Entre todas las maneras en que el nacimiento de un hijo cambia la vida, una muy importante tiene que ver con la plenitud sexual de la pareja. Es normal que en los primeros tiempos posteriores al parto haya una falta de apetito sexual, pero ese lapso no debería extenderse más allá del periodo normal de puerperio, es decir, unos cuarenta días. Si superado ese plazo la falta de deseo se extiende, la situación puede alterar la vida de la pareja y acarrear problemas a mediano y largo plazo. Pero, ¿a qué se debe esa carencia de apetito sexual? ¿Cómo recuperar el erotismo tras el parto?
Los porqués de la falta de deseo
Los dos miembros de la pareja sufren, en general, un descenso del deseo sexual en las primeras semanas después del nacimiento de un hijo. Por motivos diferentes. En la mujer, los motivos principales suelen ser:
- El cansancio: a la fatiga que arrastra del propio proceso del parto, hay que sumarle la de tener que estar al cuidado del niño las 24 horas del día. Si a esto se le agregan los cambios hormonales que todavía pueden afectarla, el posible resultado es un estado de fastidio y malhumor que, por supuesto, desalienta el acercamiento íntimo.
- Los dolores: incluso aunque no se haya practicado una episiotomía ni haya puntos de sutura, el trabajo de parto puede provocar dolores vaginales durante algún tiempo.
- Los cambios físicos: después del nacimiento de un hijo, quedan secuelas en el cuerpo de la madre (abdomen abultado, flaccidez, estrías, etc.), debido a las cuales puede verse a sí misma menos sexy. Lo peor es cuando una mujer cree que su pareja también la ve así: como si el haberse transformado en «la madre de su hijo» le quitara su atractivo sexual.
En los hombres, la principal causa suele ser la idea de que causará dolor a la mujer, por lo cual prefiere «postergarlo». Pero ¿hasta cuándo? No hay, desde luego, un lapso estricto que deba respetarse, sino que depende de cada pareja.
Cuando el cuerpo de la madre se haya recuperado, la pareja podrá retomar su vida sexual hasta volver a llevarla a la plenitud. En este punto, el problema deja de ser físico; tiene que ver más con la demanda de atención del niño, la percepción sobre el propio cuerpo, el no encontrar un momento ideal… Es entonces que hay que apelar a las técnicas para recuperar el deseo.
Técnicas para recuperar el apetito sexual
- Sentirse bien. Sobre todo para las mujeres, es muy bueno tener alta la autoestima, para lo cual es muy bueno cuidarse en las semanas posteriores al parto. Alimentarse bien, beber muchos líquidos y realizar ejercicios son actividades que tonifican los músculos y levantan el ánimo. Merecen una mención especial los ejercicios Kegel, que preparan el cuerpo para volver a sentir el máximo placer.
- Comunicación y diálogo. Es fundamental que ambos miembros de la pareja conversen, expresen sus sensaciones y necesidades y las respeten mutuamente. Ninguno de los dos debe sentirse obligado ni presionado a hacer nada que no quiera.
- Poco a poco. Hay que recordar que el sexo no es solo coito. Los primeros acercamientos pueden ser caricias, besos y masajes en todo el cuerpo; la masturbación y el sexo oral también resultan fuentes de enorme placer. Las relaciones sexuales con penetración pueden llegar después. Si la vagina está muy seca, se recomienda el uso de lubricantes (hechos a base de agua), y que el hombre empiece introduciendo en ella un dedo, para evitar dolores que puedan dejar la zona demasiado sensible. En cualquier caso, la mujer debe sentirse cómoda siempre y el hombre, ser paciente y considerado.
- Vencer al cansancio. No hace falta esperar la noche para tener sexo. Puede ser en cualquier momento, y lo ideal será aprovechar los momentos en que el bebé duerma. Un consejo: intentar que sea justo después de que el bebé haya comido y tenga los pañales limpios. Salvo que se pueda dejar al bebé al cuidado de alguien, este rato de sueño más o menos prolongado será el más extenso del que se pueda aprovechar para vivir la intimidad en la pareja.
- Reinventar la seducción. Organizar una velada romántica, con cena, luz de velitas, aromas especiales, etc., puede ser una forma extraordinaria de empezar una nueva etapa en la vida sexual de la pareja. Si es sorpresa de uno para el otro, mucho mejor. Más allá de una ocasión especial como esta, son importantes los momentos de intimidad, aunque sean simplemente para conversar o solo estar un rato a solas.