Se considera muerte perinatal a la que ocurre cuando el feto se encuentra en un estado avanzado de gestación y hasta una semana después del nacimiento. Perder de esta mandera el bebé que se espera es una experiencia muy traumática y dolorosa, por lo que en este artículo se reseña la importancia de respetar el duelo y cuidar la comunicación en estos casos. También se ofrecen consejos y frases para acompañar a los padres que han perdido a un bebé y se aborda la lucha por el derecho a un nombre para los fallecidos.
Perder a un bebé durante el parto
Sufrir la pérdida de un hijo siempre es una experiencia dolorosa y difícil de sobrellevar. Que ocurra en las últimas semanas de la gestación o durante el propio parto tiene sus propias particularidades. Es lo que se llama muerte fetal tardía.
En España, el concepto de muerte perinatal incluye a las muertes fetales tardías y las producidas hasta una semana después del parto, según explica el Instituto Nacional de Estadística. La muerte neonatal, por su parte, abarca los casos de hasta un mes después del nacimiento.
Según el INE, el número de muertes fetales tardías durante 2011 (el último año reseñado) fue 1.527. El total de nacimientos fue 471.999, por lo que la tasa de muertes fetales tardías fue de 3,23 por cada mil nacimentos. Esa cifra, si bien superior a la de los cuatro años anteriores (el promedio del periodo 2007-2010 fue de 3,06), es mucho más baja que la registrada pocas décadas atrás: el índice era de 3,69 en 2000 y 11,33 en 1975.
Apoyo a padres tras la muerte del bebé en el parto
Asociaciones ayudan a padres que pierden al bebé en el parto
Existen colectivos que brindan apoyo a madres y padres que atraviesan por esta situación. Las asociaciones El Parto es Nuestro y Umamanita han elaborado, además, una ‘Guía para la atención a la muerte perinatal y neonatal‘.
Este manual destaca una tendencia: la de infravalorar e incluso negar el duelo cuando se da una muerte perinatal o neonatal. Los motivos son, en ocasiones, la falta de formación, conocimientos y recursos por parte del personal sanitario, que le lleva a mostrarse frío y distante. Esa actitud conlleva aún más dificultades para los padres. Los gestos y palabras de los profesionales que intervienen en ese momento tan doloroso pueden ser recordados incluso años después, y tienen un impacto muy grande en estos progenitores y su entorno, por lo que resulta necesario saber qué decir o hacer para favorecer un duelo no patológico.
La psicoterapeuta Alba Payàs apunta que «los hospitales tienden a minimizar el impacto que estas muertes tienen sobre los padres». Sin embargo, uno de los aspectos más importantes para afrontar la pérdida del bebé es la comunicación entre médico y progenitores. El apoyo de los profesionales reduce las probabilidades de recaer en la ansiedad y depresión.
Frases y consejos para apoyar a los padres que pierden un bebé
Una muerte perinatal o neonatal genera situaciones muy difíciles y delicadas. Por tal motivo, la asociación MISS Foundation ha diseñado un práctico listado con acciones y frases aconsejadas para estas situaciones, y otras que conviene evitar, con el fin de acompañar a los padres que han perdido un bebé.
Algunas acciones que sí conviene llevar a cabo:
Aceptar que no pueden quitar el dolor, pero sí compartirlo y ayudarles a sentirse menos solos.
Llamar al bebé por su nombre.
Tratar a los dos miembros de la pareja por igual. Los padres necesitan tanto apoyo como las madres.
Estar disponibles para escuchar, conducir un coche, ayudar con los otros niños (si los tienen) o cualquier otro tipo de ayuda que pudieran precisar.
Permitirles hablar del bebé que ha muerto todo lo que ellos necesiten.
Aceptar y ser sensibles ante sus cambios de humor, sin juzgarles.
Decir «lo siento».
Acciones que hay que evitar:
Pensar que la edad del bebé determina su valor e impacto para la familia.
Cambiar de tema de conversación cuando ellos mencionen al bebé.
Presionar a los padres durante el proceso de duelo: cada uno tiene sus propios tiempos.
Decir «sé cómo te sientes» o frases parecidas, si no se ha pasado por una situación similar.
Buscar el lado positivo de la muerte del bebé.
Mencionar que «al menos tienen otros hijos», que «serán capaces de tener otros hijos», que «deben ser fuertes por sus otros hijos», etc.
Frases que se deben evitar:
Sé valiente y ya no llores.
Es voluntad de Dios o de otro ser divino.
Es una bendición.
Debes seguir con tu vida, esto no es el fin del mundo.
Ahora hay una estrella más.
Por lo menos no era mayor.
Lo estás haciendo muy bien.
Eres joven, ya te repondrás.
El tiempo todo lo cura.
La asociación Umamanita fue fundada por Jullian Cassidy y Juan Castro, tras sufrir el nacimiento de una hija sin vida el 30 de diciembre de 2007. En el sitio web de este grupo, enumeran algunos de los motivos que les llevaron a crearlo: la falta de apoyo para los padres que viven este tipo de experiencia, la sensación de que este es una tema tabú para la sociedad y la ambigüedad de los protocolos hospitalarios.
Sin embargo, la más fuerte de todas las razones fue tener que enfrentarse a una maraña de papeles y una urna donde no aparecía el nombre elegido para la niña. “Desde luego, esto fue otro golpe más después de todo lo que acabábamos de vivir”, apunta la pareja. Por eso, uno de los objetivos de la Umamanita es modificar el reglamento del Registro Civil español, que hasta ahora solo permite inscribir a los bebés que hayan vivido al menos hasta 24 horas después del nacimiento.