Colgar un cuadro, instalar una pantalla plana o colocar una balda en la pared son algunas de las tareas más frecuentes que se realizan en el hogar y que requieren, todas ellas, utilizar un taco. La oferta es amplia para ajustarse al tipo de tabique (pladur, hormigón, ladrillo…) y al peso que el taco deberá soportar. No es lo mismo colgar una lámpara del techo que colocar una estantería sobre una pared.
Entre otros materiales, los tacos están fabricados en nylon, acero, plástico moldeado o aluminio. Cada uno de ellos tiene un uso específico, pero lo habitual es que el diseño interior tenga forma de rosca para introducir en él un tornillo. Según el tipo de taco que se adquiera, la unión al techo o a la pared se producirá por expansión, adaptación o adherencia.
Tabiques sólidos o ligeros
Los tacos de expansión se caracterizan por que, una vez taladrado el agujero para introducirlos y colocado en su interior el tornillo, el plástico que los conforma se expande y queda perfectamente sujeto a la pared. Unas láminas situadas en la zona de expansión permiten este agarre, si bien en paredes de yeso la expansión del taco puede favorecer que la superficie se agriete.
Los tacos de expansión son apropiados para paredes de cemento y ladrillo, mientras que los tacos con aletas se emplean en muros de yeso
Estos tacos se pueden emplear en paredes de cemento y ladrillo, pero también se comercializan otros productos más adecuados para superficies ligeras. En los muros huecos de yeso laminado o pladur, por ejemplo, es apropiado utilizar tacos con aletas, pensados para cargas ligeras. El taco se introduce cerrado y, al colocar el tornillo, las aletas se abren hacia los lados por detrás de la pared, lo que garantiza la sujeción. Para la madera, se venden productos específicos que requieren tornillos de rosca también para madera, mientras que los tacos de acero se muestran idóneos para superficies metálicas.
Otras modalidades son los tacos largos o extralargos, muy útiles para cargas pesadas, y los tacos adhesivos. Estos últimos se emplean cuando el agujero es mayor que el taco. En este caso, se recurre a un tejido especial con mortero que, después de mojarse, se coloca alrededor del taco y consigue llenar por completo el hueco.
Una manera de no equivocarse al emplear un taco es recurrir a los modelos universales. Se pueden utilizar sobre cualquier tipo de pared o superficie y aceptan bien tornillos para madera o aglomerado. Incluso hay modelos especiales para colocar listones, repisas u otras estructuras en marcos de puertas y ventanas.
En cualquier caso, para garantizar una buena sujeción, es recomendable comprobar que la superficie en la que se quiere trabajar está en buenas condiciones. Además, hay que elegir el taco que mejor se ajuste a esa superficie, ya que una elección errónea puede estropearla, agrietarla o dificultar un buen agarre.
Existen tacos con reborde para evitar que se introduzcan por completo en el tabique
Por otro lado, se debe elegir el punto o puntos de fijación correctos y marcar con un lápiz el lugar exacto en el que se taladrará. Ese agujero debe ser del mismo tamaño que el taco para que éste se fije sin problemas. Si se prefiere, hay productos con reborde que evitan que el taco se introduzca por completo en el tabique.