Un botellero, además de ofrecer un sitio específico para guardar el vino y otras bebidas, aporta elegancia a la decoración del hogar. Y lo puede hacer en estancias tan variadas como la cocina, el salón, un sótano e incluso el garaje. Este artículo describe las posibilidades de un botellero como parte de la decoración y cómo deben ser los estantes para guardar botellas de vino. También explica la manera de construir estantes artesanales con listones de madera, latas y bovedillas de cerámica.
Un botellero como parte de la decoración
Un botellero constituye una excelente manera de decorar la casa. Aporta elegancia y se adapta muy bien tanto a ambientes clásicos como a modernos. Además puede estar en espacios diversos: la cocina, el salón, incluso el recibidor u otros sitios donde se le puede hacer un rincón, como un subsuelo, un patio cubierto y hasta el garaje.
Por supuesto, no hace falta ser un especialista en vinos, ni un coleccionista con una pared cubierta de botellas para instalar un botellero en el hogar. Uno pequeño, en el que quepan unas seis u ocho botellas, es una alternativa muy válida, que no ocupa mucho espacio, funciona muy bien a nivel decorativo y permite tener una reserva de vinos o licores para ocasiones especiales.
Estantes para botellas de vino
Conviene guardar las botellas de vino «acostadas», para que el líquido permanezca en contacto con el corcho
El botellero más simple consiste en unos estantes lo bastante grandes como para colocar las botellas. Los expertos en vinos recomiendan guardar siempre las botellas en posición horizontal (es decir, «acostadas»), a fin de que el líquido permanezca en contacto con el corcho y este se mantenga húmedo. De lo contrario, el tapón se seca y permite que se filtre oxígeno, el cual altera las propiedades de la bebida.
Adherida a la superficie de la propia balda se pueden poner pequeños listones de madera, que funcionen como trabas para que las botellas no se muevan y que, a su vez, quede una pequeña separación entre ellas.
Además, con estos mismos listones también es posible construir el propio estante: se colocarían con una separación de unos cinco centímetros, para apoyar la botella en ese hueco, tal como se puede observar en esta fotografía.
Es posible que el mueble botellero tenga varias baldas o bien que sea una estructura pequeña, con solo un estante. En cualquier caso, no conviene empotrarlo a la pared, ya que su peso y tamaño son considerables y hacen difícil su sujeción, sino apoyarlo en el suelo o sobre algún otro mueble.
Botellero de listones cruzados
Una forma algo más compleja de crear un botellero es a través de la unión de pequeños listones de madera en diagonal, cruzados, tal como se observa en la primera foto. Este diseño es atractivo y bastante fácil de realizar, además de que permite aprovechar muy bien el espacio. Sin embargo, exige una cuidada planificación, para saber cuántas botellas se deseará guardar y, por lo tanto, cuánta madera se necesitará adquirir para construirlo.
El diámetro de una botella de vino normal es de unos siete centímetros, por lo que los lados de cada compartimento deben tener al menos unos diez centímetros. Si se tienen en cuenta estas medidas, para confeccionar una estructura como la que se ve en la foto (que permite guardar una decena de botellas), harían falta unos cinco metros de listones (2,5 para la parte delantera y otros 2,5 para la posterior), además de los ejes cilíndricos que unen ambas partes.
Para dar mayor firmeza al conjunto, es conveniente fijar los listones a una tabla de madera que funcionará como base y colocar otras tablas en los laterales.
Otros tipos de botelleros artesanales se pueden personalizar todavía más. El blog Ahorrar en crisis explica cómo realizar un auténtico botellero de diseño a partir de la reutilización de materiales tan domésticos como latas de conservas. Tornillos, tuercas y pintura en aerosol sirven para sostener y dar color y estilo al conjunto. Es una creación muy original, con la que se puede decorar de un modo distinto la cocina o el salón.
Y también se pueden hacer botelleros rústicos con bovedillas cerámicas. Para ello, se pueden usar bovedillas grandes, a las que a menudo hay que dedicar algo de trabajo para que se adapten a su nueva función, tal como se describe en esta web. Las piezas más prácticas son, sin duda, los ladrillos huecos preparados de forma específica para bodegas. Su lado interno es cilíndrico, con el tamaño justo para colocar una botella, y el externo es hexagonal, que deja apilarlos para formar la estructura deseada. Y como se pueden comprar por unidad, estos ladrillos huecos son una opción estupenda para crear botelleros del tamaño que se desee (o se disponga) en cualquier estancia, sobre todo si cuenta con una decoración de tipo rústico.