A menudo resulta necesario suplementar la lactancia materna con ayudas de biberón. Pero esto, que comienza como un método combinado, acaba en que el bebé deja el pecho y pasa a alimentarse únicamente del biberón. Las ayudas pronto se convierten en la alimentación exclusiva del niño y la llamada ‘lactancia mixta’ (en la que se combinan natural y artificial) se transforma en la práctica en una lactancia de transición, habitualmente rápida, del pecho al biberón. Aunque no sea el objetivo inicial, esto es casi inevitable porque la lactancia materna se rige por la ley de la oferta y la demanda. Saciar el apetito del niño con otra leche hará que ya no intente obtenerla de su madre y que ésta deje de producirla.
Los principales errores
Más que ser necesarias, es frecuente que las ayudas se precisen por cometer errores con la lactancia natural. Por supuesto, existen problemas físicos y emocionales que imposibilitan la lactancia materna, pero son mucho más habituales las equivocaciones que dificultan su adecuada instauración y mantenimiento. Algunas de ellas son:
- Falta de contacto precoz
- Primera toma tardía
- Horario rígido
- Vaciado incompleto
- Mala postura
- Administración innecesaria de suplementos
Con esta última equivocación, la ayuda se hace imprescindible porque se empieza a utilizar sin ser realmente necesaria.
Apuntes para no olvidar
- La leche materna será más o menos abundante, pero siempre es de buena calidad, de modo que aunque las madres estén desnutridas, son capaces de criar al pecho a sus hijos satisfactoriamente.
- Solo una de cada 10.000 mujeres tiene poco desarrolladas las glándulas mamarias. La diferencia de tamaño de los pechos depende del tejido graso que contienen y no de la cantidad de glándula mamaria, por lo que es falso que los pechos pequeños produzcan poca leche.
- Es absolutamente normal que durante las primeras semanas las tomas sean irregulares y muy frecuentes, lo que no debe interpretarse como un signo de falta de leche.
- El hecho de que un niño acepte un poco de biberón después de mamar no significa que le hiciese falta.
- Durante los primeros meses, el bebé pasa por temporadas conocidas como «brotes de crecimiento», en las que aumenta su necesidad de leche y, por tanto, su apetito. Cuando reciben lactancia artificial, la reacción debe ser aumentar el volumen del biberón. Con lactancia materna, basta con darles con la frecuencia que piden, para que en pocos días suba más leche y las tomas vuelvan a espaciarse.
- Se sabe con certeza que un suplemento de biberón tras la última toma del día no logra que aguanten más sin despertarse por la noche.
La lactancia mixta es imprescindible cuando el bebé no tiene energía suficiente para extraer del pecho todo lo que necesita
Con todo, hay alguna ocasión en que la lactancia mixta es imprescindible. Esto ocurre básicamente cuando el bebé, por ejemplo, por prematuridad, no tiene energía suficiente para extraer del pecho todo lo que necesita. En estos casos, es preferible darles el suplemento a cucharaditas, pues si lo toman con biberón en una fase en la que están aprendiendo a mamar, es fácil que luego lo intenten tratando al pecho como a una tetina de caucho y, al serles imposible, acaben por rechazarlo.