La flor de Pascua es, junto al acebo y el muérdago, la planta más típica en la decoración navideña. Esta tradición se basa en lo apropiado de su intenso color rojo y en que alcanza su apogeo en el invierno, pese a que presenta una escasa resistencia al frío. Este artículo repasa las características de la flor de Pascua, desde los detalles que se deben tener en cuenta antes de comprarla, hasta los cuidados básicos que exige y las enfermedades que puede sufrir. Además, explica cómo lograr que vuelva a florecer.
Detalles que tener en cuenta antes de comprar una flor de Pascua
Llega la Navidad y, con ella, la tradición de adornar la casa con una flor de Pascua. En el mercado se ofrecen ejemplares de esta bella planta. ¿Cómo decidirse por una? Hay que tener en cuenta algunos detalles para realizar la mejor elección.
La duración de la flor de Pascua depende, en buena medida, del estado en que se encuentre en el momento de adquirirla. Es fundamental que el ejemplar se vea vigoroso y con signos de buena salud. Las hojas deben ser verdes y gruesas. Las flores tienen que estar a punto de brotar o haber empezado a hacerlo, ya que ese es un signo de frescura. La parte roja más característica de las flores de Pascua se llaman brácteas; es justo entre ellas donde nacen las flores. Es conveniente descartar las plantas con las hojas enrolladas, amarillentas o con manchas rojizas.
Las flores de Pascua son muy sensibles al frío. Si se exponen a bajas temperaturas, sufren la pérdida de todas sus hojas en pocos días. Por eso, es aconsejable evitar comprar las plantas que han estado en el exterior. Además, se deben tomar ciertas precauciones en el trayecto a casa. Un cambio brusco de temperatura entre el frío del exterior y el calor de la vivienda provoca una caída de los capullos y reduce de forma considerable la durabilidad de las flores ya abiertas. Para evitarlo, se debe cuidar que la planta esté envuelta con una capa doble de plástico o cartón.
Cuidados básicos que exige la flor de Pascua
Para que la flor de Pascua (Euphorbia pulcherrima, pastora, pascuero, nochebuena, estrella federal o poinsetia) goce de buena salud, se debe situar en un lugar cálido y luminoso, sin exposición directa a la luz del sol ni a corrientes de aire, y con una temperatura templada, en torno a los 16ºC.
El agua de riego para la flor de Pascua debe estar tibia y se le puede añadir fertilizante
Si vive en un ambiente seco, la planta pierde las hojas. Se debe mantener el suelo húmedo, con riegos moderados con agua tibia cada dos o tres días, pero hay que suspenderlos cuando se caen las brácteas. La floración se produce entre octubre y febrero. Para favorecer que las flores sean enérgicas y saludables, conviene añadir fertilizante al agua de riego.
Plagas y enfermedades de la flor de Pascua
La flor de Pascua es sensible a la mosca blanca, los pulgones, la araña roja y los ácaros. Estas plagas la atacan durante todo su periodo de crecimiento activo, en verano y otoño.
En cuanto a las enfermedades, si la planta está infectada por virus, se formarán manchas plateadas en las hojas. Hongos y patógenos como el pythium y el rhizoctonia solana pueden provocar que la base del tallo y las raíces se ennegrezcan y pudran. El mal estado también puede originarse por el moho gris o botritis, sobre todo si se producen condensaciones durante la noche.
Si el ambiente es demasiado seco y la temperatura es elevada, los bordes de las hojas se tiñen de amarillo
Existen también ciertos descuidos y prácticas incorrectas que pueden causar trastornos y anomalías en la planta. Una estancia con humos puede provocar que las hojas se sequen y arruguen. Si estas se tornan amarillentas, señalan la necesidad de un aporte extra de hierro. Si además se caen, es porque no han tenido suficientes agua y luz, pero un exceso de agua provocará pérdida de color en las hojas. Si el ambiente es demasiado seco y la temperatura es elevada, los bordes de las hojas se tiñen de amarillo, mientras que las corrientes de aire generan que toda la planta esté flácida.
Una vez transcurridas las fiestas navideñas, la flor de Pascua pierde sus brácteas y en muchos hogares tiene como destino el cubo de la basura. Sin embargo, con los cuidados precisos, la planta vuelve a florecer.
Cuando se caigan las hojas de color, es preciso podar la planta hasta dejar unos tallos de 10 centímetros. Después, se debe colocar en un lugar oscuro pero fresco y se han de reducir los riegos.
A partir de este momento, para obtener una nueva floración, se precisan periodos de absoluta oscuridad de al menos 12 horas cada día. Se debe introducir la maceta en una bolsa de plástico negro o cubrirla con cartón para que durante ese tiempo no reciba nada de claridad, ya que con más horas de luz la planta crece, pero no da flores ni brácteas coloreadas.