La educación obligatoria comienza a los seis años en España. Aunque casi la totalidad de los pequeños van al colegio antes de esa edad, hay un pequeño 0,3% que permanece en casa. ¿Están en desventaja? A esas edades, la educación en casa tiene sus aspectos positivos. Entre otras razones, la enseñanza en el hogar evita gastos de guardería. Sin embargo, cuenta también con sus inconvenientes. Los expertos advierten de que el colegio fomenta las relaciones sociales del niño. El siguiente artículo repasa los aspectos positivos y negativos de la educación en casa hasta los cinco años.
Solo uno de cada 300 niños no acude a la escuela o guardería hasta los seis años
La educación infantil hasta los cinco años es voluntaria en España. No obstante, la tasa de escolarización antes de comenzar la enseñanza obligatoria (con seis años) es casi del 100% (99,7%), según los últimos datos del Sistema estatal de indicadores de la educación. Esta cifra sitúa a España entre los tres países europeos con mayor participación de alumnos en esta etapa. ¿Está en desventaja el 0,3% de niños que no acuden a un centro educativo hasta los seis años? ¿Qué beneficios obtienen al permanecer en el hogar?
La educación en casa tiene sus ventajas
Algunos especialistas creen que el juego debe primar sobre las enseñanzas formales durante la etapa infantil
Algunos especialistas se muestran contrarios a la rigidez y formalidad que se impone en la educación infantil formal. Antonio Malagón, presidente de la Asociación de Centros Educativos Waldorf España, apunta que, a estas edades, «deben primar los juegos y otras formas de aprendizaje libre». Por eso propone dejar la enseñanza formal (lectura o cálculo) para cuando el niño haya madurado.
Por otra parte, una investigación llevada a cabo por la Universidad de Cambridge (Reino Unido) revela que una enseñanza estructurada en un programa formal a tempranas edades puede resultar contraproducente para los escolares e, incluso, originar un rechazo posterior a la escuela.
En cualquier caso, la familia tiene un papel esencial en la educación del niño durante la infancia, puesto que el aprendizaje durante esa etapa tiene menos que ver con la didáctica y más con las competencias y habilidades, entre ellas autonomía, las capacidades afectivas, la interrelación con los demás o las destrezas comunicativas. La educación en casa facilita la implicación de los progenitores en este proceso y evita que desatiendan este rol tan importante que tienen en la formación de sus hijos.
La atención individualizada que recibe el pequeño que se educa en el hogar facilita que se respete su ritmo natural de aprendizaje y de adquisición de habilidades. Educar en casa permite a los padres, asimismo, adaptar la enseñanza a las características del bebé. Esto es aún más importante en el caso de niños que presenten dificultades específicas de aprendizaje.
La enseñanza en el hogar evita gastos
Además, la asistencia a un centro de educación infantil (o guardería) representa, en la mayoría de los casos, un importante gasto para las familias. Tal como revela la última investigación sobre guarderías de EROSKI CONSUMER, las escasas plazas de los centros públicos para el primer ciclo de infantil (de cero a tres años) no cubren la demanda de estos servicios. De modo que los padres están obligados a abonar una cuota media de 310 euros mensuales (ocho horas de guardería, con comida y merienda).
La oferta de plazas para el segundo ciclo (de tres a seis años) si suele ajustarse a la demanda. No obstante, en muchos casos, los padres deben pagar por servicios complementarios, como comedor, transporte o extraescolares.
Inconvenientes de la educación infantil en casa
El fracaso escolar en secundaria es mayor en niños que prescinden de la educación infantil
No existen diferencias pedagógicas significativas entre los niños que se escolarizan por primera vez a los tres años y los que han asistido a una guardería antes.
Sí se observan, sin embargo, cuando se contempla lo que ocurre en el segundo ciclo de infantil (de tres a seis años), según un estudio del Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa, organismo dependiente del Ministerio de Educación. Este organismo señala que existe una relación entre la escolarización a los cuatro y cinco años y el fracaso escolar durante la enseñanza obligatoria (es menor, si han ido al colegio). Además, la atención educativa en un centro escolar que cuenta con profesionales especializados permite, en muchas ocasiones, detectar problemas o dificultades de aprendizaje.
El colegio fomenta las relaciones sociales
Los detractores de la educación en casa suelen señalar que el centro escolar facilita las oportunidades de socialización del niño. Además, escolarizar a un niño en el segundo ciclo de infantil es, en algunos casos, la única oportunidad de obtener plaza en el centro educativo de elección de la familia.
No llevar al pequeño a la escuela hasta los seis años implica, además, que al menos uno de los progenitores debe permanecer en el hogar para, durante ese tiempo, atender sus necesidades educativas. En caso de que ambos trabajen fuera de casa, conlleva que uno renuncie a su actividad laboral y, por tanto, a la remuneración económica que percibía por ella.
El incremento del número de niños que acuden durante la etapa educativa de infantil a la escuela o guarderías está vinculado, por una parte, con diferentes cambios sociales, como la incorporación de la mujer a la actividad laboral o la mayor concentración de familias en grandes ciudades. Estas costumbres han obligado a modificar el patrón tradicional del cuidado de los bebés y niños más pequeños.