Los carteles callejeros ofrecen una opción moderna y desenfadada de decorar espacios interiores en el hogar. Con ellos se puede configurar un ambiente fresco y juvenil o bien generar un contraste en un espacio formal y sobrio. En este artículo se describen distintas maneras de utilizar carteles callejeros para decorar estancias, desde el tan difundido “Keep Calm and Carry On” y sus variantes, hasta las señales de tráfico, carteles de películas o símbolos universales, como los que diferencian los aseos de hombres y mujeres.
En los últimos tiempos se ha convertido en una tendencia el uso de carteles callejeros para decorar determinados espacios en el interior de los hogares, en particular, habitaciones juveniles, rincones para la música u otros sitios con un estilo desenfadado o pop. Sin embargo, este tipo de adornos se pueden utilizar también en otros ámbitos, para generar contrastes y dar un toque de modernidad.
Mantenga la calma y decore su casa
Uno de los más populares, que ha ganado mucho espacio últimamente y ha sido parodiado infinidad de veces, es el cartel que reza en inglés: «Keep Calm and Carry On», con el dibujo de una corona en la parte superior. Este mensaje, que significa «Mantenga la calma y siga adelante», fue diseñado por el Gobierno británico en 1939, tras el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, como una forma de elevar la moral de la población ante la posibilidad de una invasión por parte de la Alemania nazi. Sin embargo, así como ese choque nunca se produjo, tampoco el cartel llegó a utilizarse. Y casi nadie supo de su existencia, pues en teoría se habían destruido todos los ejemplares.
Los carteles de «Keep Calm and Carry On» no llegaron a usarse durante la guerra y fueron «redescubiertos» en el año 2000
Hasta el año 2000, cuando el responsable de una librería de segunda mano llamada Barter Books, sita en Northumberland (norte de Inglaterra, en la frontera con Escocia), descubrió intactos, en una caja que había comprado, ejemplares del cartel. Como le gustaron, decidió enmarcar uno y colgarlo como parte de la decoración de su librería. Y los clientes empezaron a pedirlo. Hoy su establecimiento se promociona como «La casa del cartel original ‘Keep Calm and Carry On’«, y esta imagen se ha convertido en uno de los iconos más populares de lo que va del siglo XXI.
Como se ha citado, ha sido parodiada de muchas formas, con mensajes para completar el «Keep Calm» («Mantenga la calma») como «Read a Book» («lea un libro»), «Learn to Fly» («aprenda a volar») o «Call Batman» («llame a Batman»). Cualquiera de estas opciones, desde las más filosóficas hasta las humorísticas, son buenas alternativas para decorar un cuarto informal, un salón, la cocina u otras estancias.
Y si bien el cartel ya es un clásico, siempre se puede personalizar con mensajes nuevos y originales. Hay varios sitios web (como The Keep Calm-O-Matic, Keep Calm and Carry On Creator y Keep Calm and Posters, entre muchos otros) que permiten crear carteles con el estilo original y cualquier texto que se desee.
Símbolos universales y señales de tráfico
También existen muchas otras variantes además del famoso cartel que pide mantener la calma y continuar. Hay símbolos universales de uso en sitios públicos que adquieren mucho encanto cuando se incorporan al ámbito privado, como los carteles indicadores de los aseos, tanto de hombres como para mujeres. Otros típicos de bares y lugares similares son los de prohibido (o permitido) fumar, se admiten (o no) perros u otras mascotas, etc.
En la calle, algunos de los carteles que más abundan son las señales de tráfico, y ellas también dan mucho juego para la decoración de espacios interiores. Pueden ser desde los carteles con nombres de las calles (los de algunos países o ciudades tienen estilos muy característicos) o copias de matrículas de coches con el nombre de las personas que vivan en la casa, hasta reproducciones de las propias señales de la carretera, como indicaciones de velocidad máxima o advertencias sobre el camino.
Hay otros carteles muy populares, que no son callejeros pero cuya utilización se ha extendido. Muchos de ellos se vendieron primero pintados sobre azulejos y luego reproducidos en forma de postales. Un clásico para las librerías es el que anuncia la excomunión para quien «enajenare» algún libro. También el famoso lema de la Universidad de Salamanca («Lo que natura no da, Salamanca no presta«) se vende y sirve como decoración en estos mismos formatos.
También los carteles publicitarios se pueden convertir en parte de la decoración. En ciertos casos esto ocurre a gran escala: ejemplos de ellos son el toro de Osborne o el cartel de Tío Pepe en la Puerta del Sol de Madrid. Pero a nivel doméstico, casi cualquier cartel publicitario puede incorporarse a la decoración. Lo ha de determinar, desde luego, el gusto personal de los habitantes de la casa, ya sea que les agrade el propio cartel o bien el producto que se anuncia. Los carteles antiguos, además, pueden ser un toque vintage muy interesante para la decoración.
Un tipo de póster publicitario, pensado originalmente para la vía pública pero cuyo empleo ya está muy expandido en los hogares, es el de las películas. Carteles de clásicos como Casablanca, Lo que el tiempo se llevó, Vacaciones en Roma, Amélie, Metrópolis o La Dolce Vita ya forman parte de la cultura popular, casi tanto como los filmes que anuncian y se consiguen en tiendas con bastante facilidad. Si la película es menos conocida, decorar con su cartel añadirá, por supuesto, mayor originalidad.