Los focos halógenos de riel son una solución sencilla y vistosa para iluminar un pasillo o para realzar, mediante luz, una pared, un cuadro o una fotografía. El montaje de este tipo de luminarias es sencillo y no entraña riesgos, ya que los cables están revestidos y la tensión necesaria es muy baja. Los kits de luces tienen distintos formatos y modelos en función de los elementos de conexión, pero aunque los focos o “spots” pueden ser independientes, todos tienen en común que se sujetan al cable mediante un tornillo o pinza. Estos elementos cuentan con una punta que, al entrar en contacto con el hilo metálico, transmite la corriente.
Cómo realizar la instalación
Antes de instalar las luminarias, se debe comprobar el recorrido que seguirá el tendido y confirmar que la longitud de cable disponible es la adecuada. Si la zona de la vivienda donde se instalará el carril dispone de un falso techo, se puede ocultar el transformador en él. Si no es así, es recomendable adquirir un kit que integre este elemento en el equipo que queda a la vista.
A continuación, se establece dónde se ubicarán los soportes del techo. Se pueden situar en el centro del mismo y facilitar así el tensado del cable. Para colocar este último, hay que seguir las instrucciones de montaje incluidas en el kit de iluminación y que se refieren a la distancia entre cables. Este dato es imprescindible para colocar de forma correcta las alcayatas que los sujetarán.
Si la zona de la vivienda donde se instalará el carril dispone de un falso techo, se puede ocultar el transformador en él
Tras fijar en el techo los tacos necesarios para instalar los soportes o el transformador, se calcula la longitud que hay entre los extremos del cable, incluidos los tensores. Estos se deben regular a su máximo recorrido para tener más margen al tensar el cable.
Después, se fija el cable al tensor mediante la presilla, se aprieta con una llave fija y, antes de tensar de forma definitiva los cables, se marca y se fijan los herrajes de sujeción de los soportes. Realizado este paso, ya se puede tensar el cable.
Para finalizar con la instalación, basta llevar a cabo las conexiones eléctricas del transformador, decidir qué lugares se iluminarán y orientar hacia ellos los focos.
La luz puntual ilumina una zona concreta, es decir, se dirige sobre un punto específico de la habitación, mientras el resto queda en sombra. Los focos de riel cumplen esta función, ya que proyectan un haz de luz que incide de forma directa sobre determinados objetos o zonas, lo que permite poner de relieve un cuadro, un mueble, destacar la textura de una pared o cualquier otro objeto de una habitación.
La posibilidad de dirigir la luz a distintos lugares de la estancia también permite jugar con los efectos lumínicos y de color que reflejarán los distintos objetos hacia los cuales se proyecta.
Los “spots” también moldean el volumen del objeto y crean sombras. En el caso de iluminar una pared, generan una luz rasante que realza su superficie. Si se desea crear con la luz un impacto lumínico llamativo, la opción adecuada es un “spot” dicroico.
No obstante, más allá de criterios decorativos, en ocasiones la altura excesiva de los techos, la imposibilidad de encastrar focos o la falta de tomas de luz, hacen de los focos de riel una solución apta y ventajosa.