Los ahogamientos en el agua son la cuarta causa de muerte en niños de entre 5 y 14 años (la quinta, en el caso de las niñas), según la Organización Mundial de la Salud. Más del 85% de estas desgracias mortales son accidentales; y el 75% pasan en piscinas particulares. La mayor parte de los ahogamientos en niños se producen durante los fines de semana y después de comer, cuando los progenitores están más distraídos o cansados. Unas sencillas pautas ayudan, sin embargo, a prevenir estos accidentes en las piscinas, entre ellas, usar vallas de seguridad, cuidar la temperatura del agua, conocer las causas de ahogamiento más comunes y usar el chaleco salvavidas cuando sea preciso.
La piscina, la playa, el lago y el río son algunos de los lugares predilectos de la mayoría de niños para sobrellevar las altas temperaturas del verano. No obstante, las actividades acuáticas, que tan buenos ratos hacen pasar, no están exentas de riesgos. Los ahogamientos en el agua suponen la segunda causa de muerte entre los pequeños de 1 a 9 años.
Los ahogamientos son la cuarta causa de muerte en niños de entre cinco y 14 años
El 75% de los ahogamientos de niños ocurren en piscinas privadas. Por el contrario, los adolescentes (igual que los adultos) tienen más accidentes graves en el mar, río, canales y lagos. La mayoría de estos graves percances infantiles se deben a la falta de precaución de los padres, cuidadores o monitores.
Prevención y vigilancia
La Asociación Española de Pediatría insiste en la importancia de la prevención para evitar estos accidentes en el agua que pueden ser fatales para el niño. Vallar las piscinas privadas y de las comunidades de vecinos ha demostrado que impide el ahogamiento hasta en un 95% en algunos países de la Unión Europea, según esta asociación. Sin embargo, como la legislación española no exige esta medida, no suele ser frecuente encontrar este tipo de medidas de prevención en las piscinas nacionales.
Los especialistas recuerdan, en cualquier caso, que ninguna medida reemplaza a la vigilancia de los pequeños por parte de los adultos que estén a su cargo.
La legislación española no exige vallar las piscinas privadas como medida de prevención
Uno de los momentos más peligrosos para el niño en el agua, destaca esta sociedad científica, se produce después de las comidas; cuando los adultos están más relajados o distraídos.
Y otra situación de riesgo, señala la asociación, se plantea en el mismo instante en que se llega al destino de vacaciones: mientras los progenitores sacan el equipaje, los pequeños se dedican a explorar los alrededores, donde puede haber una piscina que no se encuentre protegida.
La temperatura de agua influye
La práctica de deportes náuticos tampoco está exenta de riesgos para un niño. No seguir las medidas de seguridad y carecer de la supervisión adulta que este tipo de actividades requiere pueden ser causa de lesiones o traumatismos, con secuelas de distinta gravedad.
La temperatura del agua también influye en la seguridad del baño del niño. Hay que tener en cuenta que estar sumergidos en aguas demasiado frías durante más de 25 minutos puede provocar una hipotermia al niño.
Causas comunes de ahogamiento
Los ahogamientos en niños de 1 a 4 años suele estar asociado a las siguientes causas:
la ausencia de una barrera de seguridad adecuada.
la distracción por parte de los padres, que a veces delegan la responsabilidad de la supervisión en el hermano mayor.
la presencia de objetos atractivos para los pequeños en el agua o cerca de ella.
Sin embargo, los motivos por los que se ahogan los niños más mayores, de entre 8 y 9 años son:
una excesiva confianza en sus capacidades.
por intentar nadar largas distancias.
por deseo de destacar y lucirse.
Chalecos salvavidas para el niño, ¿cuándo usarlo?
Es necesario que, estando en una embarcación, el niño lleve puesto en todo momento un chaleco salvavidas homologado. A pesar de que su utilización en los menores de 14 años siempre tiene que estar supervisado por un adulto, es vital enseñar al niño a usarlo e indicarle que no se lo debe quitar, bajo ningún concepto.
El chaleco salvavidas debe adaptarse a la edad, talla y peso del pequeño: tiene que quedar ajustado, de tal forma que asegure la flotabilidad del niño con la cabeza fuera del agua. El chaleco precisa contar con colores vivos, bandas reflectantes, cierres regulables, cincha entre las piernas en caso de niños menores de ocho años, asa de izado y silbato.
El Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones Infantiles, de la Asociación Española de Pediatría, destaca las siguientes medidas que cualquier progenitor, y cuidador de niños, debería tener en cuenta para prevenir los accidentes infantiles en las piscinas.
Vigilar siempre al niño cuando está en el agua, sobre todo cuando es muy pequeño, ya que, si se cae, 30 centímetros de profundidad pueden ser suficientes para ahogarse.
Utilizar flotadores si no sabe nadar.
Vallar la piscina y mantenerla cerrada cuando no se utilice.
Enseñar al niño a nadar.
De la misma manera, otras sociedades científicas hacen hincapié en la importancia de distintos aspectos:
Enseñar al niño a que espere a recibir permiso antes de entrar en el agua.
- Exlicarle que no corra o empuje cuando esté cerca de una piscina.
- Es fundamental que los adultos den ejemplo y que usen las reglas de seguridad acuática: los niños imitan comportamientos.