El mantenimiento de la instalación eléctrica requiere unos conocimientos mínimos. En este tipo de tareas, la seguridad adquiere una relevancia especial, por lo que siempre deben tomarse las precauciones precisas. Saber cómo funcionan los circuitos o cuáles son las partes fundamentales de la instalación ayuda a evitar cualquier incidente desagradable.
Una norma básica en los trabajos de electricidad es la precaución. Antes de comenzar cualquier tarea, hay que cortar la corriente eléctrica en toda la casa o, al menos, en la zona en la que se va a trabajar. Asimismo, es importante disponer de material homologado y contar con las herramientas adecuadas. Como mínimo son necesarios unos alicates y unas tijeras de material aislante, además de un buscapolos.
Manipular la instalación conlleva cierto peligro si no se hace con seguridad. Es fundamental saber cómo actuar. A diario se manejan aparatos eléctricos, enchufes, tomas de corriente o interruptores que, si no se mantienen en buen estado, pueden ser causa de quemaduras u otras consecuencias mayores.
Lo mínimo que se debe saber
Cuando se emprende cualquier trabajo de mantenimiento o reparación hay que fijarse en el estado de los cables. La corriente eléctrica circula a través de ellos y, por lo tanto, deben estar en buen estado. Un cable pelado y en contacto con otro puede producir chispazos y cortocircuitos que dañan la instalación.
Ningún cable debe estar pelado y todas las partes del circuito han de funcionar correctamente
La corriente se produce durante el desplazamiento de electrones a lo largo de un conductor. Por ello, es imprescindible asegurar que todas las partes del circuito se encuentran en buen estado: el generador debe suministrar electrones suficientes, los conductores no han de estar dañados, los interruptores o aparatos de corte de la corriente tampoco pueden fallar y el receptor debe transformar los electrones en energía luminosa, calorífica u otra.
En este sentido, hay que prestar una atención especial a los trabajos que se realizan en el cuarto de baño y en la cocina, ya que el agua puede estropear alguna parte de la instalación. Hay que distinguir tres zonas:
- Zona de prohibición, que se corresponde con la bañera y la ducha, por lo que queda prohibida la instalación de cualquier aparato eléctrico.
- Zona de protección, en la que se pueden instalar enchufes de seguridad.
- Zona exterior, aquella en la que se admiten aparatos que carezcan de partes metálicas.
Términos claves
El riesgo de accidente eléctrico es proporcional a la cantidad de electrones por segundo que recorren un circuito. Es decir, cuanto mayor sea la intensidad de corriente -medida en amperios-, mayor será el peligro.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que todos los conductores presentan una resistencia al paso de la corriente. La longitud, material y sección del cable influyen en esta medida, de manera que los conductores delgados y largos oponen una resistencia mayor.
En cuanto a los aparatos eléctricos que se conectan a la red, su potencia debe estar en consonancia con la tensión contratada ya que, de no ser así, se puede quemar el enchufe o dañar el circuito.