En casi todos los hogares hay muebles u objetos decorativos con componentes de latón, plata, hierro o cobre. A todos, el paso del tiempo envuelve en una pátina de óxido, verdín y manchas, que merma la belleza propia del metal y deteriora su superficie. Para devolverles su aspecto original, es necesario eliminar el óxido y aplicar el producto adecuado para evitar una nueva oxidación.
Eliminar el óxido
Para eliminar el óxido de las superficies de metal se debe utilizar un producto desoxidante y una lana de acero de grano medio. Tras humedecer esta última con el producto, se frota el objeto. Pasados unos minutos, se deja actuar el producto para que penetre en la capa de óxido. A continuación, se lava la pieza con agua y jabón hasta eliminar los restos de la espuma color ocre que se ha desprendido del objeto.
Si todavía quedan restos de herrumbre, hay que repetir los pasos anteriores. En caso de que las partículas de orín hayan ensuciado demasiado la lana de acero, se desecha y se utiliza una nueva. En caso contrario, la propia lana mancharía la superficie.
Tras enjabonar de nuevo la pieza, se comprueba si el resultado es satisfactorio. Si no es así, habrá que repetir todo el proceso.
Si la pieza es de hierro, la herrumbre se elimina con un destructor de óxido de este material. Este producto destruye el oxido por fosfatación y tiene la ventaja de que facilita la adherencia de la pintura. Se aplica con un pincel, se deja actuar y se aclara con agua. Por último, se repasa la superficie con una lana de acero fina.
Cuando se quiere sacar brillo al metal, el primer paso consiste en pulirlo. Para ello, se aplica sobre el objeto o la pieza un producto pulidor abrillantador. La aplicación se realiza en movimientos circulares con una muñequilla de algodón. Una vez seco el producto, se frota toda la superficie con un trapo, en movimientos circulares y enérgicos, para abrillantarla.
Para impedir que se reanude la oxidación, conviene aplicar un barniz especial para metales
Para impedir que se reanude la oxidación, se puede aplicar un barniz especial para metales. Otra opción es realizar un mantenimiento periódico con una cera especial, ya que combate la corrosión. Estos productos son válidos tanto para interior como exterior, al resistir bien la intemperie y secar rápido. No obstante, para garantizar un buen acabado, hay que aplicar varias manos.
Si el barniz se extiende con pincel, hay que aplicar una mano y esperar unas diez horas antes de la segunda. Si se utiliza un barniz en spray, se debe emplear una pequeña cantidad en franjas estrechas para evitar que gotee. Si es necesario, una vez que se ha secado la primera mano, se puede dar una o más capas.