Las viviendas que habitamos son cada vez más pequeñas. Esta tendencia reduce la posibilidad de destinar una estancia a cada actividad, pero no la necesidad de tener espacios personalizados para el trabajo, la lectura, etc. Ante esta circunstancia, dividir espacios por medio de paneles, cortinas, mamparas, e incluso, muebles constituye una alternativa eficaz y con estilo.
Alternativas para separar ambientes
Estas soluciones son una alternativa a los clásicos tabiques, cuyo principal inconveniente radica en impedir el paso de la luz. Por este motivo, la posibilidad de que la separación sea móvil y, en mayor o menor medida, translúcida representa la mayoría de las veces una ventaja considerable. Algunas posibilidades para crear espacios personales son las siguientes.
Cortinas: las hay con infinidad de variantes en relación a su grosor, opacidad, diseño y estilo. Un dato importante para tener en cuenta es que la división de ambientes se puede lograr al marcar solo una parte del límite entre espacios contiguos. Es decir, no hace falta que atraviese toda la estancia, sino que colocada en el lugar oportuno, una cortina de un metro de ancho puede establecer una separación clara. Para elegir la más idónea, ha de tenerse en cuenta la luz natural de la estancia y las posibilidades de que esa luz alcance el nuevo ambiente. Su estilo, desde luego, se debe adecuar a la decoración del resto del lugar.
Mamparas de cristal: han ganado lugar, sobre todo, en los últimos años. Son más costosas que las cortinas, pero a cambio suponen otros beneficios, ya que dejan pasar mucho menos ruido y pueden constituir solo una separación parcial o bien cerrar por completo un espacio y crear una nueva estancia. En cuanto a la decoración, para regular el paso de luz y la privacidad entre ambos lados del cristal, este puede estar coloreado, jaspeado, roto, etc., mientras que el vinilo dispara al infinito las posibilidades de dibujos, estilos y diseños.
El uso de paneles japoneses y shoji para separar ambientes muestra la influencia del diseño oriental en las últimas tendencias
Paneles japoneses: también a tono con las tendencias más modernas, en las que el estilo oriental ha ganado muchos adeptos, los paneles japoneses son una buena alternativa. Muy empleados para cubrir ventanas e incluso armarios, también sirven para dividir ambientes. Se parecen a las cortinas en cuanto a su translucidez y a que no aíslan tanto de los ruidos, pero se diferencian sobre todo en que son más difíciles de atravesar, ya que no basta con retirarlos unos centímetros, sino que se debe desplazar el panel. En cuanto al diseño, permiten combinar su encanto oriental con el resto de la decoración, así como innovar con dibujos diferentes -no relacionados con la tradición japonesa- sobre la propia tela.
Paneles shoji: proveniente de la tradición japonesa, este sistema se caracteriza por su elegancia y, debido a que está relacionado con ambientes de meditación, por inspirar calma y serenidad. Se compone de una lámina de papel de arroz y una rejilla de madera; esta última se ve solo por un lado, mientras que por el otro se ve el papel y la sombra que se transparenta de la rejilla.
Biombos: aunque a menudo se considera un elemento anticuado y sin mucho valor, el biombo puede ser de gran utilidad para separar ambientes de manera temporal. Su gran ventaja consiste en que no necesita obra de ningún tipo, como sí ocurre en todos los casos anteriores. Esto permite usarlo cuando sea necesario y guardarlo cuando no se emplee. Existen en el mercado modelos modernos y elegantes, para erradicar la idea de que es una pieza anticuada. Los formatos clásicos permiten combinarlos con una decoración de estilo rústico.
Con un poco de ingenio, se puede lograr la separación de ambientes solo mediante la disposición de los muebles. Dependerá en cada caso, por supuesto, de las dimensiones generales de la estancia y de las características de los espacios que se deseen crear. Para dividir el salón y el comedor, una estructura de estanterías sin fondo para los libros, a la que se accede por ambos lados, puede ser una solución idónea. También la colocación de un mueble alto -como un aparador- dirigido hacia el comedor y, justo detrás, un sofá orientado hacia el otro lado.
Una barra americana que separe el comedor de la cocina puede hacer que esta gane mucha luminosidad
Entre la cocina y el comedor, es posible instalar una estructura que haga las veces de barra americana para separarlos. O unirlos: si la cocina es muy pequeña y no recibe mucha luz natural, cabe la posibilidad de derribar el tabique que la separe de la estancia contigua y colocar una barra americana o una mampara de cristal con un pasaplatos en su lugar. Incluso muebles bajos o pequeños sirven para delimitar el espacio: en una habitación compartida por dos niños, se pueden separar los espacios personales con una cómoda o estructura similar.