerviosos o estresados, el niño reaccionará de la misma manera», apunta Elisa Soñe, instructora de masaje infantil.
3. El momento del bebé. En cuanto al pequeño, cada uno tendrá su mejor momento (los padres lo conocerán); aunque es preciso evitar dar el masaje después de las comidas, para no interferir en la digestión. El masaje calmará también al bebé cuando esté molesto o tenso por alguna situación.
4. Preparar el ambiente. Para mantener un ambiente idóneo para el masaje, es recomendable tener una zona en la que la luz no sea muy intensa y no existan demasiados estímulos visuales para el pequeño. Es muy importante regular la temperatura de la habitación, para que el bebé no se enfríe durante la sesión, ni tenga excesivo calor.
5. Estimulación auditiva. Si se desea, se puede acompañar el masaje con una música relajante para el niño, o cantarle y hablarle con suavidad mientras se le acaricia. Este estímulo auditivo ayudará a calmarlo y relajarlo durante la sesión.
5. Aceite para el masaje. Los especialistas recomiendan utilizar un aceite para no irritar la piel del bebé durante el masaje. Además, esta sustancia permite realizar los movimientos con mayor facilidad. Una opción es elegir aceites vegetales, como el de almendras o sésamo, sin perfumes ni esencias.
6. Atentos a la respuesta del niño. Los expertos señalan que una de las cosas importantes para dar masajes a un bebé es «pedirle permiso». Para ello, hay que estar alerta a las señales que nos envía durante la sesión. Una sonrisa, manos abiertas y relajadas o contacto visual sostenido son signos de aceptación, mientras que los gemidos, encogimiento, cabeza baja o pataleo denotan incomodidad.
Cualquier padre o madre puede acariciar a sus hijos para demostrarles su amor y ternura. Pero para dar un masaje efectivo al niño, conviene formarse en algún curso o taller impartido por un instructor certificado como educador de masaje infantil. Este especialista enseñará las técnicas correctas para masajear al pequeño y le proporcionará las claves para aliviar los gases, los cólicos o el estreñimiento, así como para manejar el llanto o el sueño con los masajes.
La Asociación Española de Masaje Infantil ofrece, en todo el país, completos cursos tanto para profesionales como para familias. También organiza cada año para los padres interesados en esta técnica una serie de talleres gratuitos en distintas localidades españolas. En el sitio web de la asociación se pueden consultar las fechas de estos cursos. Las enseñanzas están dirigidas a padres y madres con bebés de entre dos y siete meses. El taller se compone de tres sesiones, en las que los progenitores toman un primer contacto con las características y metodología del masaje infantil, con la formación de una tutora.
Otra alternativa es optar por la formación on line, como este curso de masaje infantil que recomienda Pilar Martínez, autora del blog Maternidad continuum.