Los elementos orientales adquieren cada vez más importancia en los estilos decorativos de Occidente. Su difusión, además, ha reducido los precios y, en la actualidad, introducir estos rasgos de carácter es bastante sencillo y económico. Este artículo enumera cinco claves para dar un toque oriental al hogar, desde cuadros y carteles con motivos chinos o japoneses hasta lámparas y paneles construidos con papel de arroz, que favorecen la serenidad y la relajación.
Decorar el hogar con estilo oriental es, en la actualidad, bastante sencillo. Pequeñas aportaciones de origen japonés, chino o de otros países de Oriente dotan al ambiente de la casa de una personalidad especial, un carácter con un rasgo de exotismo que lo hace peculiar. No se trata de convertir la vivienda en un hogar oriental, porque eso sí resultaría muy difícil, sino de sacar el máximo partido de los detalles.
A continuación, se enumeran cinco claves que se pueden introducirse, con facilidad y sin invertir mucho dinero, para lograr una decoración oriental.
1. Cuadros, pósteres o carteles con motivos orientales
Esta es la manera más sencilla y económica. Pueden ser pinturas, dibujos, fotos e incluso carteles con inscripciones de caligrafía japonesa, china o de otra cultura de aquella región. Algunas figuras, como las geishas o los samuráis, son universalmente conocidas, de modo que no necesitan mayor presentación. Los dibujos orientales de otros personajes o paisajes de la naturaleza también poseen un estilo propio muy fácil de reconocer.
Un estilo juvenil admite pósteres de personajes integrados en Occidente pero de origen oriental, como Mazinger Z u Oliver y Benji
Si son fotografías, para los ocupantes de la casa resultarán mucho más valiosas y significativas si han sido tomadas por ellos mismos (o por familiares o amigos suyos). Para obtener estas imágenes, no es imprescindible haber viajado hasta el Lejano Oriente: las fiestas de estas comunidades son una estupenda ocasión para acercarse a su cultura y sus iconos.
Incluso un estilo más juvenil o pop permite adornar con pósteres de personajes muy integrados en Occidente pero de origen oriental. Si se trata de carteles originales, que incluyen textos en su idioma, figuras como Mazinger Z, Oliver y Benji o Doraemon adquieren un exotismo y un atractivo especiales.
2. Jarrones o esculturas
¿Quién no ha oído hablar de los jarrones de la dinastía Ming? Estas vasijas fueron muy populares en China durante siglos y hoy las que se conservan de aquella época se cotizan en millones de euros. Por supuesto, no hace falta conseguir originales. Jarrones de características similares posibilitan decorar el hogar con ese estilo.
Se puede optar por esculturas o figuras que representen personajes típicos, como los samuráis y geishas, y también campesinos, ancianos, músicos, etc. Pueden ser dragones, tan vinculados con la tradición oriental, o maquetas de edificaciones como pagodas, templos, casas típicas o incluso los arcos que se construyen en los barrios chinos de muchas ciudades.
3. Bonsáis
El cultivo de bonsáis es una tradición milenaria de China y Japón. Por eso, su presencia en el hogar dota al ambiente de un carácter oriental, quizá menos directo y evidente que la existencia de fotos o esculturas, pero igual de efectiva. Hay que tener en cuenta que los bonsáis son árboles y, como tales, su hábitat natural es el exterior y no el interior de una casa. Si bien hay ciertas especies que no son autóctonas y que, por eso, necesitan mayor protección en ciertas épocas del año, lo normal sería que vivan en el jardín, el patio, el balcón o la terraza.
4. Lámparas chinas
El papel (sobre todo el de arroz y otros semejantes) ha sido muy utilizado en diferentes elementos de la tradición oriental. Uno de los usos más típicos es en las lámparas chinas. La manera en que estas pantallas de papel atenúan el brillo de las luces da al ambiente una calidez que favorece mucho la serenidad y la relajación.
Las lámparas chinas atenúan el brillo de la luz y favorecen la serenidad y la relajación
Estas lámparas se recomiendan sobre todo para las luces generales de una estancia, acompañadas de otros focos localizados sobre sitios específicos (para lectura, la cocina, etc.). Pueden ser muy apropiadas para ver la televisión, escuchar música o realizar otras tareas relacionadas con el ocio. Y se pueden comprar por poco dinero, o bien fabricarse en casa de modo artesanal.
5. Paneles japoneses
Los paneles japoneses o shoji también aprovechan el papel de arroz y son especiales para separar espacios con encanto. La relajación y el toque oriental que aportan a la decoración es notorio. Además, permiten lograr muy buenas combinaciones con muchos otros estilos, tanto orientales como modernos y contemporáneos. Incluso es posible integrar algunos de los elementos mencionados más arriba, ya que el papel del panel shoji se puede decorar con dibujos o caligrafía china o japonesa.
Los paneles shoji permiten el paso de la luz natural y, como están confeccionados con materiales naturales (madera y papel), brindan mucha calidez al sitio donde se encuentran.