Los paneles japoneses, también llamados shoji, son estructuras tradicionales de las casas orientales, que poco a poco se han incorporado a la decoración en Occidente gracias a la sencillez de su estructura, su bajo coste económico y el encanto que transmiten en cualquier espacio. Este artículo reseña las ventajas del uso de los paneles japoneses y brinda detalles sobre su rol decorativo en la actualidad. Además, otorga algunos datos sobre la historia de estas estructuras.
Los paneles japoneses y las ventajas de su uso
Los paneles japoneses o shoji constituyen una opción cada vez más elegida para dividir espacios debido a varios motivos. Entre ellos, los más funcionales son la sencillez característica de su estilo y la versatilidad que permite instalarlos en diferentes lugares del salón. Pero sobre todo otorgan, a nivel decorativo, un toque de encanto y calidez propios de la cultura oriental, que a muchas personas transmiten paz y tranquilidad.
Son más económicos que otros cerramientos fabricados de madera o pladur. Pueden ser fabricados a medida y casi no requieren de obras para su instalación, ya que su estructura ligera se monta a través de un sistema de rieles.
Los paneles japoneses otorgan un toque de encanto y calidez que a muchas personas transmiten paz y tranquilidad
Además, estos separadores presentan otras dos ventajas importantes:
- Por un lado, son una buena alternativa cuando se desea una división movible entre las estancias, ya que puede mantenerse abierta o cerrada.
- Por el otro, su estructura de varillas de madera y papel de arroz no obstruye el paso de luz de una zona a otra del ambiente. Por esta razón, resultan muy apropiados para ambientes que de otra manera recibirían muy poca luz natural.
El carácter ligero de los materiales con que se confeccionan los paneles japoneses les deja también mantener buenas condiciones climáticas en las estancias que separan. Como no son un aislante térmico, la calefacción o el aire acondicionado en una de las habitaciones permite también conservar la temperatura de la otra. Por los mismos motivos, no aíslan los sonidos, lo cual en ciertos casos podría ser una desventaja.
El rol decorativo de los paneles japoneses
Los paneles shoji llegaron a Occidente junto con otros elementos propios de la cultura japonesa y de otras regiones asiáticas, y pronto se convirtieron en un elemento clave para diversos estilos contemporáneos y minimalistas de la decoración de interiores. En buena medida, eso se corresponde al hecho de que no solo sirven para cerrar o tabicar un ambiente, sino que también pueden ubicarse junto a una pared para ocultar lo que quede detrás o incluso constituir las puertas correderas de un armario.
Los paneles shoji pueden estar confeccionados como indica la tradición, es decir, con papel de arroz. Pero también es posible que estén hechos con fibras artificiales, como el poliéster o el PVC, que dan a la estructura una mayor resistencia. El armazón, por su parte, se fabrica por lo general con madera de cedro, pino o haya, según el presupuesto que se maneje y el acabado y el color que se desee.
Una posible variante sobre el diseño original tiene que ver con el color del papel:
- En los tradicionales, el papel es blanco, tonalidad que garantiza el paso de la mayor cantidad posible de luz y dota los ambientes de calma y serenidad. Al desarrollarlo como elemento decorativo, sobre el papel se pueden incluir dibujos de estilo oriental inspirados en la naturaleza, como aves, peces, bosques, cascadas y puentes, o simplemente caracteres de la caligrafía japonesa.
- Y también es posible, aunque menos común, usar papel de algún color distinto del blanco, para lograr juegos y combinaciones con el resto de la decoración.
Aunque su origen se remonta a la antigua China, los paneles shoji se popularizaron en los templos zen de Japón tanto para separar ambientes como para cubrir las ventanas exteriores de los templos de meditación.
La estructura ligera de los paneles shoji permite su confección en distintas medidas. Esto los hace útiles tanto para ventanas u otras aberturas, como para muros divisores enteros, que combinan unos paneles fijos con otros correderos.En la fabricación artesanal de estos paneles tomaban parte los mismos habitantes del hogar. Si bien su elaboración no requiere de herramientas especializadas, sí son necesarios conocimientos y experiencia para lograr que las varillas queden en la posición correcta y el papel, con la tensión justa y bien repartida.