Las bombillas dicroicas destacan por su brillantez lumínica, que no decae como en el caso de las bombillas de bajo consumo o en las tradicionales. Están indicadas para iluminación decorativa y de acentuación, ya que no alteran los colores de las superficies que iluminan. Además, su pequeño tamaño permite integrarlas con facilidad en cualquier espacio.
Una luz nítida e intensa
El principio básico de la lámpara dicroica (término griego que indica «dos colores») se relaciona con el fenómeno óptico denominado dicroísmo, según el cual un haz de luz puede dividirse en varios haces con longitudes de onda determinadas. Este tipo de bombillas tiene un consumo bajo de voltaje, menor incluso que el de las bombillas de bajo consumo, y proyectan una luz «fría» y nítida, por lo que no alteran los colores de las superficies que iluminan, un aspecto muy importante para los aficionados a la decoración. Aportan una intensidad luminosa constante y muy elevada durante toda su vida útil. Duran casi el doble que otras bombillas de similares características y disponen de un sistema que permite regular la intensidad de la luz emitida. Por lo que respecta al calor que desprenden, éste se ha reducido hasta en un 66%, lo que permite que el aprovechamiento energético sea mucho mayor que con una bombilla convencional.
Aplicaciones decorativas
Destacan determinados puntos del espacio con una luz específica, de colores cálidos y tenues
Las lámparas dicroicas están indicadas para iluminación decorativa y de acentuación. En este último caso, se busca destacar determinados puntos del espacio con una luz específica, de colores cálidos y tenues. Gracias a las nuevas tendencias en decoración, este tipo de iluminación, que hasta hace poco era característica de locales comerciales y hosteleros, se ha hecho un hueco en los hogares. No en vano, su reducido tamaño y alto brillo consiguen que la bombilla dicroica sea en sí misma un elemento decorativo. La calidez que se logra en los ambientes iluminados con estos dispositivos se puede complementar con el resto de luminarias de la vivienda. Cuando se necesite una luz más fría o efectos de colores saturados, la mejor opción es el uso de leds agrupados en forma de lámparas dicroicas.
Las nuevas lámparas dicroicas están formadas por diodos LED (Light Emitting Diode). Su luz es amarilla, cálida y muy fuerte, y su brillo depende de la apertura de haz de luz. Una bombilla dicroica LED puede alcanzar una potencia luminosa muy alta.
Respecto a su consumo y duración, las ventajas son claras. Los modelos clásicos de bombillas dicroicas tienen una potencia de 50 vatios y una vida útil de tan sólo 3.000 horas, frente a las 50.000 horas que pueden durar las LED con una potencia de 9 vatios. Es decir, son un 94% más duraderas con un 82% menos de consumo por bombilla. Además, las dicroicas LED generan poco calor, no emiten radiaciones ultravioleta y resisten bien los golpes y las vibraciones.