Los usuarios bancarios a menudo se muestran insatisfechos con su entidad. Según un estudio publicado a finales del año pasado por la consultora Inmark Europa, solo el 25% de los españoles consideraba que no tenía motivos para cambiar de banco, lo que dejaba a un 75% de clientes dispuestos a cambiar de entidad si se daba una buena oportunidad. Pero conseguir formar parte de ese cuarto de la población satisfecha con su banco no está solo en manos de la entidad. Como se recuerda en este artículo, con la ayuda de cinco sencillos pasos es posible mejorar la relación con el banco.
1. Dejar de pagar comisiones
Según el informe de Inmark Europa, el principal motivo por el que los españoles le serían infiel a su banco es pagar menos comisiones. Y decirle adiós a los gastos asociados a una cuenta corriente es más fácil de lo que parece.
La mayoría de las entidades comercializan al menos una cuenta corriente gratuita para los clientes que asuman un mínimo de vinculación (nómina y recibos), por lo que si los haberes de una persona están en el banco y sigue pagando comisiones, se debería comprobar la oferta de cuentas que tiene y solicitar el cambio a una entidad que sea gratuita.
Otra opción sería negociar con el banco el retroceso de las comisiones cobradas y la anulación de las futuras, pero habrá que ofrecerle algo a cambio, si no la negociación será infructuosa.
Y si las dos primeras opciones no funcionan, siempre se puede acudir a otra entidad con una política de cero comisiones. En la actualidad, la banca online comercializa cuentas sin comisiones para clientes con nómina y sin ella, por lo que si se quiere dejar de pagar y tener una relación de satisfacción con el banco, quizá la solución sea buscar uno nuevo.
2. Aprovechar las ventajas del banco
La mayoría de las entidades brindan ventajas adicionales que pueden ser muy atractivas y, sobre todo, que pueden hacer ahorrar un buen pellizco cada mes: programas de puntos canjeables por regalos, descuentos en gasolineras, ahorro en comercios…
Si se quiere mejorar la satisfacción con el banco, es conveniente informarse sobre qué ventajas extra ofrece y aprovecharlas si resultan útiles. Quizá sea posible ahorrar cada mes al llenar el depósito del coche o conseguir un obsequio que se necesitaba acumulando puntos.
3. Conocer el contrato
Conocer en profundidad el contenido de los contratos firmados con la entidad evitará sustos en el futuro y, sobre todo, decepciones que empeorarán la relación con el banco. Se debe prestar especial atención a los apartados relativos a las comisiones y las condiciones de contratación; de esta manera se sabrá qué servicios son gratuitos y qué requisitos se deben cumplir para mantener la cuenta operativa con las condiciones actuales.
4. Mejorar la relación con el gestor personal
Cada vez son más las entidades que están incluyendo la figura del gestor personal en su división de banca para particulares. Si se tiene alguna duda o sugerencia o se necesita consejo, se puede recurrir a él, sin olvidarse de que se trata de un empleado y que velará por los intereses de la entidad. Pero puede resultar de utilidad que sea siempre la misma persona la que se encargue de tramitar los asuntos bancarios, pues así ya conocerá el historial del cliente y la relación será más ágil.
5. Descubrir la oferta de productos de la entidad
La mayoría de las entidades ofrecen un amplio abanico de productos adaptados a muchos perfiles. No estaría de más echarles un vistazo para comprobar si tiene algún depósito atractivo, un fondo de inversión aparentemente rentable o un préstamo con un tipo de interés reducido. Quizá se pueda encontrar en el propio banco la gama de productos que se necesita, en lugar de recurrir a otras empresas.