La actividad física es importante para una vida saludable desde las primeras semanas de vida. Los expertos recomiendan que hasta los recién nacidos realicen ejercicios, eso sí, muy simples, divertidos, ejecutados con suavidad y nunca forzados. Su objetivo no es solo poner el cuerpo en movimiento, sino también afianzar el vínculo afectivo entre los adultos y los niños. Este artículo detalla ejercicios físicos para bebés menores de un año, divididos en cuatro etapas, las correspondientes a cada trimestre del primer año de vida del pequeño.
Ejercicios físicos para bebés menores de un año
Los médicos y otros expertos hacen hincapié en la necesidad de que los niños realicen actividad física -al menos una hora diaria de intensidad moderada o alta- y eviten pasar demasiado tiempo ocupados con actividades sedentarias. En general, este consejo se piensa que es para mayores de cuatro o cinco años, que a menudo, en lugar de andar correteando por ahí, prefieren invertir su tiempo en ordenadores, tabletas, videojuegos y otros aparatos. Pero no es solo para ellos. Los bebés, incluso los recién nacidos, también deben hacer ejercicios físicos.
Esta recomendación, que puede resultar sorprendente, es expresada por el Ministerio de Sanidad. A través de su web Estilos de vida saludable, explica que «lo más importante es fomentar el movimiento, el juego activo y el disfrute«. Es decir, crear el hábito desde bien pronto, para que lo incorpore a su vida y luego le resulte más simple mantenerlo. Otros consejos al respecto son reducir los periodos sedentarios prolongados (cuando los niños están sentados o sujetos en sillas o carritos) a menos de una hora y evitar que pasen tiempo delante de las pantallas al menos hasta los dos años de edad.
El documento detalla una serie de actividades -con vídeos incluidos– para bebés menores de un año. Los ejercicios, agrupados según trimestres de vida, se proponen para periodos breves (no más de cinco minutos), dos o tres veces al día y siempre que el niño esté predispuesto. Destaca que los movimientos se deben ejecutar con suavidad, sin forzar las articulaciones y «siempre incentivando la diversión». A continuación se describen algunos de estos ejercicios.
Ejercicios para bebés de 0 a 3 meses
En esta primera etapa, en que los bebés son tan pequeñitos, los objetivos principales son activar sus reflejos y comenzar a potenciar funciones que aún no pueden manifestar por sí solos. Además, estas actividades contribuyen a crear el vínculo socio-afectivo con sus padres. Los ejercicios son simples:
- Movimientos de brazos y piernas. Con el niño acostado boca arriba, se cogen sus manos o las plantas de sus pies y se mueven las extremidades de distintas formas: en círculos, vaivén, los dos juntos o de modo alternado, etc. Flexionar sus rodillas y llevarlas hasta el pecho también ayuda contra el estreñimiento.
- Agarre de pulgares. Se colocan los dedos pulgares junto a las palmas de las manos del bebé (acostado boca arriba). Gracias al reflejo de prensión, el niño sujetará el dedo del adulto. Al elevar un poco los pulgares, el adulto puede hacer que el pequeño ejercite la presión de sus manitas.
- Elevar la cabeza. Con el bebé boca abajo, se le llama la atención moviendo algún objeto no muy lejos de él (a unos 30 centímetros). Lo que más le atrae en esta etapa son los colores blanco y negro, pero este ejercicio se puede practicar incluso con la propia mano del adulto. También el sonido ayuda a sostener su atención. De esta forma, mantendrá su cabeza elevada durante algunos segundos, seguirá con la vista el objeto si este se mueve y, de este modo, ejercitará los músculos de su cuello.
Ejercicios para bebés de 3 a 6 meses
En el segundo trimestre, los ejercicios tienen por objetivo -además de los apuntados para la etapa previa- empezar a trabajar el equilibrio del niño y estimular sus sentidos. Se proponen actividades como las siguientes:
- Agarre de pulgares para que el bebé se levante. Se ponen los dedos pulgares junto a las palmas de las manos del pequeño acostado boca arriba y se ejerce una mínima fuerza hacia arriba, que sirva de estímulo para que sea el niño quien se levante hasta quedar sentado, con la mínima ayuda del adulto. Luego, de la misma forma, se le ayuda a volver hacia atrás hasta recuperar la posición anterior.
- Volteos. Con la mínima ayuda posible, se intenta que el bebé se dé la vuelta: de estar acostado boca arriba a boca abajo y, luego, a boca arriba otra vez. Para ayudarle, se le pueden dar empujoncitos o mostrarle algún juguete. Esto fomenta la propiocepción de todo el cuerpo, es decir, la capacidad del organismo de sentir la posición de todas sus partes.
- Estimulación vestibular. Consiste en tomar al niño de las axilas y moverle en distintas direcciones: arriba, abajo, izquierda, derecha. Esto le sirve para regular el sentido del movimiento y el equilibrio. Es importante no perder el contacto visual con el bebé, pues ayuda a la interacción y el desarrollo del vínculo entre el adulto y el pequeño.
Ejercicios para bebés de 6 a 9 meses
A partir de los seis meses de vida, los niños por lo general ya se mantienen sentados e incluso algunos ya comienzan a gatear. Por ello, gana importancia el trabajo de fortalecimiento de los músculos del cuello, la nuca y la espalda. Además, los ejercicios procuran contribuir también al desarrollo de la motricidad fina.
- Reconocimiento en el espejo. El adulto coloca al bebé ante un espejo, si es posible donde pueda ver reflejado su cuerpo entero, y señala y nombra las partes del cuerpo.
- Preparación para el gateo. Con el pequeño acostado boca abajo, el adulto pone las manos junto a las plantas de los pies del bebé y lo incita a ir hacia delante (con un juguete u otro estímulo enfrente de él). El objetivo es lograr que el niño haga fuerza contra las manos del adulto, usándolas como estribo, y se impulse para avanzar.
- Balanceos. De modo parecido a la estimulación vestibular sugerida para el periodo anterior, se coge al bebé de las axilas y se le balancea con suavidad de izquierda a derecha. Luego se hace lo mismo pero con el niño ligeramente inclinado hacia atrás. De nuevo es importante mantener el contacto visual con el pequeño.
Ejercicios para bebés de 9 meses a un año
En el último trimestre del primer año de vida, los niños sanos ya gatean y la mayoría comienza a dar sus primeros pasos. Por ello, lo que deben buscar los ejercicios es facilitar y hacer más ágil el gateo y favorecer el equilibrio para que el pequeño pueda sostenerse de pie. También se trabaja la motricidad fina y, en particular, la capacidad de lanzar objetos.
- Estímulo para el gateo. Existen muchas posibilidades lúdicas para fomentar el gateo: distribuir juguetes por el suelo para que el bebé los busque, empujarlos para alejarlos del pequeño cuando cree que los puede coger, perseguir al niño o dejarse perseguir por él, etc.
- Alcanzar objetos tumbado boca abajo. Se sitúa al bebé boca abajo y se le ofrecen juguetes u otros objetos que quiera agarrar por encima de su cabeza. Al extender sus brazos hacia arriba, así ejercita la musculatura de su espalda y cuello.
- Equilibrio de pie. Se estimula al niño a permanecer en posición vertical, apoyado en muebles, paredes o personas que estén junto a él y, luego, se provocan desplazamientos, de modo que el pequeño esté erguido cada vez más tiempo. Más adelante se le animará a no apoyarse en nada y mantenerse por sí mismo de pie.