Si algo les sobra a los niños durante las vacaciones de verano es tiempo; y muchas veces lo pasan con una de sus actividades favoritas: ver la “tele”. En verano el consumo infantil de televisión se incrementa, ya que es una inagotable fuente de entretenimiento para los pequeños. Aunque es aconsejable que los padres pongan límite a las horas de visionado, también es importante que les enseñen a ver la televisión de una forma adecuada y que controlen, en la medida de lo posible, los contenidos a los que acceden sus hijos.
Consumo infantil de televisión
Dos horas y 38 minutos. Esta es la media de tiempo que los niños españoles de entre cuatro y doce años pasaron cada día delante de la televisión, en 2011. Este dato, recogido en el estudio del panel Eurodata TV Worldwide de la consultora Mediametrie, evidencia que en nuestro país el tiempo de visionado televisivo de los más pequeños se ha incrementado en un 11,2% respecto al año 2005.
Los niños entre dos y cuatro años ven un 10% más televisión que hace siete años
Este consumo audiovisual por parte del público infantil se amplía aún más durante los periodos vacacionales, cuando el niño cuenta con más tiempo libre. «La televisión es el mejor canguro: sale barato e hipnotiza a los pequeños», ironiza Rafael Sánchez Ferlosio, Premio Nacional de la Letras en 2009, sobre el uso pernicioso que se le puede dar a este aparato en las vacaciones. Sánchez Ferlosio advierte, asimismo, con tono sarcástico, del «poder pedagógico de la televisión y su influencia sobre los niños».
Fuente de entretenimiento
Es evidente que la televisión es una fuente de entretenimiento para los más pequeños. Y la aparición de la televisión digital no ha hecho más que aumentar el empuje de este aparato como medio de ocio para el niño. La programación cuenta con numerosos canales específicos para el público infantil, donde la parrilla está diseñada solo para ellos, lo que hace posible pasar jornadas maratonianas frente a la «tele» sin necesidad, siguiera, de cambiar de canal.
Los pequeños recurren a la pantalla para satisfacer sus necesidades de distracción, reducir las tensiones que padecen e informarse
La tesis doctoral del pediatra Eduardo Santoro, en la que buscaba respuesta a la pregunta ¿por qué los niños ven la televisión?, apunta, sin embargo, otros motivos adicionales al éxito de la televisión entre los menores, especialmente en verano. La investigación de Santoro concluye que los pequeños recurren a la pantalla además de para satisfacer sus necesidades de distracción, como medio para reducir las tensiones que padecen y como fuente de información. El pediatra agrega un factor situacional externo: «El niño ve televisión porque no le queda otro remedio».
Enseñar a ver la televisión
No es fácil poner límite a un niño que pretende ver la televisión en verano, con una programación infantil cargada de dibujos animados y películas dirigidas de forma específica para ellos. Los pequeños pasan más tiempo en casa y, si no ha sido posible salir de vacaciones, las alternativas de ocio, en ocasiones, pueden llegar a ser limitadas.
Sin embargo, los padres pueden guiar el modo, y las horas, que sus hijos pasan delante de televisor. Algunas sencillas pautas sirven para ayudar a los pequeños a hacer un buen uso (y no abuso) de la televisión en verano.
Apagar el aparato, al menos, media hora antes de que el niño se acueste.
Elegir el programa junto al pequeño y evitar el zapping.
Utilizar la televisión como excusa para entablar una conversación con el niño, así como para comentar con el pequeño el programa que ve.
Comentar los programas que le gustan al niño con otros adultos y sus profesores; se trata de recabar más opiniones adultas.
No dejar siempre la elección de contenidos a su libre albedrío, sobre todo en determinadas edades. La responsabilidad de lo qué ven los hijos es de los padres.
- Revisar la parrilla del día para delimitar los programas más adecuados.
- Intentar analizar los programas que ven los pequeños para verificar que usan el lenguaje y las imágenes adecuadas a la edad y madurez del pequeño.
- Establecer unos horarios fijos para ver la televisión y evitar que este interceda en las horas de sueño de los más pequeños.
- Procurar predicar con el ejemplo: si un niño observa que sus padres pasan demasiado tiempo delante de la televisión, verá esta práctica como algo normal.
- Ver la televisión en familia ayuda a que el aparato sea considerado un elemento de comunicación, no de aislamiento.