La acción dañina de la lluvia, la nieve o el hielo en los materiales porosos de los revestimientos exteriores de una vivienda puede provocar que la humedad se filtre en sus muros y, cuanto más húmeda esté una pared, más calor conducirá al exterior y más frío dejará pasar al interior. Para evitar esto, se debe aplicar un producto impermeabilizante de resina de silicona en las paredes exteriores de la casa.
Proteger las paredes
Los mejores impermeabilizantes son los fabricados a base de resinas de silicona, ya que penetran de forma profunda. Antes de aplicarlos, se debe limpiar a fondo la superficie. El sistema más eficaz es el arenado hidráulico con un limpiador de alta presión. A continuación, se aclara la pared con agua limpia y se deja secar. Otra opción es limpiar la superficie con un cepillo y detergente.
Si la pared tiene fisuras y éstas son de tamaño considerable y profundas, una vez limpias, se taparán con una masilla tapajuntas que se pueda pintar. Si las fisuras son pequeñas y superficiales, se tratarán con un revestimiento antifisuras impermeable y elástico.
En zonas poco soleadas y de elevada humedad, es bastante probable la formación de musgo. Una cantidad elevada favorece que la humedad ascienda por la pared. Para evitarlo, antes de aplicar el impermeabilizante se deberá extender un producto antimusgo con un cepillo, esponja o pistola.
Los impermeabilizantes se deben usar sin diluir. Si el soporte es muy absorbente, en la primera pasada se consumirá medio litro por metro cuadrado y algo menos en la segunda. Se pueden aplicar con brocha o con un pulverizador manual. Para mejorar el resultado, es posible aplicar varias manos seguidas. Si la pared es de piedra o ladrillo, se empleará un producto incoloro.
Juntas en buen estado
Unos de los puntos más débiles de las paredes de mampostería (ladrillo) son las juntas. El paso del tiempo y los diferentes factores climatológicos hacen que el mortero se desmorone poco a poco y que el agua se filtre con facilidad. Para solucionar los desperfectos y evitar humedades, se debe picar el mortero viejo hasta una profundidad de unos quince milímetros con un martillo y un cincel.
Tras limpiar y humedecer las juntas, se preparará un nuevo mortero. Para ello, se mezclará una parte de cemento con tres de arena fina. A continuación, se introducirá en las juntas con la ayuda de una llana.
Los zócalos están expuestos a aguas superficiales, lluvia y heladas. Antes de aplicar el revestimiento en ellos, se debe preparar la superficie, que ha de estar limpia, seca, libre de fisuras y de pintura suelta.
Si se desea que el sellado sea de color, se deberá aplicar una pintura resistente al aire y a la abrasión
Cuando el zócalo esté listo, se rascará con un cepillo duro y se aplicará a continuación una imprimación que sea compatible con el impermeabilizante. Si se desea que el sellado sea de color, se deberá aplicar una pintura resistente al aire y a la abrasión, En este caso, la mejor opción es utilizar una pintura de látex de acrilato puro sin disolventes.
Si la superficie es grande, el producto se deberá aplicar con una brocha o un rodillo. En caso contrario, bastará con usar un pincel gordo o una brocha. Para un óptimo cubrimiento, la primera mano se debe aplicar con movimientos de brocha en dos direcciones.
Si es posible, se eliminará toda la tierra hasta llegar a la solera de los cimientos. Una vez limpia y seca la zona, se aplicarán dos capas de producto impermeabilizante. Tras dejar secar, se volverá a cubrir la zona con tierra.