Las cenefas se han empleado siempre en decoración para romper la monotonía de paredes que no incluían más que un solo diseño o color, o para dividir dos áreas diferenciadas, como el zócalo del resto de la pared. Sin embargo, en los últimos tiempos, los nuevos materiales y tendencias les otorgan un papel mucho más atractivo. Este artículo reseña el uso de las cenefas para romper la monotonía en la decoración, varios diseños modernos y derivaciones innovadoras y los materiales para poder confeccionarlas.
Cenefas para romper la monotonía
Las cenefas constituyen un recurso muy interesante en la decoración de las paredes de cualquier espacio de la casa. En general, sirven para evitar la monotonía que a menudo un mismo color o diseño impone y también para dividir áreas diferentes dentro de una misma superficie. Los diseños modernos incluyen cenefas que poco tienen que ver con las clásicas tiras rectas de antaño, en particular gracias a las posibilidades que otorga el vinilo.
Algunos diseños de cenefas incluyen dibujos de flores, paisajes y motivos para habitaciones infantiles
Las cenefas clásicas son simples «tiras» pintadas o elaboradas en papel pintado, tela o azulejos -en la cocina y el baño-, de un color que ejerce un contraste con el tono dominante en la pared. En general atraviesan toda la superficie de esta de manera horizontal.
Pueden encontrarse a cualquier altura. Si bien la ortodoxia decorativa indica que deberían estar cerca de las líneas imaginarias que dividen en tres la altura de la pared, con mucha frecuencia se emplean también cerca del suelo (en la unión de los zócalos con el resto de la superficie) o del techo.
Algunos diseños un poco más elaborados que las simples tiras monocromáticas o combinaciones con recuadros (tipo escocés) incluyen dibujos de flores, de paisajes u otros motivos, incluso infantiles para la habitación de los niños.
Cenefas modernas y derivaciones innovadoras
En los últimos tiempos se ha innovado tanto en los diseños que es posible pensar en cenefas que se parecen muy poco a los modelos clásicos. Se deja de lado el concepto de «tira» y aparecen cenefas que son la repetición de un mismo motivo o dibujo uno al lado del otro en la pared.
El vinilo y la técnica del estarcido permitieron la difusión de cenefas con diseños más modernos e innovadores
Para ir un poco más allá, estos dibujos o motivos reiterativos a modo de cenefa, en muchos casos, dejan de estar alineados de modo horizontal y forman líneas rectas diagonales o incluso verticales sobre una pared. Otra variante son las líneas curvas o motivos que se repiten pero en diferente tamaño, un dibujo que aparece no solo sobre la pared sino también sobre muebles, etc. Por otra parte, puede funcionar a modo de cenefa un dibujo largo que atraviese la pared, como una rama horizontal que despliega hojas y flores, o sobre la cual se apoyan pájaros, o cualquier otra alternativa que la creatividad aporte.
Siempre que la decoración general de una estancia lo tolere (debe ser lo bastante moderna para hacerlo), las cenefas y sus derivaciones dan mucho juego para el diseño y la innovación.
En buena medida, estas alternativas también son posibles gracias a los adornos autoadhesivos de vinilo, que facilitan este tipo de decoración. Pero también se pueden lograr con otras técnicas, como el estarcido.
Se debe prestar atención al material que se emplea para realizar una cenefa. Para el salón, los dormitorios y otras estancias, se puede utilizar papel, pintura normal o cualquier otro que se desee, siempre que combine con el resto de la decoración. Pero en el baño y la cocina, hay que usar materiales que puedan resistir
El vinilo es muy utilizado, ya que no se altera por la humedad y posee una capacidad de adhesión que también resiste ese tipo de ambientes. Una alternativa más clásica son los azulejos y piezas de cerámica, empleados desde hace décadas no solo para las cenefas sino para la realización de diseños y dibujos sobre las paredes, bañeras, lavabos, piscinas y otros espacios. Más allá de la llegada de materiales nuevos y de las tendencias más modernas, los materiales clásicos no pierden su vigencia y, si se logran las combinaciones adecuadas, siempre pueden quedar bien.