La gimnasia prenatal forma parte del entrenamiento físico que se incluye en los programas de preparación al parto. Estos ejercicios, que se pueden iniciar a partir del segundo trimestre del embarazo, no solo ayudan a la mujer gestante a que se mantenga ágil y a que disminuyan las molestias propias de su estado. También son una práctica eficaz para preparar el cuerpo para el momento del parto; y para facilitar su recuperación después del mismo. Aquí se exponen las claves para conocer en qué consiste la gimnasia prenatal y qué tipo de ejercicios comprende, así como consejos acerca de cuándo practicarla y otras recomendaciones importantes.
1. ¿En qué consiste la gimnasia para embarazadas?
La gimnasia es un programa de entrenamiento que incluye ejercicios y actividades físicas diseñadas para la mujer embarazada. Tal con recoge la guía ‘Ejercicios Gimnásticos Maternales’, elaborada por la Asociación Nacional de Matronas, su práctica durante la gestación está orientada a proporcionar un embarazo saludable, un parto satisfactorio y una pronta recuperación después del nacimiento del bebé. Los objetivos de un programa de gimnasia prenatal son mejorar el bienestar físico, aumentar la elasticidad muscular, estimular la circulación sanguínea y flexibilizar las articulaciones que intervienen en el parto.
2. Tipos de ejercicios de la gimnasia prenatal
Circulatorios. Están dirigidos a estimular la circulación sanguínea y reforzar el tono muscular de las piernas de la gestante, que deben soportar el exceso de peso durante el embarazo.
Perineales. Tienen una doble función: por una parte, fortalecen y tonifican los músculos y las articulaciones que intervienen en el parto para facilitar la expulsión; y por otra, refuerzan el suelo pélvico para evitar las posibles disfunciones que se pueden producir tras el alumbramiento.
Pectorales. El objetivo es fortalecer los músculos pectorales durante el embarazo, con el fin de prevenir la caída de los senos después del periodo de gestación.
Posturales y dorsales. Sirven para aliviar las molestias que el exceso de peso a lo largo del embarazo produce en la espalda de las gestantes.
De relajación. Se proponen para enseñar a la mujer embarazada las técnicas de respiración y relajación más eficaces con el fin de que pueda afrontar el momento del parto con tranquilidad y seguridad.
3. Dónde se realiza el entrenamiento para el parto
La gimnasia prenatal se incluye, normalmente, en el programa de los cursos de preparación al parto que distintas instituciones públicas o privadas ofrecen a las mujeres gestantes. En muchos casos, sin embargo, también se ofrecen clases específicas de gimnasia para embarazadas como cursos independientes. Una vez aprendidos los tipos de ejercicios y la forma adecuada de realizarlos, la embarazada puede practicarlos, además, en su propia casa.
4. Cuándo se debe empezar la gimnasia prenatal
Aunque los ejercicios que forman parte de los programas de gimnasia prenatal son necesariamente moderados y no implican un sobreesfuerzo para la gestante, los especialistas recomiendan no empezar hasta el segundo trimestre del embarazo, para así favorecer el reposo durante la primera fase de la gestación. A partir de ese momento, la futura madre puede comenzar a realizar sus ejercicios físicos e incrementar la frecuencia de forma progresiva, hasta la última etapa de la gestación.
5. Recomendaciones para practicar los ejercicios previos al parto
Si la gimnasia prenatal se practica en un curso específico, los monitores especializados se encargan de dirigir los ejercicios y marcar las pautas para su correcta ejecución. Sin embargo, tal como se señala en la guía ‘Consejos para la salud de la embarazada’, editada por el Gobierno de Castilla-La Mancha, cuando la embarazada quiera practicar en su hogar, debe tener en cuenta distintas consideraciones generales:
realizar la gimnasia de forma lenta y suave y no forzar; el límite está en la aparición de cualquier dolor o molestia.
los nuevos ejercicios se deben incluir de forma progresiva. Se recomienda incorporar entre uno o dos en cada sesión.
se debe comenzar con sesiones cortas, de pocos minutos al día, e incrementar de forma gradual hasta llegar a los 15 o 20 minutos por sesión.
finalizar la gimnasia con diez minutos de relajación.
6. Situaciones de riesgo durante la gimnasia prenatal
El requisito principal que debe tener en cuenta cualquier mujer embarazada antes de realizar un ejercicio físico es que debe contar con la aprobación del especialista que realiza el seguimiento de su embarazo. Él será quien mejor conozca si existen, o no, contraindicaciones que pueden suponer algún riesgo para la madre o para el bebé.
En general, la gimnasia prenatal es desaconsejable para gestantes que padecen algún tipo de enfermedad cardiaca o pulmonar, para las que sufren de hipertensión así como para aquellas que durante el embarazo presentan complicaciones como el síntoma de la placenta previa, infecciones agudas, hemorragias o rotura precoz de membranas.