Las últimas semanas del año son época de, entre tantas otras cosas, volver al trastero en busca de los adornos navideños que se han guardado allí once meses atrás. Sin embargo, no todos se pueden volver a utilizar, por lo cual se hará necesario sustituirlos. Este artículo reúne consejos para decorar en Navidad, reseña el uso de belenes, poliespán y ramas de pino en esta tarea y dedica un apartado especial a la decoración en la mesa navideña.
Consejos para decorar en Navidad
En general, el árbol es el centro de la decoración de Navidad. Puede ser natural o artificial: en este último caso, se utiliza año tras año hasta que el paso del tiempo revela la necesidad de cambiarlo. También se puede confeccionar un árbol de Navidad artesanal y decorarlo con productos naturales, como piñas, paja, pastos u hojas secas, cañas o velas.
Estos elementos naturales también sirven para decorar el resto de la casa. No hace falta que abunden; bien diseminados en estantes, paredes, columnas, dinteles de puertas, etc., unos cuantos de estos adornos pueden crear en todo el conjunto un ambiente navideño.
Y no hace falta limitarse a este tipo de ornamentos. Los más típicos son menos naturales pero otorgan un color navideño inconfundible: luces, bolas, espumillones, calcetines o gorros de Papá Noel, etc.
Belenes, poliespán y ramas de pino
El belén, por su parte, sigue siendo parte de la decoración tradicional de Navidad en muchos hogares. Además de las figuras que se pueden adquirir en cualquier tienda o bazar, es posible diseñar belenes artesanales en poliespán, un material muy útil y fácil de trabajar. Exige cierta habilidad manual, pero como también es muy económico, permite practicar mucho hasta lograr los mejores resultados.
Los adornos más típicos, como espumillones y bolas, otorgan un color navideño inconfundible
Como cuando se rompe el poliespán se desmenuza en pequeñas bolas de color blanco, a menudo es utilizado para crear un efecto de nieve. Los usan muchas tiendas para sus escaparates, una idea que también se puede emplear en casa si, en torno al árbol o cualquier otra parte de la decoración, se pretende generar esa sensación.
Otra posibilidad es la de decorar con la colocación de ramas de pino que, como el árbol, pueden ser naturales o artificiales. Quedan muy bien combinadas con madera, en las vigas del techo o marcos de puertas y ventanas. Se pueden lograr estupendas combinaciones con espumillones, guirnaldas, luces o velas. En el caso de estas últimas, siempre se aconseja extremar las medidas de seguridad para prevenir posibles incendios.
Buena parte de las fiestas navideñas giran en torno a la mesa. Las comidas y cenas suelen ser abundantes y tan extensas que, a veces, las primeras parecen alargarse hasta la hora de las segundas. Por eso, la mesa también ocupa un lugar preponderante en decoración.
Los centros de mesa son muy variados en su diseño, aunque a menudo recurren a los adornos típicos, como bolas y espumillones, o a productos naturales. En muchos casos también incorporan plantas o flores típicas de estas fechas, como el acebo, el muérdago o la flor de Pascua, o ramos de flores secas. Un centro de mesa puede dar un toque muy agradable y original al momento de las comidas.
Las velas, por su parte, también constituyen un recurso muy habitual entre platos, cubiertos y bandejas, sobre todo durante las cenas. En todo caso, en estas situaciones se debe tener cuidado con las velas aromáticas, ya que si el olor fuera demasiado intenso, podría tener un efecto negativo durante la comida.
Y otra variante decorativa en la mesa la otorgan los propios alimentos. Por un lado, la presentación de los platos y, por otro, de un modo menos efímero, la preparación de canastas y bandejas en los que situar turrones y dulces para comer de postre, frutos secos, panettone, etc. Los arreglos con lazos o cintas o los envoltorios con papeles o celofán contribuyen al colorido de la decoración general.