Un tronco de árbol ofrece el material necesario para crear un banco donde poder sentarse en el jardín o en otros espacios exteriores, como la terraza o el patio. La madera otorga la calidez y rusticidad idóneas para este tipo de construcciones. Este artículo describe los usos de un tronco, los tipos de bancos posibles y el procedimiento para realizarlos, además de la creación de taburetes y bancos a partir de troncos delgados o ramas de árboles.
Un tronco, material idóneo para elaborar un banco
El tronco de un árbol es un material muy apropiado para crear un banco para el jardín e incluso para terrazas o patios. Por supuesto, no se aconseja derribar un árbol con este objetivo, sino aprovechar los troncos de ejemplares que son talados por motivos específicos (seguridad u otras causas determinadas por organismos oficiales) o que caen por causas naturales, como tormentas o el propio fin del ciclo de vida. Hasta se pueden utilizar las ramas gruesas resultantes de la poda.
Para crear un banco, se recomienda aprovechar los troncos de árboles derribados por seguridad o por causas naturales
Existen muchas maneras de construir un banco a partir de un tronco. La más sencilla, sin duda, es la más rústica: consiste en colocar el tronco en el jardín y, sin más, usarlo para sentarse sobre él. Para que resulte un poco más cómodo, es necesario quitar las ramas e irregularidades del lado que quede hacia arriba. El largo de la pieza determinará el número de personas que quepan sobre ella, y el diámetro, la altura del asiento. Y con un poco más de trabajo, se ganará mucho más en confort. Y es que otra medida sería cepillar la superficie del tronco, de tal forma que los espacios reservados para sentarse serán lisos y mucho más cómodos. Además, siempre se pueden emplear cojines para hacer más agradable la estancia allí.
Tipos de bancos y procedimientos
La siguiente alternativa exige un esfuerzo mayor: cortar el tronco de forma longitudinal.
Una primera variante pasa por realizar dos cortes longitudinales que lleguen hasta el centro del tronco, de tal modo que permita quitar una cuarta parte del cilindro. Este corte (el cual, visto desde el perfil transversal del tronco, tiene forma de L) deja al aire las superficies que harán las veces de asiento y de respaldo, tal como se puede observar en la primera de las fotos que ilustran este artículo.
La segunda posibilidad es que el corte longitudinal atraviese el tronco de lado a lado y lo divida en dos partes. Una de ellas, con el lado recto hacia arriba (la superficie se ha de cepillar, para que lisa y suave), constituirá el asiento, mientras que la otra permite fabricar las patas, que se pueden confeccionar de muchas maneras. Una de las más prácticas es calar en su superficie un espacio curvo para que el asiento quede apoyado allí, tal como se puede ver en este vídeo explicativo.
El corte longitudinal del tronco se puede realizar con una motosierra o encargar a una serrería
Cortar el tronco con un serrucho es la tarea más dura del proceso y, según la longitud del tronco, puede requerir varias horas y bastante sudor. Así que resulta mucho más sencillo si se cuenta con una motosierra, o también se puede acudir a una serrería.
Otro tipo de construcción puede resultar más sencillo. Consiste en crear taburetes o pequeños bancos individuales. En este caso, el eje longitudinal del tronco no se colocará de forma horizontal sino vertical y se ha de cortar en función de la altura que se desea para el asiento. El fragmento de tronco en sí mismo ya puede constituir el asiento, aunque se puede complementar con una tabla de madera encima.
Para los casos señalados hasta aquí hacen falta troncos gruesos, de al menos 30 centímetros de diámetro. Es decir, que pertenezcan a árboles que hayan vivido bastantes años. Pero también es posible construir bancos con troncos más delgados e incluso con ramas de árboles, de unos 10 centímetros de diámetro. En este caso, son necesarias varias piezas, tanto para crear la superficie que será el asiento como para dar cuerpo a la estructura, como se explica en este blog. Su confección puede requerir algo más de habilidad manual, pero como contrapartida, la tarea es menos trabajosa y los troncos o ramas de este tamaño son mucho más fáciles de conseguir y transportar.