Postura y movimientos
- Boca abajo, levanta la cabeza y el tronco apoyándose en los antebrazos. Los muslos están estirados.
- Boca arriba, tiene las caderas extendidas y, aunque las rodillas aún están algo dobladas, apoya los talones en la cama. Puede girarse de lado.
- Al sostenerlo sentado, mantiene la cabeza erguida.
- Abre las manos, juega con ellas y se las lleva a la boca.
- Los movimientos de piernas y brazos empiezan a ser intencionados, aunque todavía no los sincroniza bien. Intenta dirigir la mano hacia los objetos, pero no acierta a cogerlos. Sin embargo, si se le pone un sonajero en la mano, puede sostenerlo y agitarlo.
Vista
- Sigue bien los objetos con la mirada, girando la cabeza si es preciso.
- Enfoca (o acomoda) la visión tan bien como un adulto, aunque no puede decirse que vean bien hasta los 6 meses, y tardan hasta los 6 o 7 años en alcanzar la agudeza visual de un adulto.
- Distingue a su madre sin necesidad de usar más sentidos que el de la vista.
Oído y lenguaje
- Está atento a la voz, a la música y a los ruidos.
- Busca con la mirada el origen del sonido, girando los ojos o la cabeza en la dirección de donde proviene.
- Se despierta con ruidos que antes no le molestaban.
- Vocaliza espontánea y prolongadamente («a-guuuuu»).
- Responde con balbuceos a la voz de la madre.
Conducta social
- Busca activamente el contacto social.
- Sonríe en respuesta a la sonrisa del adulto.
- Puede empezar a reírse a carcajadas.
- Reconoce a los adultos más familiares.
- Manifiesta su alegría al ver un juguete, o a una persona conocida, o a la madre preparándose para darle de comer, moviendo alborotadamente brazos y piernas.
¿Cuándo hay que preocuparse?
- Si, cuando está boca abajo, no mantiene la cabeza levantada.
- Si no sonríe ni mira cuando se le habla o hacen gestos.