Cortar vidrio no es una tarea complicada si se trabaja con la herramienta apropiada, como los cortavidrios de carburo, y se dispone de cierta pericia. Sin embargo, perforar una placa de cristal o un objeto elaborado con este material es un trabajo que exige mayor precisión y experiencia. La falta de conocimiento y de habilidad provocan que en ocasiones el cristal no sólo no se perfore, sino que se resquebraje. Para evitarlo, es fundamental conocer las diferentes técnicas para perforar el vidrio con garantías.
Con taladro
El cristal puede perforarse con taladrador eléctrico. La herramienta debe equiparse con una broca de punta de lanza. Este accesorio es específico para cortar y perforar materiales como el cristal o el metal. Es posible sustituir la herramienta eléctrica por un berbiquí manual. En cualquier caso, antes de comenzar a perforar es recomendable marcar el punto exacto en el que se desea realizar el agujero. Para ello, se emplea un rotulador especial para cristal o el propio cortavidrio. Es recomendable que la perforación se sitúe siempre a más de 25 mm del borde del vidrio.
Para minimizar los riesgos de rotura, como prevención, conviene acordonar la marca con masilla de vidriero. Sobre la zona en la que trabajará con el taladro se debe aplicar cera, parafina o aceite. De esta manera, se lubrica el cristal y se facilita la perforación. El taladro debe trabajar a revoluciones bajas, pero constantes, y sobre un soporte plano y estable. Una vez que la broca perfore el vidrio por una de las caras, lo apropiado es repetir la operación por la otra hasta completar la perforación.
Soluciones químicas
El ácido fluorhídrico es capaz de agujerear vidrios de espesores finos. Esta solución se emplea, en concentraciones más bajas, para la técnica del esmerilado en cristal. Con ella, se graban letras, paisajes y diferentes motivos sobre piezas de vidrio como copas, vasos y cristales de puertas y ventanas.
El taladro debe trabajar a revoluciones bajas, pero constantes, y sobre un soporte plano y estable
Sin embargo, al aumentar la concentración de ácido y su tiempo de reacción es posible perforar el vidrio. Para conseguirlo, se debe aplicar una cantidad pequeña sobre la zona que se desea agujerear y renovarla hasta que el vidrio termine por perforarse.
El ácido fluorhídrico es un producto que debe manipularse con precaución. Es fundamental respetar las instrucciones del fabricante. Las gafas y los guantes protectores son imprescindibles. Por su capacidad corrosiva, es recomendable proteger también la superficie de trabajo.
En ocasiones, el diámetro de las perforaciones es tan extenso que merece la pena efectuar un corte con forma circular sobre la zona. El modo de trabajar es muy similar al de los cortes rectos o curvos, pero en este caso la herramienta cambia. Se debe emplear un cortavidrios de compás.
En primer lugar, es necesario fijar la ventosa de la herramienta sobre el cristal. Es recomendable que la perforación no esté a más de 5 cm del borde de la placa. A continuación, hay que trazar dos círculos: uno exterior, de dimensiones mayores, y otro más pequeño dibujado en el interior del primero (círculo de seguridad). Cuando se realicen los trazados, no es conveniente detenerse ni pasar dos veces por el mismo punto.
Después, se debe retirar la ventosa y comenzar a desentonar el círculo exterior. Si el cristal se ha cortado de forma correcta, es probable que se separe por sí solo del resto de la pieza. De lo contrario, será necesario romper también el círculo interior y separar los trozos con la ayuda de un alicate.