Las filtraciones, las humedades, un material en malas condiciones e incluso las prisas por pintar una superficie en el menor tiempo posible pueden provocar daños en la pintura. Estos se manifiestan en forma de ampollas, picados, cordeles y desconchados. Desperfectos que se pueden reparar con paciencia y cuidado.
Reparaciones más habituales
Si la pintura se empieza a resquebrajar, es momento de actuar. En este caso, hay que retirar con una espátula la pintura suelta, con cuidado de no dañar la pintura en buen estado. Después, se rasca la pared con la misma herramienta hasta llegar a la zona donde la pintura está firme y, con una lija fina, se eliminan las posibles rugosidades. A continuación, se aplica una primera capa de pintura por el interior de la superficie dañada. Una vez seca la pintura, se aplican las capas necesarias para lograr el mismo nivel que el resto de la superficie pintada.
Es muy habitual que al pintar una superficie queden adheridos sobre la misma pelos de las brochas o pinceles. Al retirarlos, se acentúan pequeños surcos que se pueden eliminar con una lija. Tras pulir la zona, solo hay que dar una nueva capa de pintura.
Al igual que ocurre con el papel pintado, en la pintura también pueden formarse ampollas si la superficie está húmeda. En este caso, se eliminan con una espátula y, después, se lija la zona y se aplica un sellador antihumedad. Cuando este último haya secado, se aplica una nueva capa de pintura.
Es posible que la superficie pintada registre pequeños orificios causados por burbujas de aire, que estallan dilatadas por el calor. Para eliminarlos, hay que lijar la zona con papel de lija fino y pintar de nuevo.
Si una vez que la pintura está seca se detectan zonas sin pintar, habrá que lijar la pared y volver a aplicar pintura.
Si se localiza un trozo de superficie sobre el que se ha distribuido la pintura de manera irregular, no conviene retocarla cuando esté a punto de secarse. El posible error se debe enmendar en capas sucesivas o cuando la pintura se haya secado.
Cuando se usa la espátula para retirar restos de pintura, no se debe hacer demasiada presión con la hoja
Por lo general, los errores de pintado y los desperfectos se descubren tiempo después de haber pintado, por lo que antes de cualquier reparación conviene eliminar la suciedad de la pared y demás soportes.
Si no se dispone del bote de pintura original, antes de aplicar la nueva pintura en una zona determinada hay que lograr que el nuevo color tenga la mayor similitud con el anterior. Conviene hacer una prueba de color en una zona de la superficie que no esté a la vista.
Cuando se usa la espátula para retirar restos de pintura, no se debe hacer demasiada presión con la hoja, ya que se puede dañar la pared y la labor de reparación será más complicada.