Los marcos para fotos artesanales permiten personalizar el contexto en que se exhiben las imágenes. Con materiales simples y económicos se pueden lograr diseños muy bonitos, tanto para portarretratos como para tarjetas. Este artículo brinda ideas para elaborar marcos para fotos de cartón, que resultan baratos y decorativos, y permiten crear marcos rústicos con encanto y “tendederos de fotos” similares a los de la ropa. Además, ofrece opciones para incluir las imágenes propias en tarjetas para regalar.
Ahora que la fotografía digital ha sustituido casi por completo a la analógica, se imprimen muchas menos imágenes que antes. Pero, precisamente por eso, a menudo las fotos en papel tienen un valor simbólico más importante. Muchas de esas imágenes se imprimen para que queden expuestas en algún lugar de la casa, o incluso para formar parte de un marco o una tarjeta de regalo. A continuación, se dan algunas ideas para elaborar marcos de fotos.
Marcos para fotos de cartón, económicos y decorativos
Una de las formas más simples de elaborar un marco consiste en utilizar como base dos planchas de cartón. Una permanecerá entera y funcionará como fondo, mientras que en la otra se realizará un agujero (con el tamaño apropiado y la forma deseada) para que la imagen se vea a través de él.
Como los marcos de cartón para fotos son muy ligeros, las imágenes pueden pender de un «cuelgafácil» o un aplique adherido a la pared
Este marco se puede decorar de muy diversas maneras, ya que el cartón permite tanto pintar como adherir una múltiple cantidad de materiales y objetos. Pintura, papel, tela, goma EVA, botones y una amplia variedad de otros productos (incluso otras fotos) son aptos para formar parte de la decoración de estos portarretratos, según el gusto del diseñador. Esta infografía de EROSKI CONSUMER explica cómo decorarlo con papel de periódico, tinta y pintura.
Una ventaja importante de los marcos para fotos de cartón es su escaso peso, más bajo que los de plástico y todavía más que los de madera o metal. Por eso, los marcos de cartón resultan más sencillos de colgar: basta con un simple «cuelgafácil» o hasta un aplique de plástico adherido a la pared, sin necesidad de realizar perforaciones.
Marcos rústicos con encanto
Con cartón también se pueden conseguir marcos más simples y rústicos, pero no por ello privados de encanto. Se recorta un rectángulo de cartón de dimensiones algo más grandes que la foto y se pega esta encima. El contraste entre lo simple del cartón y la belleza de la imagen genera un efecto bonito, y mucho más cuando se crea un conjunto de fotos con el mismo tipo de marcos y se colocan todas juntas.
Queda muy bien y es muy práctico colgar varias imágenes con marcos similares de un mismo punto en la pared, alineadas de forma vertical, todas sostenidas por los mismos hilos. Permite lograr bellos conjuntos, e incluso que interactúen entre ellas (las mismas personas en distintas posiciones, el antes y el después de una misma escena, etc.). Las fotos son un elemento siempre oportuno en la decoración de cualquier espacio de la casa.
Crear tendederos de fotos
Una variante muy original en cuanto a la colocación de las imágenes consiste en formar una exposición a modo de «tendedero» para la ropa. De este modo, las fotos quedan colgadas de cuerdas y sostenidas por pinzas, lo cual les da un aire casual y creativo. Se pueden enganchar solas o bien pegadas a marcos de cartón o cartulina.
Los «tendederos» permiten colgar no solo fotos, sino también prendas de ropa o recuerdos de viajes
Estos marcos, además de decoración, permiten incluir epígrafes, es decir, textos breves que den información sobre la foto (dónde y cuándo fue tomada, quiénes son sus protagonistas), un comentario gracioso o cualquier otro aporte. Las inscripciones se pueden escribir a mano, impresas por ordenador, con palabras recortadas de revistas o de cualquier otra forma. Es posible crear auténticos collages sobre el marco.
Además, de las cuerdas se pueden colgar no solo fotos, sino también otros objetos, como prendas de ropa, entradas de teatro o cine, recuerdos de viajes (billetes de avión, entradas a museos, postales, etc.). Los «tendederos de fotos» se pueden transformar, de esta forma, en verdaderas exposiciones temáticas sobre una persona, una fiesta, un viaje, etc.
Cualquier foto se puede convertir en una tarjeta de regalo. En cualquier tarjeta creada como un collage, además, se puede incluir una imagen propia. Y esto se halla al alcance de cualquier persona, ya que se pueden emplear programas informáticos para editar las fotos (tales como Photoshop o Picasa) o realizarlo de manera artesanal, con tijera y pegamento, como se ha hecho desde siempre.
Las variantes son innumerables: desde colocar la imagen de una persona en un paisaje donde no ha estado (real o de ficción, como la Tierra Media de ‘El Señor de los Anillos’ o de cualquier película de Disney) hasta crear un tebeo con las fotos, al añadir globos de diálogos y situar las imágenes como si fuesen viñetas de un cómic.
Lo bueno, además, es que todas estas posibilidades resultan muy económicas: en casi todas ellas no se requieren más que cartón o cartulinas, pegamento, cuerdas, pinzas y otros elementos que se hallan de forma habitual en cualquier hogar. La clave pasar por dedicar tiempo y dejar volar la imaginación para encontrar los diseños con más encanto y originalidad.