Obesidad infantil, problema de niños con repercusiones de mayores
La obesidad se define como la acumulación excesiva de grasa corporal de peso y afecta a muchos peques en nuestro país. Los números de la enfermedad crónica no transmisible más frecuente a estas edades son muy preocupantes en España:
- El 40,6 % de los niños y niñas de 6 a 9 años tiene exceso de peso: el 23, 3% sobrepeso y el 17,3 %, obesidad, según las últimas cifras oficiales.
- La prevalencia de la obesidad en menores de 25 años en España ha aumentado desde el 2000 entre un 3 % y un 5 % en función del grupo de edad, según datos del Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE), promovido por la Fundación EROSKI.
- Murcia, Canarias y Andalucía son las comunidades autónomas con las cifras más elevadas en obesidad infantil; Navarra y Aragón, las que menos, según el mapa de la obesidad infantil.
Todos estos datos, y otros muchos, visibilizan la obesidad infantil como uno de nuestros principales problemas de salud pública, ya que impacta en la calidad de vida de los niños y en el gasto sanitario. Y lo hace en su presente y futuro, como recordaban en su intervención ‘Obesidad infantil: la otra pandemia’ las pediatras Mª José García y Marta Castell, dentro del último congreso de actualización en Pediatría (2023) de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
🔴 Consecuencias a corto plazo
Así, los menores con obesidad tienen más riesgo de complicaciones a corto plazo, como alteraciones en el metabolismo lipídico, hipertensión arterial, hipertrofia ventricular izquierda, resistencia a la insulina, diabetes mellitus tipo 2, síndrome metabólico, problemas respiratorios, problemas ortopédicos, problemas dermatológicos, hígado graso no alcohólico, colecistitis, litiasis biliar, pancreatitis, síndrome de ovario poliquístico, marcadores tempranos de enfermedades cardiovasculares y problemas psicológicos. En resumen, la obesidad infantil provoca que haya niños con enfermedades de adultos.
De todas estas consecuencias, Ana de Hollanda, coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), destaca dos:
- La obesidad en niños predispone principalmente al desarrollo de la diabetes tipo 2, aquella que se asocia con la resistencia a la insulina; es decir, la insulina no puede funcionar de modo correcto en los órganos y finalmente su producción no es suficiente y suben los niveles de glucosa en sangre.
- Los niños que sufren obesidad están expuestos a sufrir consecuencias psicológicas debido, la mayoría de las veces, al estigma que ejerce la población, ya sean amigos de su misma edad o adultos. “La discriminación lleva a aumento de la obesidad y la obesidad aumenta la discriminación. Este aspecto en los niños es sumamente importante de abordar, dado que condicionará su funcionamiento como adulto”, apunta la experta.
🔴 Consecuencias a largo plazo
Pero también, apuntan las pediatras, la obesidad infantil se asocia en la edad adulta con una mayor probabilidad de obesidad (80 %), muerte prematura (sobre todo por eventos cardiovasculares), cáncer y discapacidad.
Un estudio reciente asocia la obesidad infantil con la diabetes, la enfermedad crónica que se presenta cuando el páncreas no secreta suficiente insulina (hormona que permite la entrada de glucosa en las células para usarla como fuente de energía) o cuando el organismo no utiliza eficazmente la que produce. Y lo relaciona de una manera especial, como veremos.
Obesidad infantil, mayor riesgo de diabetes en adultos
La investigación, publicada en ‘Diabetologia’, la revista de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), revela que la obesidad infantil está asociada a un mayor riesgo de padecer diabetes de adulto. En concreto, sostiene que es un factor de riesgo para casi todos los tipos de diabetes que se pueden llegar a sufrir de mayor. De ahí que subraye “la importancia de prevenir la obesidad en los niños”.
Para sus conclusiones, los científicos, de Suecia, Reino Unido y China, identificaron los cinco subtipos de diabetes de inicio en la edad adultos propuestos en 2018 en este otro artículo en ‘The Lancet’. Estos subtipos difieren en sus características clínicas, complicaciones y antecedentes genéticos, pero no está claro si también lo hacen en los factores de riesgo modificables. Son los siguientes:
- diabetes autoinmune grave (SAID): incluye la diabetes tipo 1 y la diabetes autoinmune latente en adultos (LADA).
- diabetes grave por deficiencia de insulina (SIDD).
- diabetes grave resistente a la insulina (SIRD).
- diabetes leve relacionada con la obesidad (MOD).
- diabetes leve relacionada con la edad (MARD).
En la actualidad, la SIDD, la SIRD, la MOD y la MARD se clasifican como diabetes tipo 2.
➡️ Cuatro de cinco tipos de diabetes en adultos
En el estudio que nos ocupa, Yuxia Wei, del Instituto de Medicina Ambiental del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), y sus colegas compararon los efectos del tamaño corporal en la infancia sobre el riesgo de los distintos subtipos de diabetes en la edad adulta. Para ello utilizaron una técnica estadística conocida como aleatorización mendeliana (RM), en la que se emplea información genética para estudiar la relación entre un factor de riesgo ambiental y una enfermedad, teniendo en cuenta la influencia de otros factores de riesgo.
Para su investigación, los científicos recurrieron a datos del Biobanco del Reino Unido (UK Biobank). De ellos extrajeron estadísticas resumidas sobre el tamaño corporal en la infancia de un estudio de asociación del genoma completo de 453.169 europeos que declararon su propio tamaño corporal (más delgado, más o menos normal y más o menos gordo) cuando tenían 10 años. El estudio incorporó así más de 200 mutaciones genéticas como indicadores del tamaño corporal en la infancia y las relacionó con la diabetes autoinmune latente en adultos (267) y los demás tipos de diabetes (275).
Los resultados mostraron que los niveles más elevados de adiposidad infantil (niños que se perciben a sí mismos como más gorditos/grandes que otros niños en comparación con aquellos que se perciben a sí mismos como de tamaño corporal medio) estaban relacionados con un aumento del 62 % del riesgo de LADA, una duplicación del riesgo de SIDD, una casi triplicación del riesgo de SIRD y un aumento de 7 veces del riesgo de MOD. El único subtipo de diabetes que no evidenció ninguna asociación con la obesidad infantil fue la MARD, la diabetes leve relacionada con la edad.
➡️ Una razón más para prevenir la obesidad infantil
Como explica la especialista de la SEEN, “este estudio muestra que la obesidad en la edad infantil no solo puede predisponer a diabetes en la edad adulta asociada a la obesidad, sino también a otros tipos de diabetes que son mediadas por otros mecanismos, como la autoinmunidad”, es decir, cuando el propio cuerpo reconoce como extraño al páncreas y lo ataca, llevando a que disminuya la producción de insulina y así se desarrolle la diabetes.
Por eso, como apunta el estudio, la prevención de la obesidad infantil resulta fundamental. Ana de Hollanda también es muy tajante al referirse a ella: “Debe ser una prioridad de salud pública. Es importante actuar antes de que se produzca, ya que los niños con obesidad tienen muchas probabilidades de ser adultos con obesidad en el futuro. La asociación con tipos de diabetes mediada por la autoinmunidad indica que los sistemas están sumamente interconectados y que la obesidad puede detonar su aparición. Su prevención también podría evitar estos tipos de diabetes”.