El Banco de España no descarta que el Estado pueda intervenir alguna entidad financiera española, si fuera necesario. Un movimiento que, según recordó ayer el gobernador de la institución, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se ha realizado «en todas partes» pero que, matizó, la entidad que él preside «ni va a fomentar ni va a impulsar».
El Gobierno ya dejó abierta la puerta a la eventual entrada de capital público en el accionariado de los bancos allá por el pasado mes de octubre. Desde entonces, el Ejecutivo ha insistido que los bancos y cajas nacionales gozan de una posición de solvencia envidiable con respecto a sus competidores continentales.
Fernández Ordóñez recomendó estudiar «experiencias» europeas para adquirir ideas y reformar el mercado laboral español
Por otra parte, Fernández Ordóñez, que participaba en unas jornadas sobre la «singularidad de las cajas de ahorros», recomendó estudiar «experiencias» europeas para adquirir ideas y reformar el mercado laboral español. Como ejemplos a seguir, citó a Dinamarca, país con una tasa de paro del 4,1% que ha optado por mejorar el pago periódico y prácticamente ha suprimido la indemnización por despido.
También se refirió a Austria, donde las empresas constituyen un fondo individual para cada uno de sus trabajadores, que se pone a disposición del titular si éste pierde la colocación. Cuando el trabajador vuelve a ser contratado se lleva la parte no consumida del fondo, que vuelve a ser engrosada con las aportaciones del nuevo empleador. Al final de su vida laboral, subrayó el gobernador, esta «hucha» disponible constituye una fuente adicional de recursos para la jubilación. El porcentaje austriaco de paro es del 3,8%.
Ante la gravedad de la crisis económica y financiera, la Comisión Europea y la Presidencia de turno de la UE han decidido convocar para los próximos meses dos cumbres informales de carácter extraordinario para buscar soluciones.
La primera tendrá lugar el 1 de marzo en Bruselas y estará centrada en lograr un acuerdo para dar salida a los “activos tóxicos” de los bancos, cuyo peso en sus balances dificulta la vuelta a la normalidad de los créditos, tanto a particulares como a empresas.
La segunda de las cumbres extraordinarias se celebrará en mayo en Praga y estará centrada en debatir medidas para contrarrestar al aumento del paro en el continente, que se ha convertido en la consecuencia más dramática de la crisis.
Mirek Topolanek, primer ministro de la República Checa y presidente de turno de la UE, explicó que el objetivo de estas cumbres es lograr coordinar una respuesta europea ante la gravedad de la crisis.
La lucha contra el proteccionismo que ha surgido en algunos países será otra de las cuestiones de la agenda de los Jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete. Francia, por ejemplo, ha anunciado esta misma semana un ambicioso plan de ayuda a su sector del automóvil, siempre que mantenga sus fábricas en el país y no las deslocalice a otros Estados, incluso de la UE.