Comprar plantas para el jardín, la terraza o el interior del hogar se puede hacer en cualquier época del año, pero es en primavera cuando resulta más oportuno, ya que el clima agradable ayuda a disminuir el estrés que sufren los ejemplares al ser trasladados de un sitio a otro. Este artículo explica por qué la primavera es la mejor época para comprar plantas y la importancia del clima templado y de que los ejemplares se encuentren justo antes de la floración. También se aportan consejos para adquirir plantas saludables y cuidarlas bien.
La primavera, la mejor época para comprar plantas
El mejor momento para comprar nuevas plantas es la primavera. Si bien esta afirmación puede no adecuarse a todas las especies, sí corresponde cuando se habla en general para las propias de los jardines, las terrazas y el interior de los hogares. La primavera es la época en que muchos ejemplares salen del periodo de dormancia (la fase durante la cual se suspende el crecimiento y el desarrollo de la actividad física) y conviene aprovechar ese momento de recuperación para que se adapten a un nuevo espacio.
Las temperaturas templadas de la primavera señalan el mejor momento para que las plantas se adapten a nuevos hábitats
Pero hay que tener en cuenta que la primavera dura tres meses y que no es igual en todas partes. No solo debe ser la estación del año, sino que además se deben haber superado las épocas de temperaturas más bajas. Si una planta se cambia de lugar en una etapa de frío, el estrés que sufre es mayor y hasta se corre el riesgo de que se marchite y muera.
Además, la llegada del periodo de clima más templado precede a la floración de muchas especies, lo cual también favorece el movimiento: es mucho más probable que el ejemplar se habitúe mejor antes de que nazcan sus flores, que si el traslado se realiza después. El estrés que siente propicia que el aspecto de las flores se estropee.
Clima templado y plantas justo antes de la floración
Lo más apropiado es elegir plantas que cuenten con capullos a punto de abrirse y también con alguna flor. Aunque en un principio el ejemplar no sea tan bello, tendrá más probabilidades de crecer de manera saludable en el futuro. Y la existencia de capullos abiertos es una señal de que la planta está sana y, si se cuida y no ocurre nada extraño, crecerá y florecerá sin problemas.
Conviene asesorarse lo mejor posible, al comprar una nueva planta, sobre las mejores maneras de favorecer su desarrollo
Por otra parte, también es importante evitar que pase demasiado tiempo y adquirirlas cuando las temperaturas comienzan a ser muy altas. Así como el frío es perjudicial para la adaptación de los ejemplares a un nuevo hábitat, ocurre lo mismo con el calor en demasía. Y se debe tener cuidado de que no queden expuestas de forma directa a la luz del sol o a corrientes de aire las plantas que no están preparadas para tolerar tales condiciones.
En cualquier caso, conviene consultar al vendedor o a otro especialista para asesorarse lo mejor posible en el momento de incorporar un nuevo ejemplar al hogar, para conocer las mejores maneras de cuidarlo y favorecer su desarrollo.
A continuación, se enumeran algunas recomendaciones para adquirir plantas saludables y cuidarlas en los primeros momentos tras su instalación en el jardín o en el interior del hogar.
Revisarlas con atención para asegurarse de que no tienen partes marchitas o dañadas o tallos lacios.
Si es posible, conviene comprar plantas compactas y con muchas hojas, y no con pocas hojas o de tallos demasiado delgados (aunque esto depende de la fisonomía propia de cada ejemplar).
También es preciso descartar las plantas con manchas en sus hojas, ya que estas son señales de deterioro a causa de un exceso de riego o de humedad en el sustrato o de haber estado expuestas al sol. También se deben rechazar las que sufran o muestren marcas de haber sufrido de forma reciente la acción de plagas o insectos: para ello hay que observar con detenimiento el envés y el revés de las hojas.
Cuando se realiza un trasplante al jardín o a una maceta con tierra nueva, se aconseja dejar pasar entre un mes y seis semanas antes de aplicar abonos, para que durante ese lapso actúen los nutrientes naturales del nuevo sustrato.
Por último, si se buscan plantas para interior, será mejor si son ejemplares cultivados en invernadero, porque estarán más o menos acostumbrados a las condiciones de interior (temperatura alta, menor humedad, ausencia de corrientes de aire, etc.).