Los paneles de planchas de yeso son una solución muy eficaz cuando se desea separar un espacio amplio y convertirlo en dos estancias autónomas. Su relativo bajo coste, la facilidad con que se instalan, la posibilidad de emplearlos también en techos y la aislación que brindan -tanto térmica como acústica- hacen de este recurso uno de los más utilizados para la construcción en la actualidad.
Paneles de yeso, una solución eficaz
Las planchas de yeso, conocidas por lo general como tableros de yeso o cartón yeso, están compuestas por una placa de yeso laminado cubierta por capas de cartón. Su composición les otorga un carácter muy resistente, pero a la vez ligero y manejable. Se comercializan en medidas estandarizadas, con un ancho de 1,22 metros (4 pies, según el sistema anglosajón), longitudes desde 2,44 hasta 3,66 metros (de 8 a 12 pies) y espesores desde 9,5 hasta 25,4 milímetros (de 3/8 a 1 pulgada). En ciertos casos -en particular para pedidos de gran magnitud-, se cortan en medidas diferentes. Para tabiques grandes, lo más frecuente es superponer varias planchas de poco espesor.
La tarea de colocar las planchas para montar un tabique es simple. Tras identificar el sitio que ocupará, el primer paso consiste en preparar la estructura metálica encargada de sostenerlo. Esta estructura está compuesta, sobre todo, por perfiles de acero galvanizado, que se dividen en dos grupos: por un lado, los canales, que se ubican de manera horizontal en el suelo y en el techo, y sostienen las planchas; por el otro, los montantes, perfiles similares, pero cuya función es dar solidez y estabilidad al panel.
Estructura metálica para los paneles de yeso
En el momento de cortar los canales, se ha de tener en cuenta si en el tabique habrá una puerta. Si es así, en el suelo habrá dos canales en lugar de uno. Sus longitudes serán las de la pared a ambos lados de la puerta, medidas a las cuales se deberán sumar entre 15 y 20 centímetros; este excedente permitirá doblar el canal para formar una escuadra que asegure la instalación de la puerta.
Los canales se fijan en el suelo y al techo mediante tornillos y tacos. La medida de estos dependerá del tamaño de los paneles. La distancia entre los tornillos debe oscilar entre 50 y 60 centímetros.
Los montantes verticales deben estar separados por una distancia que oscila entre 40 y 60 centímetros
Una vez colocados los canales, se procede a la instalación de los montantes. Conviene comenzar con uno de estos perfiles verticales sobre una de las escuadras de la puerta. Luego se prepara otro perfil para el dintel de la puerta; su extensión será la medida del ancho de la puerta, más 30 o 40 centímetros (los cuales permitirán flexionarlos para crear otras dos escuadras, similares a las creadas con las canaletas en el hueco de la puerta). Este perfil, con sus dos escuadras, quedará en forma de U y se ajusta al primer montante que ya está instalado. El siguiente paso es instalar el segundo montante vertical, que se ajusta a la otra escuadra del canal y al perfil de la parte superior de la puerta. De este modo, quedan instalados dos montantes verticales y conformado el «dibujo» de la puerta.
A continuación, se colocan los demás montantes verticales, separados por una distancia de entre 40 y 60 centímetros. Concluido este paso, estará terminado el «esqueleto» de la pared. Lo siguiente será la instalación de los paneles.
Colocar los paneles de yeso
Hay un paso previo importante: organizar los tubos que quedarán empotrados en el tabique. Es frecuente que pasen cables de electricidad o de teléfono, e incluso, tuberías de gas o agua. Los perfiles para montantes en general incluyen orificios para permitir el paso de estas cañerías.
Se debe procurar que las juntas de las planchas de yeso no coincidan en la misma posición a ambos lados del tabique
La longitud de las placas, así como de los montantes que cubren desde el suelo hasta el techo, deben tener un centímetro menos que la altura total de la estancia. Esto es así para evitar problemas debido a la dilatación que pueden sufrir los materiales por el calor y la humedad.
Las placas se introducen en los canales superior e inferior y luego se atornillan a los montantes. En general, incluyen marcas que indican la ubicación en la que conviene colocar los tornillos. En caso de que carezcan de ellas, se debe recordar que es aconsejable que la distancia entre ellos sea de 30 centímetros.
Después de instalar las planchas de un lado del tabique, hay que colocar el material aislante (si se ha decidido incluirlo) las planchas del otro lado. Conviene que las juntas de las planchas a ambos lados del tabique no coincidan en la misma posición. Un truco para evitarlo es comenzar a colocar las planchas del segundo lado en la pared opuesta a donde se inició el primero.
Colocadas y fijadas las planchas, el trabajo estará casi terminado. Solo restará el acabado final: tapar las junturas con pasta de yeso y, por último, decorar con pintura, papel pintado o alicatado.
El espacio que queda entre las dos planchas de yeso se aprovecha, por lo general, para introducir algún material que funcione como aislante, ya sea de ruidos o térmico. Para ello, uno de los más apropiados es la fibra o lana de vidrio, que sirve para ambos fines. Los paneles de caucho, por su parte, aíslan muy bien el sonido, no así la temperatura, aunque según el lugar esto puede no ser necesario.
Otra posibilidad para aprovechar el hueco entre ambos lados del tabique es reforzarlo si se conoce de antemano que habrá que colgar algún objeto más o menos pesado (un cuadro, un estante, etc.). Esto se hace mediante un perfil vertical, similar al que se coloca en la parte superior del hueco de la puerta, lo que permitirá que el panel soporte el peso, sin riesgos de roturas o resquebrajamientos.