El pladur es un material muy versátil. Sus usos mayoritarios son los de levantar tabiques y revestir muros, pero también se emplea para construir librerías, baldas y otros muebles. Está compuesto por dos capas de celulosa multihoja que recubren un núcleo interno de yeso. Se instala de forma sencilla y limpia ya que es un elemento de obra seca que no genera polvo cuando se trabaja con él. Su principal desventaja frente a otros materiales, como el ladrillo o el yeso macizo, es su baja resistencia frente a posibles golpes. Para los de tipo superficial, es suficiente sellar el desperfecto con un emplastecedor. Si el tabique se ha rasgado o agujereado es probable que se tenga que reponer un fragmento de placa. Cuando la superficie dañada es extensa, conviene considerar la posibilidad de forrarla con una tela de vidrio que la unifique.
Pequeños desperfectos
El paso del tiempo, los roces con el tabique o los golpes accidentales generan en la pared desconchones o rasgaduras que afectan a la superficie, pero no al núcleo de la placa de pladur. Para disimularlos, no es preciso realizar un trabajo complicado. En primer lugar, se debe raspar con una cuchilla la superficie deteriorada para retirar los posibles restos de celulosa y yeso. Después, se debe aplicar una capa de imprimación para sellar la superficie, y por último hay que emplear un emplastecedor normal.
Otro de los reclamos del pladur es que es posible pintarlo, empapelarlo o alicatar sobre él. Cuando se origina un desperfecto, es frecuente que éste también afecte al revestimiento. Para arreglar los desperfectos sobre tabiques pintados o alicatados, el procedimiento es el mismo que sobre cualquier otro soporte. Para retirar el papel pintado, hay que extremar las precauciones. El agua y el vapor que se utilizan para despegar el revestimiento pueden afectar a la celulosa que compone la placa. Por eso, si el papel no se retira en seco con facilidad, es preferible revestir de nuevo la superficie con otro papel o incluso pintar sobre ella.
Golpes y agujeros
Cuando el tabique ha sufrido un impacto fuerte, la capa de celulosa se hunde o se origina un agujero abierto en ella, es preciso cambiar parte de la placa y sustituirla por un fragmento nuevo de dimensiones similares. Se debe cortar la zona dañada de la plancha con una sierra de calar o de punta.
Cuando el tabique ha sufrido un impacto fuerte, es probable que la capa de celulosa se hunda
Después, hay que colocar en el interior del hueco resultante varias piezas de madera que funcionen como la estructura de acero convencional que sujeta el pladur. Sobre ellas, se atornilla el nuevo fragmento. Para terminar, se aplica masilla para emplastecer y disimular las juntas del tablero colocado. Si la abertura que se tapa es de grandes dimensiones, para reforzar su agarre conviene cubrir su perímetro con cinta de papel específica para pladur y rematar con masilla.
En ocasiones, los daños se extienden por diferentes zonas de una misma estancia. En ese caso, en lugar de realizar reparaciones localizadas se debe barajar la posibilidad de efectuar un arreglo a gran escala: cubrir toda la superficie con un “no tejido” para tapar los desperfectos y después, pintar sobre él.
Es un material compuesto por textiles sintéticos como el polipropileno y el poliéster. Forma una red de fibras que se unen por procedimientos mecánicos, térmicos o químicos. Los “no tejidos” son elementos decorativos en sí mismos, pero en este caso se emplean para consolidar los soportes de pladur frágiles o dañados.